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Ahora todos  saben que las próximas elecciones se acercan y hay algunos que están saliendo a decir que quizás esta sea una oportunidad para que Luzu sea alcalde; sin embargo, él no esta tan entusiasmado esta ocasión, quizás lo haga solo para que hayan distintos candidatos, y aun siendo sincero, si no es elegido, esta vez no se enojara por ello.

Cuando piensa sobre el pasado, quizás estuvo tan obsesionado con ganar y la traición de Auron solo fue el catalizador, pero de nuevo eso no era excusa. Ahora lo que quería era encontrarlo y darle la cura de la maldición, porque pensó que lo merecía y tal vez lo ponga contento .

Entonces caminando se encontró con Vegetta, sentado en el balcón de un restaurante del pueblo, lo encontró solo y como desanimado, así que se acercó curioso.

—Es raro verte estos días solo, Vegetita ¿Y Auron?

—Curiosamente no he escuchado nada de él, hasta siento que me turtura— respondió suspirando 

—¿Torturandote?

—Le dije que estaría ocupado gestionando los asuntos de las próximas elecciones, y él respondió que también hará sus cosas. Ni si quiera me dijo que me extrañaria— comentó desilusionado, tomando su café como si fuera un tarro de cerveza

—Quien diría que suenas como un enamorado— se burló su amigo

—Probablemente por que lo estoy, pero en serio, que este silencioso me preocupa mas que haga ilegalidades

Luzu río por la ironía— De acuerdo te ayudaré a buscarlo y hacerle compañía

—Gracias Luzu— confío en él, pero porque no sabía que antes a él le gustaba Auron. Sin embargo Luzu no haría nada, porque sabía que estuvo equivocado 








Había seguido el susurro del hada hasta el bosque, se había alejado lo suficiente de su casa para saber que entonces nadie podría descubrir que se está robando otra hada.

Ella sube hasta la copa del árbol de Arce y eso hace que Auron tenga que subir con frasco en mano; escala un árbol y afortunadamente hay ramas que se conecta y enredan, por las cuáles puede pasar. Así que se mueve con astucia no despegando la vista de su hada.

Se escucha otro murmullo, bajo los árboles, pero Auron lo ignora aunque se podría tratar de algún oso pasando. Pero se trata de Luzu, quien lo sigue desde lejos, mirándolo desde el suelo y disfrutando de ver como su compañero trata obstinadamente de atrapar un hada, se ve tan concentrado y está a punto de atraparla. 

—¿Auroncito, que haces?— gritó desde abajo, causándole al chico tal desconcentración que terminó cayendo al lago que se encontraba a un lado.

—¡Ostia! Ya la he perdido— exclamó refiriéndose a su hada— Pero Luzu como te atreves a interrumpirme, que ya la tenía

—Lo siento, justo pensé que seria una lastima y te llame— río con intención, ayudando al novio de Vegetta a salir del agua—Pero ¿Tu que hacías trepado así? Ya tienes un hada

—Antes de que lo digas, ya no son ilegales— dijo mientras se apoyaba en un árbol — Se perdió la mía cuando me mude, así que solo estoy recuperandola. Ahora tendré que ver como subir otra vez para atraparla

—Y yo pensé que habías dejado de hacer cosas ilegales. Te hubiera regalado la cura de la maldición que te lance— comentó Luzu, viendo como Auron casi se iba.

Pero se detiene y gira para mirar con sorpresa a su antiguo enemigo.

—¡No! ¡Que no he estado haciendo ilegalidades, Luzu! Dame esa cura por favor— replicó él añorando su antiguo cuerpo de humano normal

Luzu al final solo bromeaba, él realmente esperaba que todo al final se soluciona con Auron y devolverle su apariencia cerraba ese ciclo.

—Te creo, Auron. Entonces veámonos mañana en mi casa, tendré las cosas listas para romper tu maldición — mencionó por último, dejando al chico en el bosque con sus respectivos asuntos.

Recordarle que tener un Hada era ilegal, le recordó a Vegetta, lo que lo llevó a extrañarlo; tratar de comportarse durante una semana ha sido realmente duro, pero luego de sentir las miradas del oso pardo como vigilando, hace que su sacrificio valga algo.

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No esperaba que fuera cortito...
Subire de a poquito la historia, talvez cada cuatro dias?

②】Aquellos dias al despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora