¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un abrir y cerrar de ojos, Barry y Oliver se encontraban en medio de una calle de Central City. Su ropa había cambiado, dejándoles con unos vaqueros negros, camisetas blancas, cazadoras de cuero y un pañuelo blanco y negro alrededor de su cuello. A su alrededor no había ni rastro de Tessa y Kara.
—¿Pero qué? ¿Adónde ha ido? ¿Y esto?—Barry observa su ropa con confusión mientras Oliver observa la calle—
—Se ha ido a darle a Deegan el libro, otra vez—responde entonces el arquero, agachándose para agarrar un periódico del suelo—
—¿Cómo lo sabes?
Soltando un suspiro, Oliver le entrega el periódico, en cuya portada podía apreciarse una foto de ambos con un titular que les nombraba como los dos delincuentes más buscados de la ciudad.
—Ha vuelto a reescribir la realidad—suspira con frustración—¿Hasta que punto crees que ha cambiado ahora?
Antes de que Oliver pueda responderle, un coche de policía frena delante de ellos. Tres agentes bajándose de él y apuntándoles con sus armas. Sus rostros muy conocidos para ambos, pues se trataban de Ricardo Díaz, Leonard Snart y el hijo de Slade Wilson.
—¡Manos arriba!—exclama Diaz, acercándose a ellos—
—¡Al suelo! ¡Ya!—ordena Snart—
—Eh... Usa tu velocidad—susurra Barry mientras levanta sus manos—
—No puedo—responde Oliver—¿Y tú?
—Tampoco—suspira, frustrado—
—Oliver Queen. He esperado para hacer esto muchísimo tiempo—admite Diaz, sacando unas esposas—
Mientras se arrodillan en el suelo, Oliver aprovecha ese momento para golpear a Diaz y quitarle el arma, disparando así al hijo de Slade y a Snart. Barry se pone en pie rápidamente, corriendo junto a Oliver lejos de aquellos policías.
Al llegar a una zona en obras parecía que ya nadie podría encontrarles allí, pero estaban muy equivocados. Superman, vestido en un traje completamente negro, aterrizó frente a ellos con la típica pose de superhéroe.
—No existe ningún sitio donde no pueda en encontraros—declara el kryptoniano—Se acabó.
Oliver y Barry fruncen el ceño, observando su traje y como éste combinaba perfectamente con el color de su pelo.
—¿De qué estás hablando?—Oliver le observa con confusión—