La nieve caía lentamente sobre sus hombros y abrigo, era como si lo estuviera envolviendo en su frialdad. Todo era tan extraño pero también acogedor.
Buscó con su mirada las estrellas sobre el oscuro cielo, encontrando un sinfín de ellas saludándolo con gran emoción. Tenía en sus frías manos todas las cartas que su hermana le había dado durante su corto tiempo donde sus sueños eran dominados por su dulce presencia.
—Realmente... ¿Merezco verte? Mi corazón siempre se siente lleno de cariño cuando te veo en cada sueño, pero tengo miedo de no ser lo que esperabas. Tal vez querías a alguien diferente, más honesto y amable. No lo entiendo, nuestros padres darían lo que fuera para volver a verte: tu sonrisa, tu mirada llena de esperanza y desde luego aquel puro e inocente corazón.
Sus palabras eran llevadas por el helado viento, no había nadie en aquel parque donde su hermana había pasado gran parte de su infancia jugando y siendo feliz con aquellas personas que en su momento se habían convertido en su motivación para no rendirse. Ahora él estaba ahí... solo y lleno de dudas.
—Te congelarás si te quedas aquí, Dylan.
Una voz masculina lo sacó de sus pensamientos. Con un poco de temor giró la cabeza para encontrarse con la fuerte figura de Katsuki, uno de los amigos de su hermana, que lo miraba con preocupación dado que no era nada normal ver al menor de los Moon fuera de su hogar a altas horas de la noche. Sin decir nada, se sentó a su lado copiando su anterior acción y observando con gran admiración las estrellas.
Seguramente acababa de salir de su trabajo, sus padres le contaron que él se dedicaba a la cocina, ya que era un reconocido chef que incluso había abierto su propio restaurante donde una de sus especialidades era los mochis, el postre favorito de Ashley.
—Mis padres están trabajando, les pedí permiso para quedarme aquí un rato antes de que llegaran. Así que no tienes que preocuparte por ellos —su voz salió más baja de lo que planeó, así que quiso volver a repetirlo pero el mayor lo interrumpió.
—No estoy preocupado por ellos, sino por ti —habló con firmeza sin dirigirle la mirada—. Alguien me ha dicho que has actuado de una manera rara estos últimos meses... Ah, dios. Esto no es fácil para mí, pero... —tomó un breve silencio—. No estás solo, Dylan. Nos tienes a todos nosotros, estaremos aquí para ti, incluso cuando no lo quieras.
Un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo cuando una fuerte ventisca golpeó su rostro. Finalmente, con un poco de valor apartó su mirada de las estrellas y la enfocó en Bakugo, llevando una gran sorpresa al encontrar pequeñas lágrimas deslizándose por sus mejillas. Su mirada reflejaba un inmenso dolor, pero también había un poco de paz, de esperanza y un profundo cariño.
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❝ Estas aquí, junto a Mí. ❞ 𝙱𝙽𝙷𝙰
FanfictionMe gustaría decir que el dolor pasó, me gustaría decir que los recuerdos se fueron, me gustaría decir que ella volvió... Me gustaría decir que no me dolió. Los años han pasado, pero ella sigue dentro de sus corazones... Viviendo sin miedo a...