Relato 10: La Explosión De La Verdad

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La rutina de abuso y manipulación había convertido al joven de ojos azules en una sombra de su antiguo yo, cada día, cada minuto y segundo era un ciclo interminable de sumisión y control, una espiral descendente que parecía no tener fin, sin embargo, un día, algo inesperado rompió la monotonía opresiva.

George había salido a hacer unas compras, dejándolo solo por primera vez en mucho tiempo, con las manos temblorosas encendió la televisión buscando un escape momentáneo de su realidad.

Al principio el ruido de fondo era solo un murmullo indistinto pero entonces una noticia captó su atención.

En la pantalla, una reportera hablaba sobre una búsqueda en curso, mostrando fotos y videos de personas desaparecidas, entre ellas reconoció su propio rostro, una versión de sí mismo que parecía de otro tiempo, cuando aún tenía esperanza y fuerza, el titular era claro.

Continúa la búsqueda de Richard Henry Parkin Starkey desaparecido hace meses.

La conmoción fue instantánea, sintió una mezcla de esperanza y desesperación, un recordatorio de que el mundo exterior no lo había olvidado, su madre no lo había olvidado, vió a su madre en televisión y se rompió a llorar, era ella, era su mamá y lo estaba buscando, podía ver qué tan mal estaba pero era ella y aún tenía la esperanza de encontrarlo con vida, debía irse con ella, debía huir de ahí... Sin embargo, antes de que pudiera procesar completamente la información la puerta se abrió y George entró en la habitación, cargando bolsas de compras avisando de su llegada en un tono de voz muy animado, como una típica pareja normal y feliz.

Pero aquel estado de ánimo se desvaneció al ver la televisión encendida y la expresión en el rostro de su novio, George comprendió inmediatamente lo que estaba sucediendo, pudo ver en sus ojos una chispa de esperanza y eso le hizo enfadar, su rostro se endureció, la furia y la paranoia se vió reflejado en sus ojos.

── ¿¡Qué mierda crees que estás haciendo!?.── Gritó arrojando las bolsas al suelo y apagando la televisión de un golpe. ──¿¡Te atreves a soñar con escapar!? ¿¡A pensar que alguien vendrá a rescatarte!?.──

Richard con el corazón latiendo con fuerza trató de huir de George pero su cuerpo debilitado apenas respondía.

George se acercó a él sujetándolo con fuerza y llevándolo a la mesa donde estaban las drogas.

──¿Quieres saber por qué nunca podrás escapar, Starkey?.──  Dijo George, su voz temblando de ira mientras preparaba una nueva dosis. ── Porque te he enseñado a necesitarme, te he roto y te he reconstruido a mi imagen, no hay vida para ti sin mí.──

── ¡No! ¡Basta! ¡No quiero! George, George por favor te lo ruego... No lo hagas, no quiero.──

── Pero si siempre me ruegas por una dosis,  lo quieres y mira mi linda mascota, te daré un poco más de lo normal y es una linda recompensa.──

Richard trató de resistirse pero George era implacable, sujetándolo con una mano inyectó la droga en su brazo con la otra.

La sensación de entumecimiento y confusión fue inmediata, pero esta vez, la ira y la desesperación de Richard lucharon por salir a la superficie.

── No... George.── Murmuró el ojizarco. ── No soy tuyo. Nunca lo seré.──

La declaración, aunque débil, encendió una chispa de furia en George. Y lo arrojó al suelo, su rostro delataba la locura, no podía concebir que Richard no fuera suyo y por ende le volvió a dar fuertes patadas en su estómago y torso.

──¡Te equivocas! ¡Eres mío! ¡Siempre lo serás!.──

Con una fuerza nacida de la desesperación Starkey intentó levantarse pero solo pudo jalar de la pierna de George para hacerlo caer y ahí se arrastró para ponerse de pie y miró a su captor en dónde sus propios ojos estaban llenos de una determinación recién descubierta.

── Nunca seré tuyo.── Repitió en dónde su voz iba ganando fuerza.

George cegado por la rabia, lo golpeó con fuerza, lanzándolo contra la pared en dónde los cuadros se cayeron al suelo haciendo que los vidrios rotos se esparcieran por el suelo en dónde varios se incrustaron en la piel de Richard.

──¡Te enseñaré lo que significa ser mío!.──  gritó en dónde su voz resonó en la habitación.

La confrontación alcanzó su punto de ebullición.

Richard drogado y debilitado apenas podía mantenerse en pie, pero la visión de su rostro en la televisión había reavivado algo dentro de él ignorando que George se abalanzaba sobre él para golpearlo, pero ahí supo que tenía que luchar, no solo por su vida, sino por su libertad, por la posibilidad de un futuro más allá de ese infierno.

𝙎𝙩𝙤𝙘𝙠𝙝𝙤𝙡𝙢 [𝑆𝑡𝑎𝑟𝑟𝑖𝑠𝑜𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora