Relato 6: La Ilusión De La Libertad

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Los días transcurrían en un monótono desfile de sufrimiento y dependencia, el chico de ojos azules estaba atrapado en la espiral descendente que George había tejido, apenas distinguía la realidad de las alucinaciones provocadas por las drogas, las drogas de las cuales sabía que dependía porque cuando George no le administraba su dosis diaria sufría crisis que rozaban los psicótico. Sin embargo, en lo más profundo de su mente, aún quedaba un destello de esperanza, una chispa de deseo de libertad el cual era opacado por todo el control que George ejercía sobre él.

George, siempre astuto, decidió utilizar esa chispa para reforzar su control, había visto como miraba por la ventana con sus lindos ojitos azules añorando una libertad que no le daría hasta estar seguro de que no querría escapar de sus garras así que una mañana, llevó a su hermoso chico a una habitación que nunca había visto antes.

Las paredes estaban adornadas con espejos, cuando el muchacho se miró a uno de los espejos vió reflejando su imagen fracturada desde todos los ángulos, ya no se veía como en un inicio, estaba demacrado, tenía muchas cicatrices en su cuerpo, unas enormes ojeras debajo de sus hermosos ojos azules que ahora estaban muertos.

Al mirar al centro vió una pequeña mesa de madera circular y en el medio de la misma vió una reluciente llave plateada que hizo que su corazón latiera con aquella pequeña chispa de esperanza.

── Hoy mi amor, te voy a dar una oportunidad.── Anunció George con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. ── Ésta llave abre la puerta principal, si puedes encontrar el valor para usarla, serás libre y juro por mi vida que no te voy a perseguir.──

El adverso miró la llave sintiendo la esperanza renaciendo brevemente en su pecho así que se acercó aquella pequeña mesa pero algo estaba mal, sentía sus piernas débiles y el mero hecho de dar un paso al frente le hizo sentir mareado, parpadeó varias veces y al ver en dónde supuestamente estaba George no lo vió, pero enseguida sintió su aliento a su lado, su presencia dominante y aquella sonrisa en dónde sus grandes colmillos filosos se notaban, le daba algo de miedo.

── Si decides quedarte, sabrás que es porque tú lo has querido.──  Susurró de una forma persuasiva mientras que sus largos dedos acariciaron los mechones castaños casi rubios de su chico. ── Este es tu hogar ahora y yo soy la única persona que realmente te ama.──

Starkey tomó la llave con manos temblorosas, sus pensamientos eran una telaraña de confusión y deseo de escapar, quería correr hasta la casa de su madre y decirle que estaba ahí, quería refugiarse en el calor de los brazos de su madre y estar a salvo, quería tener una vida normal pero sabía que no lo sería.

Miró atentamente aquella llave y se encaminó hasta la salida pero sus piernas apenas podían sostener su cuerpo, estaba delgado, débil y mayormente drogado, el dolor en sus articulaciones era horrible, le dolía cada mísero paso que daba y eso le daba miedo, el otro lo podía matar si quisiera.

George lo siguió a una distancia corta, sus zapatos negros de vestir resonaban en ese lugar y eso era un sonido que torturaba a Richard, le hacía recordar los primeros días en ese lugar en dónde solo oía las manecillas del reloj y eso por poco lo volvía loco. Ahora yendo a la salida sentía la mirada del otro, sentía esa presión en su nuca como si un animal lo estuviera acechando y George era como un lobo.

── Vamos Ritchie, si realmente crees que hay algo mejor fuera de estas paredes, adelante, pero recuerda, allá afuera nadie te cuidará como yo.──

Cuando Starkey alcanzó la puerta principal, la llave temblando en su mano, sentía que pronto caería al suelo pero es que sus pensamientos estaban nublados, sus recuerdos de la vida antes del cautiverio se desvanecían como un sueño lejano ¿Acaso todo aquello que creía que vivió antes del secuestro era solo un juego de su mente para darle un respiro de esa tortura? ¿Acaso la señora Elsie no era su madre? ¿Maureen no existía? Maureen parecía ser la versión masculina de George ¿Y si él había creado a Maureen para tener un ancla heterosexual saludable de una relación?.

En el umbral de la libertad se giró para mirar a George dejando ver sus ojos llenos de lágrimas y desesperación.

── ¿Por qué haces esto?.──  Preguntó Richard con su voz rota.

George se acercó lentamente para poder acariciar el rostro de su chico con una ternura que parecía casi sincera.

──Porque te amo, Ritchie y quiero que entiendas que no hay escape de este amor. Afuera solo hay dolor y soledad... Aquí, conmigo, siempre tendrás a alguien que te cuide y te ame.──

La llave cayó de las manos del muchacho de ojos azules chocando contra el suelo con un sonido metálico.

Su espíritu, una vez fuerte, ahora se rendía ante la omnipresencia de George, no supo en qué momento se dejó caer en los brazos de su captor sintiendo sus lágrimas mojando la camisa de George, lo necesitaba, necesitaba que lo amaran y cuidaran, necesitaba el contacto humano que George se lo daba ahora entre sus brazos fuertes y cálidos.

── Sabía que entenderías.── Susurró George abrazándolo con fuerza. ── Estamos destinados a estar juntos, éste es nuestro hogar, nuestro amor.──

Mientras la puerta permanecía cerrada, la ilusión de libertad se desvanecía y Richard se sumergía más profundamente en el espiral de su cautiverio.

𝙎𝙩𝙤𝙘𝙠𝙝𝙤𝙡𝙢 [𝑆𝑡𝑎𝑟𝑟𝑖𝑠𝑜𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora