Dónde Jennie se encuentra un gatito abandonado en un callejón, su corazón de pollo le impide dejarlo ahí solo y lo termina llevando a su casa. Jennie ama los gatos, pero no sabe como cuidarlos, hasta que recuerda que Lisa sí sabe como cuidarlos.
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Bathing a kitten ♡
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—Nini, cariño, ¿Estás segura de que deberíamos bañar a Eclipse nosotras? podríamos llevarlo a un salón de mascotas—propuso Lisa mientras Jennie negaba rotundamente.
Los cabellos del fleco de Jennie se movían en sincronía con su rostro mientras negaba con la cabeza, tenía un puchero en sus labios y su entrecejo fruncido.
—¡No! No me fío de esos salones, ví una noticia en donde mataron a un gatito dentro de uno de esos. Prefiero bañarlo yo contigo.
Lisa asintió, comprendiendo la preocupación de Jennie. Sabía lo importante que era para ella la seguridad y el bienestar de Eclipse.
—Entiendo, Nini. Si prefieres hacerlo tú misma, yo te ayudaré. ¿Dónde quieres bañarlo? ¿En la bañera o en el fregadero?
Jennie reflexionó por un momento, sopesando las opciones en su mente.
—Creo que sería mejor en el fregadero. Es más pequeño y podré controlarlo mejor. Además, así no nos mojaremos tanto —decidió finalmente.
Lisa sonrió, asintiendo con la cabeza.
—¡Perfecto! Iré a buscar las cosas necesarias. ¿Podrías traer a Eclipse mientras tanto?
Jennie asintió y se levantó del sofá, yendo en busca de Eclipse, quien descansaba plácidamente en su cama.
Mientras tanto, Lisa reunió los elementos necesarios para el baño de Eclipse: champú para gatos, toallas suaves, un cepillo de dientes suave y un recipiente pequeño para verter el agua. Una vez que todo estuvo listo, se dirigió hacia la cocina, donde Jennie ya estaba esperando con Eclipse en brazos.
El pequeño gatito ronroneaba suavemente, aparentemente ajeno al hecho de que pronto estaría tomando un baño. Jennie lo acariciaba con ternura, transmitiéndole tranquilidad.
—Listo, aquí está Eclipse —dijo Jennie, entregando suavemente al gato a Lisa.
Lisa lo sostuvo con cuidado, acariciándole la cabeza con suavidad.
—Hola, pequeño. ¿Listo para tu baño?
Eclipse maulló suavemente en respuesta, como si estuviera de acuerdo.
Con cuidado, Lisa llevó a Eclipse al fregadero, asegurándose de que el agua estuviera a la temperatura adecuada antes de comenzar. Jennie se colocó a su lado, lista para ayudar en lo que fuera necesario.
El gato maulló y se erizó cuando sus patas tocaron el agua, sacó sus uñas y arañó dando manotazos que le cayeron a Lisa y a Jennie, las cuales intentaban controlar al ahora alterado gato el cual maullaba en queja y se aferraba con las uñas en la ropa de Jennie.
