Dónde Jennie se encuentra un gatito abandonado en un callejón, su corazón de pollo le impide dejarlo ahí solo y lo termina llevando a su casa. Jennie ama los gatos, pero no sabe como cuidarlos, hasta que recuerda que Lisa sí sabe como cuidarlos.
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Esa tarde ambas se habían reunido ambas para ver películas juntas mientras que Eclipse descansaba cómodamente entre ambas, las dos lo acariciaban y mimaban al gato. Se estremecían, sonrojaban y reían nerviosamente cuando sus manos se tocaban.
Jennie se aventuró a tomar la mano de Lisa, sentía como esta era grande, cálida y reconfortante. Lisa se sorprendió al principio por el gesto, pero pronto se relajó al sentir la suavidad de la mano de Jennie entrelazada con la suya. La conexión entre ellas parecía intensificarse con cada caricia que compartían con Eclipse entre ambas.
Mientras miraban la película juntas, Jennie se acurrucó un poco más cerca de Lisa, buscando su calor y compañía. Lisa envolvió su brazo alrededor de la cintura de Jennie, sintiendo una sensación de paz y felicidad al tenerla tan cerca.
La gatita por otro lado, estaba felizmente acurrucado entre ambas. Escondía tiernamente su pequeña cabeza entre las piernas de Jennie y Lisa.
Después de un rato de estar abrazadas viendo la película, Jennie levantó la mirada hacia Lisa con una expresión suave en sus ojos. Se acercó con suavidad a la mejilla de la estudiante de Veterinaria y postró tiernamente sus labios en la mejilla de Lisa, sintiendo como la misma se estremecía ligeramente y apretaba su mano.
El gesto de Jennie hizo que Lisa sintiera un cosquilleo cálido en el pecho. Se giró hacia Jennie, encontrando su mirada llena de ternura y afecto. Sin decir una palabra, Lisa se acercó lentamente a los labios de Jennie y le devolvió el beso con delicadeza.
Fue un beso suave pero cargado de significado, como si expresara todo lo que habían estado sintiendo el uno por el otro. Se separaron con una sonrisa tímida pero radiante, disfrutando del dulce momento compartido.
Eclipse, quien había estado observando la escena con curiosidad, emitió un pequeño maullido como si estuviera aplaudiendo el amor que había entre ellas.
Jennie acarició la mejilla de Lisa con ternura, sus ojos brillando con emoción.
—Lili...—murmuró Jennie mientras los labios de Lisa se acercaban a los suyos—. Me gustas Lili, mucho—confesó Jennie mientras entrelazaba sus dedos en los cabellos de la nuca de Lisa.
Lisa sintió un torbellino de emociones al escuchar las sinceras palabras de Jennie. Sus corazones latían al unísono mientras se miraban el uno al otro, perdidos en la intensidad del momento.
—Nini... —susurró Lisa, su voz llena de emoción—. También me gustas, más de lo que puedo expresar con palabras.
Con cada palabra, el amor que sentían una por la otra parecía crecer aún más. Se abrazaron con fuerza, compartiendo un momento de intimidad y complicidad que parecía detener el tiempo a su alrededor.
