Oscar.
—Hey, amigo, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás tan de malas hoy?
La voz de Liam me saca de mis pensamientos. Lo observo con enojo. Tengo ganas de arrancarle la cabeza. Él me mira con burla, y sé muy bien por qué me mira de esa manera. Cometí el estúpido error de comentarle lo que pasó con la rubia loca esa. Tengo un problema, no puedo guardarme nada y menos a uno de mis mejores amigos. Ese es mi único defecto, porque otro no tengo.
—¿Acaso aún estás de malas por lo de esa chica que te dejó duro? —pregunta tratando de reprimir la risa.
—Liam, que ni se te ocurra comentarle nada a Alonzo o a mi primo, porque te juro que te arranco la cabeza.
—Tranquilo, hermano, eso no pasará, ¿acaso no confías en mí? ¿Crees que soy un chismoso que cuenta las cosas a todo el mundo? Me siento indignado. Me ofendes. —asegura con dramatismo.
Lo observo entornando los ojos, mirándolo con duda. Cuando actúa así, es que se le fue la lengua y estoy seguro de que se lo dijo a alguien más. Eso es tan vergonzoso, pero no más que lo que me intentaron hacer esas mujeres viejas. Juro que no pude dormir, me sentía abusado, violado, yo, Oscar, un hombre que le encanta que lo toquen, pero el recuerdo de lo que pasó anoche me desagrada. No sé qué hubiera sido de mí si esa chica no entra.
Pero eso es culpa de esa rubia loca; es la única culpable de lo que me pasó. Deja que me la encuentre, porque estoy seguro de que la volveré a ver. No sé por qué, pero lo presiento de que será así; además, ya han sido demasiadas coincidencias de que me la encontrara varias veces y por algo es.
Me la cobraré por haberme dejado duro después de darle un gran orgasmo. Quizás le pague con la misma moneda. Esa Tatiana no sabe con quién se metió. Ya verá. Escucho la tos de Liam, al verlo, me sonríe con burla.
—Veo que esa chica te tiene en las nubes. Estás todo pensativo, y tú no eres así. —la sonrisa que me da provoca golpearlo. Respiro profundo para no hacerlo.
—Liam, amigo, ¿a quién le dijiste lo que pasó? Te conozco muy bien, así que habla.
—Y sigues con que yo dije algo, ¿qué te pasa?, ¿por qué no confías en mí? De verdad me siento indignado contigo, y dices ser mi amigo, pero con un amigo como tú, ¿para qué enemigo?
—Ya deja el drama, que mucho drama tuve anoche con esas tres viejas que casi me violan. —hablo sin pensar. Cuando me percato de lo que he dicho, lo miro y él abre mucho los ojos.
Cuando él va a hablar, el sonido de mi teléfono interrumpe el momento, agradeciendo al del cielo por eso. Al verificar quién es, me doy cuenta de que es mi prima Karla. ¿Por qué me estará llamando? Contesto.
—Prima, qué milagro de que llames a tu adorado y hermoso primo, ¿qué se te ofrece? —contexto con una sonrisa.
—No seas payaso, Oscar. Seré breve. ¿Es verdad lo que me contaron de ti? —pregunta y puedo escuchar su risa.
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¿Enamorarnos? ¡Jamás!
RomanceElla construyo un muro alto que cupido necesitara binoculares para poder flecharla. No le interesan los enredos amorosos, asegura que el romance es como intentar ponerle calcetines a un pulpo; complicado. En sus planes no esta atarse, con tener una...