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Kaetelia un reino donde la paz predominaba y la pobreza escaseaba pues sus reyes eran justos y se preocupan por su pueblo.
El príncipe heredero Katsuki y su hermana la princesa Kyoko también eran reconocidos por sus buenas atribuci...
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6 años
La nieve comenzaba a pintar de blanco los hermosos paisajes, la temperatura comenzaba a bajar considerablemente, risas y niños jugando sobre las calles felices de la llegada del invierno.
Kyoko suspiro triste al ver a niños jugando en los jardines del palacio, eran hijos de algunos soldados.
— Princesa debe de concentrarse
— Cuando termine ¿Puedo salir a jugar? – pidió sin despegar su vista de la ventana.
— Si prometes no hacer trampa, claro que podrás.
— Lo prometo Suni
Suni la miró y sonrió con cariño se sentía feliz de cuidarla y verla crecer, pero no solo la niña crecía, ella igual, ya no era la misma joven de 16 años, no, ahora tenía 21, ya no tenía la inocencia de años atrás aunque seguía conservando su espíritu libre, lleno de sueño y esperanzas.
— Acabe Suni
— Veamos – recibió la hoja que la niña tan emocionada le brindaba – esta muy bien princesa – Kyoko la miró esperanzada – esta bien ya puede salir a jugar, pero recuerde abrigarse bien, la alcanzó en un momento.
No esperó más para abrigarse y salir rumbo a los jardines, la joven solo rió y negó.
— Alguien está feliz
— Hide, que sorpresa verte aquí – un rubor comenzaba a instalarse en sus mejillas.
— Mm solo venia a saludarlas pero...
— Acaba de salir, terminó rápido sus lecciones para poder salir a jugar.
— Nuestra Kyoko es muy inteligente – "nuestra" no dejaba de resonar en la cabeza de Suni.
— Si ...– ambos se sonrieron
— ¿Quieres ir a pasear un poco? la nieve aun no esta tan profunda, después llevaremos a Kyoko a la torre para tomar chocolate
— Me encantaría – Ambos engancharon sus brazos comenzando una plática amena.
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Kyoko emocionada se acercó a los niños que veía desde su ventana, escuchaba como reían, parecía divertido, sin embargo las risas se esfumaron cuando la notaron llegar.
— Oh – se sentía nerviosa, pues todos la veían – ¿Puedo unirme a ustedes?
Todos se comenzaron a ver entre si, una pequeña de cabello negro asintio, pero antes de acercarse a la mas pequeña otro niño coloco su brazo para impedir que siguiera avanzando.
