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Kaetelia un reino donde la paz predominaba y la pobreza escaseaba pues sus reyes eran justos y se preocupan por su pueblo.
El príncipe heredero Katsuki y su hermana la princesa Kyoko también eran reconocidos por sus buenas atribuci...
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Pasaron 3 meses desde la noticia del embarazo, el reino estaba feliz ante la noticia de un futuro heredero, sin embargo a la vez estaban preocupados pues se escuchaban rumores, un reino vecino quería atacarlos al ver la prosperidad que estaba logrando el reino, en un futuro podría extenderse.
Masaru y Mitsuki tomaron la decisión de prepararse ante cualquier ataque, amaban a su pueblo no dejaría que vidas inocentes se perdieran solo por la avaricia de otros.
Convocaron a soldados, magos, e incluso hombres que quisieran participar en el entrenamiento, no se necesitaba un título para ser parte de los soldados, y claro los reyes no forzarian a ningún civil a unirse si no era su deseo, pero valla sorpresa muchos jóvenes decidieron unirse pues quería defender a su reino, su hogar.
Pero otra sorpresa que se llevaron los soldados fue que algunas mujeres también asistieron, Mitsuki explicó a Masaru que su pueblo también hacía partícipe a las mujeres, si no fuera porque estaba embarazada también hubiera querido participar.
Había inconformidad por parte de los hombres, específicamente los originarios de Kelia, Masaru optó por que se abriera una escolta con aquella mujeres y se asignará para la protección de su esposa.
El embarazo estaría en manos del médico imperial, del gran maestro y de Ameli, gran error pero no lo sabrían hasta mucho después.
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Tres meses después, las armas ya estaban casi listas, los magos había ideado hechizos de protección para los soldados y los alrededores del castillo, los soldados estaban preparados, la escolta de la reina era de las mejores, las mujeres habían demostrado ser muy hábiles, aunque solo eran 5, Lina la líder, Cora quien también era la dama de compañía y amiga de la reina, Luna una maga, Kami que tenía una destreza bastante impresionante en las armas y Suni ella era la menor, tenía 16 años y las demás le tenían mucho aprecio.
En este corto periodo de tiempo las 6 se tomaron mucho cariño, darían la vida por su reina
— Cada día los príncipes están más grandes - dijo Suni acariciando con cariño la pancita de la reina
— Sigues empeñada en que nacerán dos príncipes, Suni. - regaño levemente Kami
— Es que yo sé que será así - afirmó la joven, y es que ella se basaba en el tamaño de la pancita de su reina, decía que era muy grande para que solo un bebe estuviera ahí.
— Ni el médico, ni la maga de la torre o yo hemos sentido la presencia de otro bebe, pero - suspiro Luna- hay posibilidad de que si sean dos.
— Bueno, tendremos que esperar al día del parto - río Mitsuki.
Tocaron la puerta y Lina abrió.
— Mi reina es la maga de la torre - informó con un toque de desagrado.
