Ya habían pasado un par de días luego de todo lo acontecido entre Megumi y Choso tanto con las chicas y Yuji.
Kugisaki recibió su paga por su pequeña apuesta, por lo que los chicos de segundo invitaron a la castaña a pasar con ellos las vacaciones ya sea de compras, cenas o haciendo cosas de chavos.
Cosas que nuestro pobre Nanami tenía que supervisar.
Pero x, nuestro albino se encontraba llamando por teléfono a su casi hijo ¿Por qué no ir a buscarlo si viven en el mismo lugar? Simple flojera, supongo.
- ¡Hola, Megumi-chan! - dijo sonriente Satoru hablando con su estudiante antes nombrado. - Te paso chismesito rápido, mi amor. - dijo, con un tono más alegre de lo normal.
El albino había agarrado tema con decirles así (o llamarlos con algún apodo cariñoso) a Megumi y a Tsukimi, tanto así que la última lo llamaba "mamá" aveces.
Desde que Suguru llegó otra vez a su vida, también había cambiado. Ya se comportaba como todo un "señor casado y con hijos", cosa que aún no era.
Todavía no se casaba con Satoru, pero lo haría pronto... solo faltaba pedírselo.
Cosas de emos, supongo.
La idea de adoptar a Megumi y a Tsumiki estaba constantemente en la cabeza del ojiazul, y más aún con la llegada de su amado azabache emo que le apoyaba con la idea ¿Por qué no adoptar a Mimiko y Nanako también? Mientras más niños mejor, según Gojo. Al final la pareja llegó a una conclusión...
Les pedirían a sus amados niños ser sus hijos, legalmente.
Este era el lindo motivo del viaje que planearon juntos, aunque el ojimiel planeaba una sorpresa para su albino también.
Pero eso ocurrirá más adelante.
- ¿Y ahora que pasa? - preguntó con curiosidad y su típico tono de niño emo.
- Suguru nos conseguió un pequeño viaje con su primer sueldo de profesor ¿Acaso no es el más lindo? - preguntó emocionado. Tanto así, que el azabache menor podía sentir su felicidad.
- ¿Me estás invitando a sus vacaciones? - preguntó Fushiguro. - Sería mejor si ustedes van a su viaje de pareja, no quisiera estár de mal tercio... -
- ¡Por supuesto que sí, Megumi! Además, tus hermanas irán también. - dijo feliz el ojiazul.
- ¿Hermanas? Yo solo tengo una, Tsumiki. - dijo extrañado.
- Sip, pero conoceras a tus nuevas hermanitas, se llaman Nanako y Mimiko. -
- No estoy seguro de ir, habrán puras niñas... - dijo en tono cansado.