[Elena]
¡Que demonios significa esto! Me levanté de golpe de la mesa, todos me miraron con asombro por mi repentino acto.
-¡Papá explícame que es todo esto!- Le señaló con el dedo, mi madre está nerviosa.
-¡Jovencita que no se te olvide que soy tú padre!- Se levanta exaltada de la mesa.
-¡Entonces explícame!- Esta vez grité.
Mi padre caminó hacía mí, me tomó del brazo con fuerza y me saco de aquél lugar llevándome hasta el jardín.
-¡Que demonios te sucede!- Me regaña mi padre.
-¡De verdad me lo preguntas! ¡Explícame tú qué es eso de casarme! ¡Cuando y quién decidió eso!- Grité tomando el cabello sin importar mi peinado.
-¡Lo decidí yo porque soy tú padre, tengo mis razones Elena! ! Mientras vivas bajo mi techo harás lo que yo diga!- Me grita.
-¡No, no y no tú no puedes decidir por mí papá, tenía muchos planes!- Mis lágrimas salen, mi padre se relaja.
-Elena, es por el bien de la familia, ¿No querrás ser la deshonra o si?- Cayó en lo más bajo al querer chantajearme.
-Dame una buena razón para no gritarte mil cosas y salir de aquí, explícame que es toda esta mierda- Suplique con lágrimas en mis ojos.
-Estamos sin dinero hija quieren quitarnos la casa, quieren quitarnos todo y la única solución es está, así que por favor Elena, hazlo por nosotros- Trata de arrodillarse pero lo detengo.
No tengo más opción, no puedo dejar que mi familia viva en la calle, no soportaría ver a mi mamá sufrir.
-Bien-Dije derrotada, tengo que buscar la forma de librarme de este matrimonio.
Secó mis lágrimas, no regaron mi maquillaje, acomodó mi cabello y entró con mi padre.
-¡Volvieron!- Grita el señor Reyes de emoción.
-Así es, ya todo está arreglado, anunciemos el compromiso a lo grande- Dice mi padre abrazando al señor reyes, yo sonrió falsamente.
Mientras todos celebran aquél anunció bailando y tomando yo estoy sentada en un rincón con ganas de llorar, mis planes de estudiar música se fueron a la mierda, se que me están ocultando algo y tengo que saber que es.
La fiesta acabó, en ninguna ocasión ví a Isabel, es como si no le importará, recuerdo que en la infancia era una chica apartada, sus ojos no reflejaban emoción alguna es como si la vida la hubiera lastimado de la manera más cruel.En el caminó no dije una sola palabra, mis padres iban incómodos lo noté, solo quería acostarme en mi cama y llorar sin parar. Llegamos a casa después de una hora, mis hermanos bajaron de las camionetas, yo solo entré y subí a mi cuarto a llorar, me quedé dormida llorando.
Durante los dos días no salí de lo habitación, hasta dónde se mi nana me informó sobre la fecha donde el compromiso se anunciará, todo el pueblo está invitado a la fiesta, ambas familias también están invitadas.
-Mi niña Elena, aquí le traigo está caja enviada por la familia Reyes- Dice mi Nana entrando, ella deja la caja en la cama y se retira.
Caminó hasta dónde mi nana dejo la caja, dentro de ella hay un vestido hermoso color blanco, no tiene tarjeta pero su una firma de la casa Reyes.
El compromiso es hoy, todo el pueblo hablá de eso, yo traté de buscar ayuda pero la gente que consideraba "amigo" me dieron la espalda, mi nana me ayudó a prepararme para esté día. Bajé la escaleras mis padres y hermanos ya estaban ahí esperando, todos lucían elegantes.
-Todos listos, vámonos- Mi padre trató de ayudarme a terminar de bajar las escaleras ofreciendo una de sus manos pero decliné.
Tardamos una hora lo mismo en llegar, la bulla hizo presencia, la fiesta se dió en el enorme patio de los Reyes, la gente festeja feliz, la numerosa familia reyes estába aquí, entre ellos el hermano menor de Isabel, Iván.
Me acercó a saludar a Bella, lleva un vestido corto color verde.
-!Hola Elena, felicidades por tu compromiso, te lo tenías bien guardado eh!- Dice con entusiasmo, para las dos fué una gran sorpresa.
Iván se nos une.
-¡Elena que gusto verte!- Me abraza dándome un beso en la mejilla.
-Digo lo mismo, me da gusto verlos a ambos- Dije tratando de ocultar mi desánimo.
-A bella la vez a diario, a mí no- Bella se tira la carcajada.
Seguimos conversando, siento un toqué detrás mío, volteó y es Isabel.
-Mi padre dice que la ceremonia está apunto de comenzar- Dice con tono frío, la veo directamente a los ojos, nada en esa mirada a cambiado.
Caminamos detrás de Isabel, el pueblo nos recibe a gritos y aplausos, el padre de Isabel sube a un pequeño escenario.
-¡ATENCIÓN!- Dice por el micrófono, todos hacen silencio-¡Es un honor para mí, anunciarles sobre el compromiso de mi querida hija Isabel y Elena que considero parte ya de nuestra familia- El público grita de emoción.
Iván y Bella aplauden, los demás también, Isabel se queda viendo a un punto fijó, veo a mi familia feliz.
-¡Isabel, Elena, suban al escenario- Grito, inmediatamente las miradas se posaron sobre nosotras, no sentí a Isabel, estába a la par mía con su brazo en mi cintura, ¿En qué momento se movió?
Mientras caminamos al escenario la gente gritaba y aplaudía con mucha felicidad, Isabel sube primer después subí yo.
-Agradezco a todos por venir, es un honor para mí poder celebrar este maravilloso compromiso con mi futura esposa y la mujer que amo, Elena- Dice Isabel, todos vuelven a aplaudir como locos, ¿Mujer que Amo? ¿Se prestó para esta farsa.
Una sirvienta trae los anillos, Isabel toma la caja, los fotógrafos empiezan a sacar fotos, los gritos y aplausos se hicieron más fuertes cuando Isabel puso ese anillo en mi dedo, era mi turno, mis manos tiemblan.
-Respira, todos te están viendo- Susurró Isabel, terminé de poner el anillo en su dedo, sonreí para darles el espectáculo que quieren.
Al parecer esperaban algo más ¿Un beso, quizás? Sigamos adelante con esta farsa.
-Isabel- Logró captar su atención y es ahí donde le plantó un beso, ella me toma de la cintura con fuerza pegandome más a su cuerpo.
-Eso fue repentino- Dice contra mis labios, vuelve a besarme, al parecer le gustaron mis labios.
Nos separamos la una con la otra después de quedar sin oxígeno, la mire directo a los ojos, no reflejan nada.
La ceremonia continuo, la gente me felicita, yo tenía que dar mi mejor sonrisa, Isabel me abandonó prácticamente, a dónde se fue no se.
La fiesta terminó tarde, nos despedimos y cada quién fue a su casa.
Me encerré en mi habitación al llegar, los labios de Isabel con los míos se hizo presente en mi memoria, ayúdame Dios con todo esto, me quedó dormida sin pensar en nada.
Fin del capítulo.
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Esposa por la fuerza.
RomanceEn el pequeño y remoto pueblo de San Sebastián, las tradiciones son ley y las deudas familiares se pagan con la vida de los hijos. Elena, una joven soñadora con un talento excepcional para la música, ve sus aspiraciones de estudiar en la ciudad trun...