Lamine Yamal: Sueños De Barrio

Capítulo 4: Sueños de La Masía: 2. Llegada

Lamine se despertó con la primera luz del amanecer, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Hoy era el día. Se levantó rápidamente y se preparó, mientras su madre, Sheila, le observaba con una mezcla de orgullo y nostalgia. Desayunaron juntos en silencio, el aire lleno de anticipación. Después de un último vistazo a su habitación, abrazó a su familia una última vez antes de salir de casa con su mochila al hombro.

El viaje en coche desde Rocafonda, su barrio en Mataró, hasta La Masía en Barcelona fue tranquilo pero cargado de pensamientos y emociones. Lamine miraba por la ventana, reviviendo todos los momentos que lo habían llevado hasta aquí. Cada esquina de Rocafonda le traía recuerdos: partidos en la calle con sus amigos, risas, y los sueños compartidos sobre un futuro brillante en el fútbol.

Cuando llegaron a La Masía, la monumentalidad del edificio y la atmósfera vibrante del lugar lo abrumaron por un momento. Respiró hondo y dio el primer paso hacia su nuevo hogar. Sus padres lo acompañaron hasta la entrada, dándole palabras de ánimo y abrazos.

Padre de Lamine: "Recuerda siempre quién eres y de dónde vienes. Trabaja duro y sigue tus sueños."

Sheila: "Estamos muy orgullosos de ti, mi amor. Sabemos que harás grandes cosas aquí. Buena suerte."

Lamine asintió, aún un poco abrumado pero determinado. Al cruzar las puertas, fue recibido por Jordi, su nuevo entrenador. Jordi, con una sonrisa cálida, le estrechó la mano y le dio la bienvenida.

Jordi: "Bienvenido, Lamine. Aquí comenzarás una nueva etapa llena de retos y aprendizajes. Estoy seguro de que harás grandes cosas."

Lamine asintió nuevamente, tratando de absorber todo lo que veía a su alrededor. Jordi le mostró las instalaciones y le presentó a algunos de sus nuevos compañeros. Entre ellos estaba Cubarsí, un niño de su misma edad con quien Lamine sintió una conexión inmediata.

Cubarsí: "Hola, soy Cubarsí. He oído hablar mucho de ti. Espero que podamos ser amigos y compañeros de equipo."

Lamine: "Igualmente, Cubarsí. Estoy emocionado por empezar."

Ese primer día fue una mezcla de introducciones y ajustes. Lamine se instaló en su habitación, organizando sus cosas mientras pensaba en Rocafonda. Los rostros familiares de su familia y amigos seguían presentes en su mente, dándole fuerza.

Por la tarde, se reunió con sus nuevos compañeros para un entrenamiento ligero. La intensidad y la disciplina del lugar eran evidentes, pero Lamine se sintió inspirado y listo para dar lo mejor de sí mismo. Esa noche, después de cenar, se retiró a su habitación y sacó su libreta. Necesitaba expresar lo que sentía, así que comenzó a escribir una canción, plasmando sus emociones y esperanzas.

Letra de la canción:

De Rocafonda a La Masía,

mi corazón late con fuerza.

Sueños de campos verdes,

donde el esfuerzo no tiene reversa.

Amistades nuevas, desafíos,

caminos que se abren ante mí.

Con cada paso, una promesa,

de dar lo mejor, de ser feliz.

Cerró su libreta con una sonrisa. Sabía que este era solo el comienzo de una gran aventura. Con el apoyo de su familia, sus nuevos amigos y su determinación, estaba listo para enfrentar los desafíos que La Masía tenía preparados para él.