Lucifer - Mi pequeña Estrella II

18 - Ahora te declaro Inutilfer.

Dan estaba sentado en su mesa, repasando las declaraciones de los testigos, cuando oyó un alboroto cerca de la entrada.

Levantó la cabeza y vio a Lucifer marchando por la comisaría con aspecto de estar a punto de arrancarle las entrañas a alguien, al estilo de las películas de terror para adolescentes.

Entonces vio a Charlotte corriendo detrás de su hijo con una expresión de ligero pánico. "¡ESTÁS EXAGERANDO!" Gritó al demonio.

Ése fue el momento en que los ojos de Dan y Lucifer se cruzaron por toda la comisaría, y el detective juraría que vio un destello rojo.

"¡DANIEL!" atronó Lucifer antes de dirigirse hacia él.

Los ojos de Charlotte se abrieron de par en par y le hizo un gesto frenético a Dan. "¡SABE LO NUESTRO!"

... Mierda.

Dan saltó al instante de su escritorio y empezó a correr con el diablo literal pisándole los talones.

"¡Joder, joder, joder, joder!". Dan seguía murmurando en voz baja mientras corría por la comisaría para salvar su vida. Lucifer seguía gritando el nombre de Dan unido a blasfemias mientras lo perseguía.

De vez en cuando, Dan empujaba sillas detrás de sí mientras corría en un intento de bloquear el camino de Lucifer, pero eso no parecía disuadirle demasiado.

Chloe caminaba por el pasillo con unos papeles en la mano, y Dan aprovechó la única oportunidad que se le ocurrió. Corrió directamente hacia ella, se escondió a sus espaldas, la agarró por los hombros y la utilizó como escudo humano.

Ella parpadeó desconcertada y casi se le caen los papeles. "¿Dan? ¿Qué demonios...?"

"¡HIJO DE PUTA!" Lucifer apareció a la vista, prácticamente echando vapor por las orejas.

Lucifer aminoró la marcha cuando vio a Chloe, e intentó ponerse detrás de ella para llegar hasta Dan. Pero Dan seguía dándole la vuelta allá donde Lucifer intentaba ir.

La estaba mareando. "¿Qué demonios, chicos?" Preguntó.

Lucifer dejó por un momento de intentar llegar a Dan y se enfureció. "¡Este traidor ha cometido un acto atroz! ¡Alucinantemente horrible! ¡Totalmente nauseabundo! Malditas sean las normas de papá, ¡voy a matarlo!".

Lucifer intentó llegar de nuevo hasta Dan, pero Cloe le tendió la mano para aplacarlo. "¡No lo harás! ¿Por qué no te tomas un minuto y me cuentas qué hizo antes de cometer un homicidio en medio de una comisaría?".

"¡SE ACUESTA CON MI MADRE!" gritó Lucifer, haciendo que varias cabezas se giraran.

Si Dan no estuviera tan aterrorizado, habría gemido. Genial, ahora nunca superaría esto... suponiendo que viviera más allá de los próximos cinco minutos.

Fue entonces cuando la Diosa los alcanzó, ligeramente sin aliento. "Bueno, para ser justos, en realidad no se duerme mucho".

Desde luego, eso no ayudaba a la situación.

Los ojos de Lucifer se abrieron de par en par y emitió un sonido enfurecido en el fondo de la garganta.

"Mierda. maldijo Chloe en voz baja. "Dan, vas a romperte algo si sigues apretándome así los hombros". susurró Chloe al hombre que tenía detrás. Dan aflojó el agarre, pero se negó a cambiar de postura.

Cloe se puso los papeles bajo la axila, extendió las manos e intentó elevar la situación. "Lucifer, vamos a tomarnos un minuto para calmarnos, ¿vale?".

Dio un paso hacia delante, y Dan la soltó de los hombros, sin querer acercarse ni un milímetro al Diablo. Ella le agarró los antebrazos e intentó calmarlo. "Ahora, no vas a matar a nadie. Lo que vas a hacer es tomarte un respiro, y luego hablaremos todos de esto".