Chloe se retocaba el delineador de ojos en el espejo del baño mientras se preparaba para la cita nocturna de Lucifer y ella. En cuanto Lucifer le había propuesto la idea, ella había estado totalmente de acuerdo.
Quiere a sus hijos, de verdad... Pero mamá necesita un descanso de vez en cuando.
Llevaba un sencillo vestido negro suelto sin mangas que le permitía seguir sintiéndose cómoda con el peso del embarazo que aún no se había quitado del todo. También llevaba unos pequeños tacones dorados junto con su collar de balas. También se dejó el pelo suelto con ondas. Cuando Cloe estuvo satisfecha de haber terminado de maquillarse, bajó las escaleras.
Amenadiel y Linda la esperaban en el sofá, arrullando al bebé en brazos del ángel. Maze y Eve también habían salido aquella noche, para hacer cosas de las que Cloe no quería saber los detalles, pero que sólo podía imaginar. Trixie estaba en casa de Dan aquella noche.
Cloe ya lo había repasado todo con la pareja tres veces, pero estaba a punto de volver a hacerlo cuando llamaron a la puerta. Chloe giró la cabeza hacia la cocina, donde supuso que estaba Lucifer, y gritó: "Lucifer, ¿podrías atender?".
Al ver que nadie contestaba, frunció el ceño antes de ir a abrir la puerta ella misma. Inmediatamente la asaltó un ramo de rosas rojas que prácticamente le empujaron delante de las narices.
Chloe parpadeó ante el hombre que las sostenía y enarcó las cejas en señal de pregunta. "¿Qué haces ahí fuera?"
Lucifer bajó las rosas y levantó una caja de bombones con otra mano. "Es una cita, ¿no? He venido a recogerte".
Chloe no pudo evitar sonreír divertida antes de coger las rosas y entrar. "Prácticamente vivimos juntos, ¿y vienes a recogerme?".
"Claro, tengo que mantener vivo el romance, ¿no?". preguntó Lucifer. "Sobre todo cuando hay tantos hombres ahí fuera que no hacen nada por su bienestar. ¿No es cierto, hermano?"
Amenadiel sólo respondió con una mirada de soslayo.
Chloe se rió y puso las rosas en un jarrón sobre la mesa de la cocina. Luego cogió los bombones de Lucifer y se metió uno en la boca. Ya que Trixie no estaba allí para obligarla a renunciar a él, Chloe podía darse el gusto. "Gracias, Lucifer". Dijo después de tragar.
Estaban a punto de salir por la puerta, pero Chloe se volvió hacia la pareja del sofá. "¿Seguro que pasaréis bien la noche?".
"Estoy segura de que lo estaremos". le aseguró Amenadiel. "Si Maze puede arreglárselas, estoy seguro de que una noche no será tan difícil".
Lucifer emitió un sonido en la garganta al ahogar una carcajada, y Cloe luchó por contener su propia diversión. Los compañeros compartieron una mirada cómplice antes de volverse hacia los despistados futuros padres.
"Bien", dijo Lucifer con una diversión apenas contenida. "¿Qué te parece si tú y yo volvemos sobre este tema mañana por la mañana? O mejor aún, una noche después del nacimiento de tu propio bribón. A ver si entonces no te resulta difícil".
"De acuerdo", dijo Cloe mientras cogía a Lucifer del brazo para impedir que desanimara a sus niñeras. "¡Buenas noches, chicos, hasta mañana por la mañana!".
Los padres se despidieron del bebé y salieron por la puerta. Cloe enarcó las cejas cuando vio el coche que iban a llevar aquella noche. No pudo evitar una risita. "¿Una limusina? ¿Acabo de entrar en una comedia romántica de instituto?
"Pensé que podría traerte agradables recuerdos de cierta escena de cierta película...". dijo Lucifer con un guiño.
Chloe tardó un momento en recordar aquella escena de Hot Tub High School en la que se besaba con un deportista en la parte trasera de una limusina robada. Esa escena solía quedar eclipsada por la famosa del semidesnudo.
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Lucifer - Mi pequeña Estrella II
AcakJusto cuando el Diablo y la Detective se están adaptando a la paternidad, llega la última manipulación del viejo y querido Papá en forma de dos diablillos plumosos e inoportunos a lomos de Lucifer. Y mientras se adaptan a este inesperado giro de los...