༺ Despertar en la Mansión Roswaal ༻

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☞ 𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐧𝐞𝐮𝐭𝐫𝐨 ☜

Pensando que ya había aliviado el sueño, Rimuru Tempest se despertó en su Espacio Imaginario otra vez más, sin embargo, esta vez no podría levantarse con facilidad, porque cuando lo intentó hacer sintió algo pesado encima de él que lo impedía moverse.

— "¿Vuelvo a despertarme aquí...?" — pensó Rimuru con extrañeza — "¿Y cómo fue que me dormí- oh, siento algo pesado encima de mi, que es...?"

Cuando el chico de cabello azul descendió su mirada, se llevó un buen susto. Manas Ciel estaba durmiendo encima de él, asimilándolo como una almohada, lo sabia por la forma en la que ella inhalaba y exhalaba el aire a la vez que lo agarraba, no entendió como llegó a esa situación, pero sí que comprendió que seguramente debe haberse tratado de ella quien lo durmió voluntariamente para hablar con él en esa dimensión.

— "¿Ahora qué hago... la despierto, o dejo que siga durmiendo...?" — pensó Rimuru, sin saber qué hacer.

— Z z z.... Mmh... — se acomodó.

Repentinamente, lo último que el slime deseó que ocurriera sucedió, en ambos lados de su rostro aparecieron un Rimuru demonio y un Rimuru ángel, ambos dispuestos a lidiar con una disputa por las siguientes acciones de el protagonista.

— ¡Venga Rimuru Tempest, no tengas miedo, este es tu momento para poder aprovecharte del cuerpo de una entidad como Ciel! — dijo el demonio pérfido, con un tridente en mano y un perverso tono de voz — ¡¿Acaso no es hermosa?! ¡No desperdicies esta oportunidad ahora que está dormida sobre tu pecho!

— ¡No le hagas caso Rimuru, Ciel sigue siendo una entidad con consciencia y sentimientos, si ve que eres un tipo tan descarado como para jugar con su cuerpo dejará de dirigirte la palabra por un largo periodo de tiempo, no confiará en ti! — dijo el ángel, con sus alas llenas de plumas y aquella aureola encima de la cabeza.

— "¡Agh ustedes dos, desparezcan de mi mente, tarados!" — dijo Rimuru, sacudiendo la cabeza de un lado para otro.

El peliazul intentó incorporarse, evitando moverse demasiado para no incomodar a Ciel y desadormecerla.

— "Aunque no puedo mentirme a mí mismo y negarme a aceptar que se ve muy tierna en este momento..." —.

— *Sigue durmiendo plácidamente* —.

— "¿Debería relajarme...? Quiero decir, en el mundo real debo estar reponsando al igual que ella, no hay problema si me quedo descansando aquí, ¿cierto...?" — cerrando los ojos con inseguridad.

Sin embargo y para su desgracia, Ciel se empezó a despertar.

— "Pues quizá no voy a poder descansar..." — pensó Rimuru, atemorizado, observando como los ojos rojizos de la peliazul empezaban a entreabrirse.

— ... Huh, buenos días maestro... — dijo Ciel, todavía sosegada.

— "¿B-buenos días?" Em... Ciel, ¿podrías reaccionar?

— ¿Qué sucede?

— Estás encima de mi, ¿cómo acabamos así? —.

Tan pronto como se dio cuenta de la posición que tomó reconciliando el sueño con su maestro, las mejillas de ella empezaron a colorarse de un tinte rojo intenso y se apartó rápidamente de Rimuru, se había precipitado descansando tan cerca de él, y le daba miedo reconocerlo.

Tensura | Re Zero: Ruptura dimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora