Rey Sin Reglas [DxD]

En busca de mas allá

El paso del tiempo, era algo que el joven Sitri se habia acostumbrado, dado a que en su vida anterior el no tenía  muy consiente la noción del tiempo,han transcurrido más años y ahora Gok tiene trece años. Un adolescente pleno, sin embargo, hay algo curioso en esto, ya que el joven Sitri no parece tener trece años ni un adolescente. ¿La razón? es que no ha cambiado en absoluto durante todo el tiempo transcurrido. Se esperaría que un joven de trece años tuviera una estatura de 1,50 a 1,60 metros, pero el joven heredero Sitri no ha superado los 1,24 metros desde entonces.

Esta situación generó preocupación en su familia, quienes no comprendían la razón detrás de su inusual condición de no crecer. En consecuencia, sus padres consultaron a varios médicos, incluyendo al reconocido Akuja, en busca de una explicación. Sin embargo, todos ellos coincidieron en que Goku no presentaba ninguna enfermedad o factor que impidiera su crecimiento. Esta conclusión fue corroborada mediante el uso de magia en el inframundo, lo cual permitió detectar rápidamente cualquier enfermedad o lesión.

—"Esto es mucho mejor de lo esperado"— pensó Goku mientras miraba sus manos para proceder a abrirlas y cerrarlas.

Actualmente, Goku se encuentra en su sala de entrenamiento personal. Desde que comenzó a practicar magia, se había alejado un poco del entrenamiento físico. Sin embargo, al comprender más sobre la magia y los círculos, retomó su entrenamiento físico y notó varios resultados positivos.

Goku deseaba volver a dominar todas sus técnicas de su vida pasada, pero al nacer como un miembro del clan Sitri se lo puso difícil hasta el momento. No podía simplemente enfocarse en las artes marciales como en su antigua vida, esto se debía a que su madre lo obligaba a tener clases educativas y formales para fomentarlo como un demonio de clase alta hecho y derecho. También existía la posibilidad de que si intentaba saltarse las clases, bueno, su madre actual podría ser bastante aterradora.

Ahora que el joven ha cumplido trece años, tiene un poco más de autonomía para tomar decisiones y hacer lo que más le gusta, que es entrenar. Goku se encontraba parado en medio de la sala de entrenamiento mientras que varías robots en forma de mostruos yacían incrustadas en el suelo o paredes.

—"Impresionante como siempre, Goku. ¿O prefieres que te llame Goku-sama?"—

Goku se giró hacia la fuente de la voz y dejó escapar un suspiro de cansancio al reconocer de quién se trataba.

—"Makima, te dije que puedes llamarme como quieras"—Goku tomó una toalla para secar el sudor que resbalaba por su frente.

A diferencia de Goku, Makima había crecido significativamente. Si se les colocaba juntos, parecía que la pelirroja era el doble de grande que el joven adolescente. El cabello de Makima ahora llegaba hasta los hombros, con un gran flequillo colgando frente a su rostro. Aparte de eso, su apariencia no había cambiado mucho. Pero con el tiempo las personas siempre cambian y en la caso de Makima fue...

—"Parece que ya terminaste, Tengo hambre, vamos a comer pizza"— la pelirroja pidió pero parecía más una orden que una petición.

La actitud de la reina de Goku había cambiado radicalmente, o para ser más precisos, su actitud cambió en cuanto al clan Sitri. Con cada miembro del clan, su personalidad cambiaba. Debido a la constante compañía de Goku, Sona Tsubaki y la misma Serafall Makima, se había vuelto una chica alegre, burlona y energética. Por otro lado, estaban la matriarca y el patriarca Sitri. Debido a que su madre había insistido en instruir a ambas reinas de sus respectivos hijos, Makima se volvió elegante, refinada, calculadora y una dama con modales en cuanto a estar en presencia de demonios de renombre. Por ende la actitud de la niña variaba dependiendo con quien estaba.