Goku actualmente se encontraba en su patio, debajo de un árbol. Se encontraba en una posición de Loto, a lo que da entender que estaba meditando.
Habían transcurrido cinco meses desde que decidió aceptar la propuesta del patriarca Gremory para casarse con su hija menor, Rías Gremory. El azabache realmente no sabía que pensar, por un lado, no quería esto, sonaba realmente muy problemático y molesto, ciertamente no era su responsabilidad, sin embargo, Rías era una chica increíble, amable, responsable entre otras cualidades que poseía la pequeña niña pelirroja. Sin embargo, este "matrimonio" se acabaría una vez que una Rating Game se haga formalmente con Raiser Phenex.
Además, se había llevado demasiado bien con su hermana menor, Sona, así que realmente no tenía muchas opciones de la cuál oponerse a un matrimonio temporal con la futura heredera de la casa Gremory.
Dejando ese tema de lado, también tenía otro problema presente.
"El futuro heredero del clan Sitri" un título que se le había dado al nacer y sinceramente no era que hiciera muy feliz al Saiyajin.
Poder, Dinero, Lujos, una increíble cantidad de cosas que se le daba al obtener este título tan importante, Goku tenía la oportunidad de tener un sin fin de privilegios, pero el azabache no lo necesitaba. Ciertamente competir con otros herederos en un Rating Game sería interesante, pero era más complejo de lo que pensaba, pues una pelea entre dos herederos, donde el perdedor podría perjudicar su estatus o inclusive a todo su clan. El azabache por su parte había intentado convencer a sus padres de cambiar de opinión y en su lugar su hermana menor Sona fuera quien tomara la cabeza de la familia Sitri, para su mala suerte sus padres habían dejado claro que el sería quien liberaría la familia Sitri, lo cual hizo que Goku se resignara por el momento.
Rápidamente Goku se recompuso de su posición de loto y acto seguido un dolor en su mano se empezó a presentar, ligeros gruñidos de irritación salieron de sus labios, pasaron algunos segundos y el dolor desapareció. Goku soltó un suspiro de alivio, y luego comenzó a caminar dirección a su casa, estos "ataques" habían empezado desde que encontró aquella espada rota, por más que quisiera tirarla, el medio saiyajin sentía como si ese espada rota lo estuviera buscando. Algo raro, pero por el momento confiaría en su instinto.
Al momento en que llego a su hogar fue tecleado por una persona a una velocidad a la que no pudo reaccionar y lo único que pudo hacer fue ser llevado por dicha persona.
—"¡Go-Tán!, ¡Tu linda hermana mayor está aquí!, ¡¿Me extrañaste?!, yo te extrañe mucho"— quien hablaba con tanto éxtasis era su hermana mayor Serafall. Goku apenas y pudo liberarse del fuerte abrazó de su cariñosa hermana, pues a veces Serafall no se podía contener cuando se trataba de su fuerza.
—"¿Nee-San?, ¿Qué haces aquí?, pensé que regresarías en dos semanas"— al recuperarse el pequeño niño preguntó por qué su hermana mayor estaba aquí, pues como una de las líderes del inframundo, estaba bastante ocupada y no tenía mucho tiempo libre.
—"Tu Nee-san se encargó de su trabajo lo más rápido posible para ver a sus adorables hermanitos"— contesto la Reina Demonio con entusiasmo antes de volver abrazarlo. Pasaron algunos segundos para que Serafall soltara a su pequeño hermano.
—"Por cierto, ¿Dónde están Mama, papa y So-tan?, estaba buscándolos, pero solo te vi a ti"—cuestionó la pelinegra de coletas observando con adoración a Goku.
—"Fueron a la residencia Gremory de visita, pero yo insiste en quedarme"— fue la simple respuesta del peli-punta a lo cual la demonio mayor asintió en aprobación.
—"¡Bien!, ¡En ese casó te llevaré conmigo!"— exclamó Serafall agitando sus brazos de forma cómica a lo que el azabache inclinó su cabeza.
—"¿A dond-"— no pudo terminar su pregunta cuando la demonio lo agarro en brazos y salió corriendo a una increíble velocidad hacía la salida de la mansión.