Capitulo 2

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Gina

El constante goteo del fregadero llenaba la habitación de un sonido incesante, como un eco de ansiedad que resonaba en la mente de Gina. La partida de Gretel dejaba tras de sí un halo de incertidumbre, un laberinto de dudas que atormentaban a Gina mientras observaba cómo la puerta se cerraba tras la figura de Gretel.

El aire en la habitación era pesado, impregnado de una tensión palpable que oprimía el pecho de Gina. La pregunta martilleaba en su cabeza: ¿Debería quedarse o partir? ¿Qué destino le esperaba en aquel lugar sombrío?

Cada rincón parecía susurrar historias olvidadas, secretos sepultados bajo capas de polvo y desesperación. Los grilletes en la pared eran testigos mudos de los horrores que habían ocurrido allí, una sombra oscura que acechaba mientras Gina luchaba por decidir su destino.

El recuerdo de las palabras de Gretel resonaba en su mente con un eco escalofriante: "y los que no logre salvar, pues ya viste donde terminaron". Un escalofrío recorrió su espalda al imaginar lo que eso podría significar. ¿Estaba en peligro? ¿Era este lugar realmente más seguro que el exterior?

Con pasos vacilantes, Gina se acercó a la puerta, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. La decisión pesaba sobre ella como una losa, una carga que no sabía si podría soportar por mucho más tiempo. El futuro era incierto, lleno de sombras y peligros que acechaban en cada esquina.

Pero algo en su interior le decía que debía quedarse, que había algo más en esta casa, algo que aún no había descubierto. Tal vez era la curiosidad o tal vez el miedo a lo desconocido, pero Gina sabía que no podía huir de su destino por más tiempo.

Con un suspiro resignado, Gina se dirigió de vuelta hacia el centro de la habitación, su mente llena de preguntas sin respuesta. ¿Qué secretos guardaba esta casa? ¿Y qué papel jugaba ella en todo esto? Solo el tiempo lo diría, pero por ahora, Gina estaba dispuesta a enfrentar lo que sea que viniera.

Al salir de la habitación, Gina se adentró en la casa en busca de respuestas. Aunque estaba en buen estado, como si jamás hubiera estado abandonada, notó el polvo que cubría los muebles, una señal de que el tiempo había pasado sin que nadie estuviera allí para cuidarla. En su exploración, no encontró rastro de Gretel, pero descubrió una habitación que parecía ser una oficina.

La habitación estaba equipada con un escritorio, una silla, un archivero, un computador y un librero. Sobre el escritorio había algunos papeles, tentándola a examinarlos, pero algo en su interior le decía que era mejor dejar ese lugar tal como estaba. Decidió hacer caso a su instinto por el momento y continuar su exploración en busca de respuestas más profundas.

O al menos algo que calmara aunque fuera un poco la curiosidad que la carcomía.

GinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora