Volví a la escuela, otra vez. En el recreo fui a nuestro columpio, no me sentia sola. Minutos después, una silueta se sentó al lado de mi columpio, era un chico con el cabello blanco y despeinado. Me preguntó si estaba sola, y le dije que no estaba sola. Me jugó una carrera, el que iba más alto ganaba. No se muy bien quien ganó, porque al cerrar los ojos y al abrirlos, ya no lo ví más. ¿Había sido imaginación mia?
-m.