Volví a la escuela, todos parecían muy sorprendidos por mi llegada. Algunos me llamaban <<valiente>>
No entendí hasta que fue el receso, en una de las largas galerías había un altar, un altar tuyo Gracie. No podía volver, claro esta. Así que como siempre, salí corriendo.
Yo no era valiente, y nunca lo seré.
-m.