—Significa que quiero comerte. Tus pequeños bíceps, tus pequeños
tríceps. —Me da un beso en la boca y arrastra la lengua por mis labios—.
Ahora a ti.
Agarrando su mano, la meto entre nuestros cuerpos para que pueda
sentir todo lo que me ha regado por el abdomen.
—Significa que voy en plan francés esta semana y no me ducharé para poder olerte en mí.
Gruñe y nos cambia de posición, así uno de mis costados está sobre la cama, luego se mueve entre mis piernas hacia donde estoy empapado en lo que acaba de darme.Sus ojos brillan en las sombras mientras desliza el semen líquido que gotea de mi muslo en un recorrido hacia mi hinchada entrada, como si no quisiera que saliera de mi cuerpo. —¿Pegajoso? —
Pregunta en un murmullo áspero, inclinando la cabeza y lamiendo mis
hombros mientras empuja su semen hacia mi interior con un dedo—.
¿Quieres limpiarte?
La idea de tenerlo empujando su semen en mi interior me pone
caliente, agarro su cabeza y me acerco a él.
—No. Quiero que me des más.
Lleva sus mojados dedos a mi rostro y empuja el dedo del medio entre mis labios, como si me pidiera que probara.—Te desee desde la primera noche que te vi.
—Su voz sale ronca mientras me observa chupar su dedo.
Su sabor me hace cosas locas y mi sexo arde con la necesidad de sentirlo en mi interior de nuevo.
—Yo también.
—Estoy sin aliento y luchando por algo de aire mientras lamo cada gota.
Mete un segundo dedo en mi boca, y su océano salado me da fuerzas. Cierro los ojos y arrastro la lengua por toda la longitud de sus dedos. Estoy tan ansioso que creo que gimo.
—¿Te gusta mi sabor? —
murmura con voz pastosa.
—Umm. Es todo lo que quiero de ahora en lo adelante.
—Con malicia, le doy una mordida en la punta de los dedos, y de pronto puedo sentir su erección regresando a mí. Algo que dije… ¿lo excitó?
—. Siempre quiero mi pedazo de Kook después de la cena
—continúo, y soy yo quien está súper excitado cuando él se endurece
—. Y tal vez antes del desayuno, y después del almuerzo, y a la hora del té.Gruñe, luego se arrastra entre mis piernas e inclina la cabeza hacia
abajo para probarme. Su lengua se mueve hasta succionar mi pene.
Pestañeo con rapidez y arqueo la espalda, el calor de su boca me hace
añicos. Me agarra el trasero y aprieta mi carne mientras toma mi pene completo dentro de su boca.
—Quiero… correrme… en cada… parte de… tu cuerpo…
—murmura, sus ojos están cerrados mientras se yergue y empuja su erección contra mi entrada.Ardo de deseo. Lo necesito en mi interior otra vez, en mi boca, en todo mi ser. Agarro la parte baja de su espalda y mezo las caderas
sin descanso, en una plegaria silenciosa, mientras empujo la lengua en su boca.
—Córrete donde quieras, dentro de mí, fuera, en mi mano, en mi boca.
Cuando agarro su dureza en mi puño, se corre instantáneamente,
derramando líquido caliente en mi muñeca. Las convulsiones son tan
poderosas como él, y me pene se pone dura cuando lo miro; es tan magnífico y crudo, que de pronto lo ruedo sobre su espalda y salto sobre su erección, tomándolo con un gemido de sorpresa sobre su talla otra vez.Ladra de placer y echa la cabeza hacia atrás, agarrando mis caderas y tirando de mí, luego bajándome otra vez mientras empuja, su dureza sigue moviéndose en mi interior. Un grito de éxtasis se abre paso a través de mí mientras convulsiono con él, sintiendo su calor estallar en mi interior.
Estoy sin fuerzas y cercano al coma cuando caigo sobre él.
—La noche que te sedaron… —pregunto, horas después, mientras
rozo la nariz en su pezón, aún sin aliento por la prolongada sesión. No
podemos tener suficiente. Somos como adolescentes,
recompensándose por semanas y semanas de deseo
—. ¿Eso fue un episodio? —La almohada cruje mientras asiente, y deslizo la mano sobre su abdomen, frotándolo gentilmente mientras lo miro, inseguro de si quiere hacer esto ahora
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REAL
FanfictionUn boxeador caído. Un hombre con un sueño roto. Una competencia... Él hace que olvide mi nombre. Una noche fue suficiente y olvidé todo excepto al sexy boxeador que hace que mi mente y cuerpo arda en llamas de deseo. Jungkook Jeon es el hombre más...