Kook! ¡Llamemos a Kook! ¡JUNGKOOOOOOOOK!
Un grupo de personas en los asientos detrás de mí están gritando con toda su garganta.
¿Puedes entender cuan real, realmente difícil es olvidar al hombre cuando todos a tu alrededor lo están aclamando? Sobre todo cuando mi cuerpo está lleno de adrenalina por la pelea a punto de comenzar.
Es una sensación deliciosamente familiar, en realidad, esta hirviendo a fuego lento en mí mientras me siento en el Underground de Atlanta, esperando a que Jungkook salga al ring. Siento que soy el contrincante y mi cuerpo está preparado perfectamente.Mi sangre corre caliente y fluida dentro de mí, mis glándulas de adrenalina llenan mis hormonas y mi mente esta tan clara como un cristal recién lavado. Mis piernas están inmóviles debajo de mi asiento y también mis manos, pero no es más que un engaño. Es la quietud de la preparación. A pesar de que en el exterior todo está en calma, en el interior hay un fuego rugiendo.
Llega el momento que todo cae en silencio y se contiene la respiración,
hasta que llega el momento de explotar, será concentradamente preciso que des rienda suelta a tu energía en un perfectamente planeado estallido.
Incluso ahora, recuerdo mi perfecta posición en cuclillas en la parrilla de salida, la forma en que todos mis sentidos perecían estar afinados con el sonido del disparo de salida, donde todo —y me refiero a todo— despierta con ese sonido y tu corazón deja de latir una fracción de segundo.Ahora parece que estoy a la espera de escuchar su nombre anunciado, y cuando por fin oigo: “JUNGKOOK JEON, RIIIIIPTIDE” hay una fiebre atravesándome, y sin embargo no hay lugar al que yo pueda correr, no hay alivio para lo que le sucede a mi cuerpo, solo está ese
increíblemente poderoso dolor siendo alimentado por las mismas hormonas que mi cuerpo intenta mantener en control, que yo no tengo manera de detener.
Me levanto de mi asiento al igual que toda la gente en la habitación, pero es todo lo que puedo hacer mientras lo veo salir al escenario de la manera en que solo él sabe.El público lo recibe al instante con más gritos, y estoy mareado también. Ahí está, la fantasía viva y andando de cualquier omega, haciendo su camino lento, arrogante, con su cabello negro despeinado, su pecho bronceado, una sonrisa asesina con hoyuelos, todo
el paquete Jungkook Jeon. Es la mismísima perfección; una nueva ola de hormonas me recorre mientras en el resto de las personas se lo come con la mirada, tan descaradamente exhibicionista en sus pantalones cortos de boxeo y tan sorprendentemente atractivo, se convierte en el centro de mi
atención.El centro. De mí. Mundo.
Desde que dejé de competir, he ganado mi grasa corporal y ahora
estoy un dieciocho por ciento saludable. Tengo más cuevas de las que solía tener, con un poco más de carne en mi trasero, especialmente en esa parte. Pero nunca he sido más consciente de mi cuerpo y sus miembros internos y externos que cuando me relacioné con ese hombre. Yo no sé si alguna vez me voy a acostumbrar a él. Jamás podré lograr que deje de provocarme esto. Quizás podré hacerlo cuando me haga suyo. Sí, este hombre pone mi cuerpo fuera de control.
—¡Y ahora, el famoso y aclamado Owen Wilkes, el Saltamontes
Irlandés!Mientras su rival pelirrojo llega al ring, la mirada azul de Jungkook
barre la multitud hasta que me encuentra. Nuestros ojos se encuentran, al instante estoy sin aliento. Sus hoyuelos formar una sonrisa tan perfecta que se desliza por todo mi cuerpo, electrizando mis terminaciones nerviosas.
Todavía estoy sonriendo como un tonto cuando la campana suena,
y no quiero contener mi aliento cuando estoy observando, pero lo hago.
Jungkook se ve casi como un Rottweiler aburrido mientras su ponente, el “Saltamontes” parece saltar por todo el ring y a su alrededor como un canguro bebé.Él lo golpea rápidamente, y como sigue ganando pelea contra una
fila de oponentes, uno tras otro. Por lo que Namjon me ha dicho, solo los
últimos ocho finalistas en cada ciudad competirán en la próxima ciudad
designada y todo se reducirá a una gran pelea al final de la gira, en Nueva York, en donde solo los mejores dos Alfas participaran en una larga lucha de dieciséis rondas, en lugar de un puñado de peleas de tres rondas.
Ahora, Jungkook pelea contra un hombre que luce más como un
luchador que un boxeador. Sus abdominales son flácidos y voluminosos, es casi el doble de ancho que Jungkook.
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REAL
FanfictionUn boxeador caído. Un hombre con un sueño roto. Una competencia... Él hace que olvide mi nombre. Una noche fue suficiente y olvidé todo excepto al sexy boxeador que hace que mi mente y cuerpo arda en llamas de deseo. Jungkook Jeon es el hombre más...