6 MIAMI NO ES TAN ARDIENTE

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Hoy volamos a Miami.
La sección de asientos delantera del avión está hablando de Scorpion y la “lucha fuera del ring” que casi ocurrió anoche. Tomo asiento en el último banco al final con él, lo que parece estar convirtiéndose en algo habitual, y terminamos sacando nuestros audífonos. Él tiene su iPod en la mano y ya se encuentra buscando entre sus canciones, y yo en las mías, sin saber si la canción que elegiré la escuchará él o yo.
En el auto de vuelta al camino, extendió su brazo y susurró
—: Arregla mi muñeca por mí.
Tiene la muñeca más gruesa y densa que he visto nunca, y tan pronto como comencé a moverla supe que era sólo una excusa para que lo tocara, se sentía perfectamente movible, lo cual hizo que encogiera mis partes íntimas ante el recuerdo. ¿Querrá tocarme tanto como yo lo deseo?







—Pon una canción para mí —susurra ahora. Increíble como una sola mirada suya puede hacer que mi corazón de un vuelco.
Asiento, pero vacilo entre qué canción elegir. Él también está mirando, y veo que también duda.
Ninguno de los dos está sonriendo. Ninguno de los dos ha sonreído
desde ayer. Cuando casi hicimos una locura… maravillosa.
Todavía estoy buscando una canción cuando me alcanza su iPod y coloco mis audífonos para escuchar, y la canción que comienza es High on
You por Survivor. Enseguida me lleva de vuelta a su primera pelea cuando
presto atención a la letra.
Tocan en mi oído, sonando divertido, con ritmo, y alegría, recordándome cómo lo observaba pelear, y luego, la multitud cerrándose a nuestro alrededor, y su mano tocando la mía, y lo electrizante que eso se sintió…







Me estoy sintiendo tan travieso como frustrado, y sólo quiero saber qué haría él si yo hiciera una locura, así que busco por otra canción vieja
realmente divertida que escuché revivida en un episodio de Glee, llamada Anyway You Want It por Journey, y se lo paso.
Comienza a escucharla con una sonrisa, y cuando llega al estribillo
se da cuenta que básicamente le está diciendo que puede “tomarlo” de la
forma que quiera, entonces levanta sus ojos a los míos. Hay una pregunta dentro de ellos, y su mirada salta sin esfuerzo alguno entre mis ojos y mis
labios, mis ojos y labios, hasta que caen y descansan en mis labios. Los
lamo, y noto como sus ojos se amplían, luciendo pesados por algún sentimiento.









—Kook—Llama Nam desde el frente.
—Tiene audífonos puestos, no puede escucharte —respondo por él,
pudiendo yo escucharlo ya que mi canción había terminado.
—Santo Dios, deja de excitarlo, Jimin. Especialmente si no vas a…
Se me escapa una risa, y Kook, completamente inconsciente de lo
que Nam acaba de decir, parece profundamente absorbido en mí y la
música. No sé lo que su mirada significa, pero agacha un poco más su cabeza.
—Pon otra —me ordena ásperamente, sus sombríos ojos azules observándome intensamente.
Dudo por un momento, pero por dentro, estoy burbujeando con
pasión y malicia, así que me lanzo con otra vieja canción que parece ir con
la situación, y reproduzco All I Wanna Do Is Make Love To You por Heart.
En el momento que el estribillo comienza, noto que sus pupilas
están salvajemente dilatadas. Mi respiración se corta, y me doy cuenta que al poner esa canción, básicamente le estoy rogando al hombre que me haga el amor, que diga que…










La ansiedad en su mirada hambrienta reflejada en su rostro hace que me deslice en mi asiento cuando se inclina hacia adelante. Su mirada
sostiene la mía mientras inclina su oscura cabeza, sus ojos ardientes,
impulsándome.
Desliza su mano por mi cintura y me acerca aún más hacia él, luego
inclina su cabeza y presiona sus labios en mi oreja. Creo que acaba de besar mi oreja. Mis terminaciones nerviosas cantan cuando toma su iPod y coloca música para mí. Reproduce Iris de nuevo, observándome mientras cada compás me roba el aliento, y la letra me hace querer llorar.
Inundado de anhelo, sostengo su mirada mientras suena la canción,
y sus ojos se encuentran tan ardientes y consumidos como las palabras
que estoy escuchando. Cuando termina, quita mis audífonos, luego los suyos, su respiración desigual y al límite mientras se inclina nuevamente hacia mí y vuelve a besar mi oreja.










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