Capítulo Cinco

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AAECE






















Apartamentos Sixty-Four

Pero como se atreve? Mandarme un obsequio así tan inesperadamente? Que hora es, Lai?

Son las doce de la madrugada, querida. Ahora mismo son, que serán, las ocho de la mañana allá? — respondió la española, sintiendo el plan próximo de su amiga.

— Excelente, por que voy a llamarle a mi hermano ahora mismo. Siempre salen a caminar a esta hora juntos — afirmó la morena, sacando su celular y abriendo el contacto de su hermano, quien, en efecto, se encontraba con su ex-cuñado.

— Que rollo, Gali, por que tan temprano?

— Estás con Mozo, Jesús? — fue directa la doctora.

— Si, por?

— Pásamelo, por favor — pidió Jael, a lo que su hermano obedeció y le pasó el teléfono a su amigo.

— Jayita! Mi amor! Me da una enorme alegría que por fin me hables — exclamó con felicidad el futbolista.

— Por qué haces esto Alan? Por qué te empeñas en no dejarme avanzar? Siempre que me siento lista para seguir adelante haces lo posible para que esto desaparezca. Por que no simplemente me dejas ir? — la garganta de la graduada de Yale se hizo hilo después de decir esto.

— Amor, yo te lo dije una vez, y te lo repetiré; mi amor por ti va más allá de la muerte y de cualquier impedimento mundano. Tu y yo siempre estaremos juntos. Tú siempre serás mi mujer, con o sin mi. Solo tengo ojos para ti. Cada detalle de ti me importa, por eso te obsequie a esa perrita que tanto querías.

— Hemos cambiado, Alan. Nunca podremos volver a estar juntos, y mientras más rápido lo aceptes, mejor. Me quedaré a la cachorra por que ella no tiene la culpa de nada, pero te pido que no me vuelvas a contactar. Gracias por todo, de todo corazón — la llamada cortó, al igual que la cordura que mantenía a Jael firme, y ella cayó derrumbada al piso. Ahí, la pequeña perrita corrió y lamió las lágrimas de su rostro, sacando la risa de su nueva dueña.

— Todo estará bien, querida. Eres guapa e inteligente, que ningún amor te detenga, que nos tienes a mi y a la nena! Como la llamarás?

— Anel. Tiene letras de el nombre de Alan y mío. Al fin y al cabo, el dice que también es suya, no?

— Deja de mortificarte, Jael, que te arrugas! Todo va a pasar. Todo es temporal. Tu vas a lograr seguir con tu vida — consoló a su amiga con un abrazo la española.

— Por qué lo tengo que querer tanto, Lai? Por qué no pudo ser uno más en la fila como tantos otros? Que tiene el que me hace amarlo?

— No has pensado que, y mira que solo lo estoy diciendo, quizás si están hechos el uno para el otro? Mi madre siempre me decía que cuando uno conoce al amor de su vida lo sabe y no puede soltarlo por más que quiera. Quizás tú y Alan si nacieron para estar juntos, linda.

— No! Si fuera así yo no hubiera sido una fucking egoísta que solo se largó a perseguir su sueño, sin pensar en lo que le haría a él. El merece más que yo.

— El merece estar con quien ama, y esa eres tú.





















Casa de Alan Mozo, Guadalajara

En serio le mandaste una perrita, Alan? No mames! Como? Quien te dio su dirección?

— Se dice el pecado, no el pecador. Ahora tengo en serio que ponerme muy pilas para lograr irme a España, o me tendré que retirar.

— Alan, no hípermegasuper mames! Como que retirarte, baboso? — exclamó con asombro total el ex-cuñado de el nombrado.

— Si al final no tengo una sola propuesta de España, me voy a retirar y me iré a buscarla. No voy a sacrificar mi amor por mis sueños.

— Estas mal, wey. Por que harías algo que ella no hizo, y mira que es mi hermana. La amo, pero fue muy cruel. Quiérete tantito, rey.

— Me quiero, por eso no pienso quedarme en la tortura de estar sin ella, cueste lo que cueste.
























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hello beautiful people!!!!
ya volvió la más lastimada! volví a caminar bien, y ya estoy de vacaciones, por lo que podré escribir más. la meta será 18 votos y 20 comentarios. no se olviden de votar y comentar!!!
las quiero,
xio

AUNQUE AHORA ESTÉS CON EL - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora