Solamente Tuya Jenlisa (G!P)

Capítulo 19

Una Difícil Decisión

Después de unos minutos de parálisis, corrí tras ella. Salí del departamento para tomar el elevador, para mí mala suerte demoraba en subir, seguro ella lo había tomado antes. No lo pensé dos veces y bajé por las escaleras lo más rápido que pude. Cuando ya había bajado, vi cómo arrancó su coche y se fue en frente de mis ojos. Al no tener algo en que moverme para alcanzarla, lo único que podía hacer era llamar a un taxi para ir tras ella, no podía permitir que se alejara de mí. Le di instrucciones al taxista para que siguiera su auto y así fue. Él la siguió hasta su casa, estando allí, le pagué y salí lo más rápido posible. Corrí para alcanzarla antes de que entrara a su casa:

-Lisa...- Grité su nombre para que se detuviera.

-Jennie… ¿Qué haces aquí?, Y ¿Cómo Llegaste tan rápido?- Me preguntó deteniéndose al oír mi llamado.

-Te llamé varias veces pero no oíste, así que tomé un taxi y te seguí hasta aquí- Respondí parándome delante de ella.

-Pensé que ya todo estaba dicho- Dijo mirándome a los ojos.

-No, todo no está dicho, necesitamos hablar con calma, por favor- Dije casi suplicándole.

-Está bien, entremos a la casa, ahí podremos hablar más tranquilas- Dijo indicándome que entrara.

Ambas entramos a su casa, ella caminaba delante y sin mirar atrás. Yo solo podía seguirla, pensaba en todo lo que le iba a decir, pero sobre todo pensaba en que no podía dejar escapar a la mujer que tanto amaba, esto no podía acabar así. Caminamos hacia su despacho, primero entró Lisa y luego entré yo. Para nuestra sorpresa había alguien más allí, al parecer la estaba esperando:

-Hasta que al fin llegas- Habló una mujer de avanzada edad.

-¿Qué haces aquí mamá? Te dije ayer que no te quería en mi casa- Dijo Lisa cambiando completamente la expresión de su rostro.

-Hija, sabes que es bueno que venga, así no haces tonterías en mi ausencia- Contestó la señora girándose hacia mí -Tu debes de ser la niña esa de la que mi hija dice estar enamorada.

-Madre, Jennie no es ninguna niña, Jennie es una mujer, y si, es de ella de quien estoy enamorada- Afirmó Lisa parándose a mi lado.

-Mucho gusto, soy la suegra de BamBam- Dijo la señora extendiendo su mano en mi dirección. Cuando fui a saludarla, Lisa lo impidió, sabía cuánto me había dolido que se presentara de esa manera.

-Ya te dije que lo que teníamos BamBam y yo se acabó. Además ¿Quién te dijo que eres su suegra? Nunca lo fuiste y no lo serás ahora, en todo caso, eres la suegra de Jennie- Afirmó Lisa tomando mi mano, para que supieras que ella estaba conmigo.

-Escúchame bien niñata- Dijo mi suegra dirigiendo su mirada y todo su cuerpo hacia mí -No voy a permitir que te quedes con mi dinero, ¿Lo entendiste?-

-Mamá vete de mi casa ahora, no voy a permitir que sigas insultando de esa manera a Jennie- Ordenó Lisa señalando la puerta -Si no te vas por las buenas, le diré a la seguridad que te saquen y que no te permitan la entrada a esta casa, a no ser que yo lo autorice primero ¿Me has entendido?-

-Ya vendrás… ya vendrás a mi cuando esta niñata se busque a alguien de su edad- Dijo la señora saliendo del despacho y atravesando la puesta principal.

Fue un momento realmente incómodo y se veía que Lisa estaba dolida por el comportamiento de su madre. Tomó uno de los asientos que había justo delante de mí y lo acercó para quedar justo en frente mío. Nos sentamos una al frente de la otra y nos miramos fijamente por algunos minutos sin decir absolutamente nada. Sus ojos transmitían mucho miedo, rencor y dolor, tenía que hacer algo para hacerla sentir mejor. Tomé su rostro y la atraje hacia mí para darle un gran abrazo. Sentía sus lágrimas en mi hombro, me apretaba con fuerza, ella no quería que yo me fuera y yo no quería irme. Nos separamos después de unos minutos abrazadas, me miró y me dijo: