Pasillo susurrante.

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Host Weist.

—Mis manos temblaban de rabia, apretaba mis puños con fuerza y la ira ardía en mi pecho. Cada gesto, cada palabra alimenta mi llama de furia. Me encontraba en medio de una tormenta emocional, mis pensamientos oscilaban entre euforia desenfrenada y la profunda tristeza, como si estuviera atrapado en un vaivén. La bipolaridad que me acompañaba desde hace muchísimos años se manifestaba de forma impecable.—respire hondo-En los momentos de manía me sentía invencible, lleno de energía. Sin embargo, la misma euforia me llevaba a tomar decisiones impulsivas, cuando la depresión me envolvía, mis días eran extremadamente pesados. Luego tome terapia, todo comenzó a calmarse, en el psiquiátrico me daban muchos medicamentos, hasta que llegue al punto de estar estable con la debida medicación.

Le contaba a Sebastián sobre mi vida fuera del internado.

—Vaya, un caso muy severo de bipolaridad. La debes haber pasado muy mal.

—Lo hice, pero mira el lado bueno, soy más estable que cualquier persona de aquí.

—En eso tienes razón.

Asentí con la cabeza fijando la mirada en el libro que estaba leyendo anteriormente.

—¿Que lees?

—Filosofía rusa.

—Interesante. ¿Algo más que desees contarme?

—La verdad, muchas veces quise acabar con mi vida por no saber sobrellevar emociones, pero como dijo Fiódor Dostoyevski "El sufrimiento y el dolor siempre son necesarios para tener una inteligencia elevada y un gran corazón"

—Tienes razón, me doy cuenta de que no leo más que libros cliché, algunos clásicos como Romeo y Julieta. Tienes mucho conocimiento sobre la literatura.

—Todo se lo debo a Driw. -Sonreí inconsciente.-Ella ama leer, cuando nos conocimos prácticamente me obligó a leer un libro de cuentos, no se me hizo tan fastidioso, así que continúe leyendo.

—¿Y que más?

A leguas se veía que no le interesaba realmente, pero que era su trabajo, así que decidí colaborar.

—Adquirí conocimiento de arte, música, literatura, etcétera.

—Excelente, me doy cuenta de que eres un chico sensible, apasionado, inteligente y que posees un gran conocimiento.

Asentí orgulloso, disfrutaba de los halagos que me hacían.

—¿Ya me puedo ir?

—Por supuesto, dile a Nayan que es el próximo.

—No hace falta, ¡Ya estoy aquí! ¿Me extrañaron?

—No, te dejo con Sebastián, nos vemos después.

Cruce el umbral de la puerta saliendo de la sala con la mente saturada de pensamientos sobre ella. Mantengo sentimientos ocultos aunque mi corazón pide a gritos ser amado por ella. Tengo la mirada perdida o quizás el que está perdido soy yo.

—Algún día tendré valor de decirlo, mientras tanto quiero permanecer como un espectro a su lado.

—Tanto por lo que llorar y tu lo hacen por ella...

Un susurro, un escalofriante susurro que viene de las paredes de los pasillos.

—¿Que? —pregunté cegado por la confusión.

—Abran tiempos donde lloraran lagrimas de sangre, no lo hagas desde ahora.

Seguí caminando esperando a que sea un chiste de mal gusto, pues nunca creí en lo paranormal, no me produce miedo en absoluto.

—Vete Host, te estas perdiendo de una gran advertencia.

Me paré en seco tras escucharle.

—Dilo.

—Empezamos porque eres el primer de los los tres en saber esto de manera consiente, ellos lo ven como un simple sueño.

—¿De quienes hablas?

—De tus amigos los del psiquiátrico, se que son seis, pero solo cuatro lo saben, los restantes aun no están listos.

—¿Me vas a decir ahora o quieres que te invite un café para que me cuentes?

—Soy una sombra, no bebo café así que te lo contaré. Mira ese cuadro.

Dirigí mi vista al antiguo cuadro del fundador ya fallecido del internado.

—Quiero que te concentres e imagines que cae al suelo.

Eso hice, el cuadro cayó de la misma manera en el que lo imaginé.

—¿Eso que fue?

—Todos tienen un poder distintivo. Están los que que saben de su poder, los que no y en el caso a uno de ustedes que ya tuvo el encuentro pero no sabe de que trata, pero como todo,es un sueño, ya te explique.

—¿Quien es?

—Darlys, es peligrosa.

—Estás de broma, se que es narcisista, egocéntrica, demasiado sincera y sus chistes son un cero, pero no lo creo.

—De eso ya hablaremos más tarde, lo principal es que una gran responsabilidad recae en sus hombros. Con eso ya seria suficiente, es importante que hables con tus amigos, excepto Darlys. Me lo agradecerás. Nos vemos Host, cuida de Driw.

Se dejo de escuchar su voz. Esto era confuso, decidí creerle, he vivido tantas cosas que el echo de que una voz me susurre no me sorprendía en absoluto. ¿Que habrá con Darlys? Si es un amor de persona.

—¡Te dije que Anther no irá contigo a ningún ensayo!

Le gritaba enojada a Lara, tirando de su larga cabellera. Pero es que la rubia se lo busca. ¿Hay algo peor que una mujer con ataques de celos? ¡No! Entendemos a Darlys, pero quizás por una ocasión le haré caso a una extraña voz que salió de los pasillos.

Estaba frente a mi habitación, nadie miraba así que intenté una vez más, imaginé que la puerta se abría por si solas y exactamente eso pasó.

—Vaya, es mejor de lo que esperaba.

Internado de los susurros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora