Chicos estúpidos

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Nayan Skel.

—Aveces pienso que soy un comediante incomprendido, pero me doy cuenta de que soy tan confuso que ni yo me entiendo.

—Claro claro, te diría que  estás experimentando la incomprensión y confusión. Pero tú personalidad es así, los demás sólo están.... amargados.

—Ya lo digo yo, ¡es que son ancianos! sin sentido del humor.

—Exactamente.

Sebastian y yo charlamos en el pasillo frente a la habitación de Anther y Host, es muy profesional, su compañera se veía poco, la mayoría de las ocasiones estaba ausente en nuestras consultas. Sebastian se fue una vez que entre a la habitación.

—¿Dónde están?

Mire por los alrededores buscando rastros de ellos, pero fue en vano, estaba seguro de que los escuché hace un momento. Estaba por irme cuando ambos salieron del baño.

—Vaya, eso fue muy poco hetero, estaban en el baño con la puerta cerrada, a ver qué opinan Darlys y Driw de ésto.

—Cierra la boca, la ducha no funcionaba y el aire cerró la puerta. 

Anther explicó a lo que Host asintió.

—¿Que te trae por aquí Nayan?

—Nada en especial, solo daba una vuelta, me agobia la habitación llena de cacharros.

—¿Angel llenó la habitación de basura otra vez?

—Si, no lo soporto Host.

—Entendible.

El móvil de Anther comenzó a sonar, se alejó de nosotros y contestó. Luego de unos minutos volvió, pero esta vez con una sonrisa dibujada en el rostro.

—¿A que se debe esa felicidad?

—Lara y yo quedamos esta noche.

—No irás enserio con ella, ¿o si?

—No, jamás iría enserio con ella, es guapa, pero no es Darlys.

—Darlys está obsesionada contigo, tú con ella, pero prefieres ir por la vida con cualquier chica antes de admitirlo.

Le reclamé, los seis nos conocemos desde que llegamos al psiquiátrico hace diez años, en todo este tiempo he comprendido que a Anther le encanta complicarse la vida.

—Darlys es inestable, no funcionaría, además, las relaciones serias no son para mi.

—Anther, madura.

—Host, no opines, te mueres por Driw, pero no mueves un dedo por ella. ¿Que tipo de hombres son? Me decepcionan.

—También nos entristecemos por nosotros mismos.

—Idiotas, tengo tarea que hacer.

Me dirigí a mi cuarto el cual quedaba a un lado, Ángel no estaba,  pero una gran montaña de basura si. Debería reciclar en vez de amontonar todo.

—Nayan.

Me gire sobresaltado buscando a quien había hablado, pero no había nadie.

—Eres elegido.

Sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, buscaba una explicación lógica para lo que estaba pasando más no la encontró.

—¿Elegido? ¿para que?

—Un don sobrenatural, el de la teletransportación. No puedo darte mucha información ahora. La clave está en tu mente, decide tu destino y ahí estarás.

—¿De qué trata esto? ¡que está pasando!

—No puedo darte mucha  información ahora, cuando llegue el momento lo sabrás, tus amigos son conscientes de todo lo que les está ocurriendo. Ellos al igual que tú poseen dones únicos.

—Si ellos los tuvieran, ya lo hubieran dicho.

—No es el momento de que tengan esa conversación, será muy pronto. Cuídate Nayan.

La voz dejó de escucharse. La intriga y la confusión me está matando. ¿Debería experimentar? miré fijamente el otro lado de la habitación, por arte de magia aparecí en ese lugar. ¿Porque nunca pude hacer ésto?

...

Caminamos todos juntos a la cafetería charlando y bromeando como de costumbre.

—¿Que tan loco hay que estar como para no darse cuenta de que soy el mejor futbolista del internado?

—A lo mejor el loco eres tú, digo, has estado en un psiquiátrico toda tu vida.

—Igual que tú Darlys.

—Pero yo no juego fútbol Anther.

—Básicamente no haces nada.

—Ser yo ya es ser algo.

—¿Y quien eres?

—Alguien qué está por encima de ti.

—Darly, Anther, ya basta.

Los regaña Driw.

—¡Es que no lo soporto!

—Todos saben que te mueres por mi, no finjas que me odias.

—No lo finjo, es la realidad, jamás me gustaría alguien como tú.

—Cine gratis.

Driw me miró mal.

—Claro Darlys, demuestra que no te mueres por mi.

—No tengo que demostrar nada, aunque lo haga tu diminuto cerebro cree que le gustas a todo lo que se mueve.

—Es la realidad.

—¿Y si dejan sus problemas lejos de nosotros?

—Host, cállate, me la estoy pasando genial.

—Nayan se van a matar.

—¿Y lo malo?

—¡Ya no lo soporto!

Gritó Angel.

—¿Que pasa?

—Tengo que decirles algo, cuando no haya nadie.

—Dilo ahora.

Angel todo aire y comenzó a hablar.

—Hace unos días estaba en la piscina, quería saber qué se sentía ser una rana, y una voz misteriosa que me dijo que podía cambiar de forma.

—A mi me dijo que tenía poder sobre el bosque.

—A mi me dijo que podía levitar.

—A mi que podía mover cosas con la mente.

—A mi que podía teletransportarme.

—Esa voz, me llamo sirena de la noche.

—Es extraño, tuve una conversación con ella.

Host comenzó a contar todo lo que les había dicho la sombra.

—Algo muy extraño está pasando.

En un segundo todo se volvió negro, estábamos en una habitación poco iluminada.

—Les advertí que aún no era momento de hablar. Cosas horrible llegarán a suceder si no obedecen.

La misteriosa voz no era pacífica como hace unas horas, parecía furiosa.

—¿Qué es esto?—Habla Darlys.

—Eres la única que no sabe su don, el dominio sobre las aguas. Encontrarás respuestas en la laguna. Tienen una gran responsabilidad en sus hombros chicos.

—¿Cuál?

—Ya lo sabrán, por ahora, guarden este pequeño secreto.

Otra vez estábamos donde comenzamos, sin enterarnos de nada. ¿De que trata esto? ¿Lograremos descubrirlo?

Internado de los susurros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora