Prólogo II

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Song Soojin murió por causa de una sobredosis. Mingi lo supo porque escuchó a escondidas desde las escaleras la discusión de sus padres cuando regresaron a casa ya muy tarde por la noche. Habían estado toda la tarde en la morgue del hospital, hablando con la policía, y Mingi aún no los había visto desde que llegó corriendo después de la llamada de su padre. La habitación de su hermano estaba ahora sellada con cintas de "No pase", sellada por la investigación que se llevaría a cabo por haber drogas de por medio.

Tanto sus padres como él se negaban a creerlo porque Soojin nunca había dado señales de usar drogas, él era un muchacho feliz, como siempre decían todos los que lo conocían. Y peor aún, decir que su hermano cometió suicidio era como un insulto para Mingi, no soportaba escuchar más de aquella conversación, así que volvió a subir las escaleras y se encerró en su alcoba. Tumbado boca arriba en su cama, trató de olvidar el horror que estaba viviendo, pero su cabeza seguía dando vueltas entorno al mismo suceso, y no era para menos. Se sentía como si acabara de sobrevivir a un terremoto, todo a su alrededor se había desmoronado; lo había perdido todo.

Apenas el día anterior, los dos hicieron planes para acampar. Soojin le prometió que iría a ver su primer partido del año y que después irían el domingo a acampar solo los dos para contarle cómo había sido su primer semestre en la universidad. Su hermano se veía incluso más emocionado que él, pero ahora ya ni siquiera estaba ahí en el mismo mundo que Mingi. ¿Qué había pasado con él? Nunca pensó en la muerte, en lo que significaba y lo que ocurría después de ella. Sus abuelos maternos murieron cuando él era muy pequeño y a los paternos nunca los conoció, murieron incluso cuando su padre era joven. Este era su primer encuentro con la muerte y de qué manera le había visitado.

Dio vueltas en la cama, incapaz de dormir, incapaz de detener su llanto, pero entonces recordó los mensajes en su teléfono. Soojin le había escrito, también lo había llamado... Soojin lo había llamado esa misma tarde y él no contestó.

Se incorporó enseguida en su cama, buscando entre las sábanas el pantalón de su uniforme que recién se había quitado, y su celular que seguía en uno de los bolsillos. Oprimió la única tecla del pequeño aparatito blanco y deslizó la pantalla para desbloquearla, buscando desesperado la aplicación de mensajes, ignorando los de sus amigos hasta que encontró el de Soojin.

Soojin hyung: Mingi-ah
Soojin hyung: ¿Ya vienes a casa?
Soojin hyung: ¿Quieres que pase por ti?
Soojin hyung: Llámame apenas termines tus prácticas.
Soojin hyung: Mingi-ssi ¿Ya acabaron?
Soojin hyung: Mingi-ah, contesta, por favor. Soojin hyung: Quiero hablar contigo.
Soojin hyung: No te asustes, no es nada malo.
Soojin hyung: Mingi-ah... Estoy asustado. De verdad quiero hablar contigo. No puedo hablar con más nadie, solo contigo. Por favor, hermanito, contéstame. Ya no sé qué hacer. Tengo miedo. Ven a casa rápido, Mingi. No quiero estar solo más tiempo.

Sus manos temblaban. Sentía un dolor espantoso en su pecho, como si su corazón fuese aplastado, y una tristeza tan profunda que no le dejaba ni respirar. Su cuerpo entero fue invadido por una gélida sensación que le empezó en el rostro y bajó hasta sus pies, luego se llenó de rabia. Si no hubiese apagado su teléfono, entonces habría atendido al llamado de su hermano. No... Si en primer lugar no hubiese ido a esa supuesta cita en la azotea, si en vez de eso hubiese ido directamente a su casa, entonces quizá su hermano no habría muerto. Si Jeong Yunho no le hubiese hecho aquella estúpida broma, él podría haber salvado a su hermano. Pero no fue así.

── ¡Arrgh! ¡Maldito imbécil! ──gritó, hundiendo su rostro en la almohada para callar lo más que pudo sus gritos, pero era inútil. Estaba enfurecido, como loco, no podía controlar su rabia y terminó arrojando la almohada a un lado, igual que el celular y todo lo que encontró a su paso.

𝗟o𝘃𝗲 𝗧𝗲𝘀𝘁 (Pausada)Where stories live. Discover now