Capítulo 54 - La figura en el callejón

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"Hace mucho calor..." Murmuró Dash luego de que Devon lo arrastrara a comprar un helado.

"Deja de quejarte, entrenas en peores condiciones sin que el señor Kim se dé cuenta y tus padres te den permiso, ¿tienes el descaro de quejarte ahora que caminas un poco bajo el sol?" Devon miró a Dash y negó con la cabeza mientras buscaban una sombra en la que sentarse.

Durante este día que se tomaron como descanso antes de la apertura del Dojo Sakura Bushido, Dash se sentía muy emocionado de que muchos más estudiantes estuvieran a punto de aventurarse a lo que era el verdadero ápice de las artes marciales y el espíritu competitivo dentro de este lugar.

Las cosas no han sido emocionantes después de haber ganado el torneo junto a Devon, así que Dash necesitaba hacer algunas otras cosas además de entrenar para distraerse y no es que la tecnología ahora fuera muy avanzada para buscar formas de pasar el tiempo.

Además, el objetivo de Dash era aprovechar al máximo su cuerpo, por lo que debía intentar pasar los días que se toma libre del entrenamiento como una forma de aprovechar las cosas que ahora puede hacer y antes no las había hecho.

"¿Deberíamos de adorar un gato para que viva en el Dojo?" Dash miró a Devon mientras mordía su paleta de chocolate y le preguntó.

"Los gatos sueltan mucho pelo, si no estás dispuesto a cuidarlo todo el día es mejor no adoptar una mascota. Odio que todos tengan derecho a adoptar mascotas, no todos están preparados para ser responsables."

Al escuchar esas palabras de Devon, Dash suspiro y dijo: "Pero de esa manera menos mascotas serían adoptadas y más asesinadas, ¿qué crees que sería mejor en algunos casos concretos?"

Devon lo pensó y se quedó sin una respuesta por un momento, era cierto que los animales que no eran adoptados son asesinados debido a que no le encuentran un duelo, suele sonar cruel, pero esa es la cruda realidad. Las personas hoy en día prefieren un gato de una raza fina, sin considerar que muchos animales están esperando ser adoptados antes de que se decidiera quitarles la vida.

Cuando Devon se planteó esta pregunta no supo qué responder, no quería sonar insensible, pero a veces la muerte a las mascotas que sufrirán más es vida es lo mejor en todos los sentidos.

"Es algo difícil, ¿no?" Dash sonrió ligeramente y como alguien que había tocado la muerte dijo: "Los perros y gatos no son animales que pueden sobrevivir en la naturaleza, ellos sobreviven gracias a los humanos que son quienes cuidan de ellos y es por ese mismo motivo que no se les puede dejar libres."

Devon aprendió algo nuevo hoy, si se hiciera un tema de debate dejaría muchas cosas claras y otras no. Pero ahora no estaban debatiendo, ellos tenían una simple conversación para pasar el rato.

"Mañana se abre el Dojo, ¿quieres un apodo? Viuda negra te quedaría fantástico, a mí me podrían llamar el guerrero dragón una vez que gane el torneo en China." Dijo Dash mientras se estiraba y caminaba de regreso.

"Eso suena muy cursi..." Murmuró Devon mientras seguía a Dash quien se alejaba cada vez más rápido.

Mientras ambos caminaban por las calles tranquilas cerca de un supermercado, Dash por el rabillo del ojo noto una figura que lo había estado siguiendo durante algún tiempo y esto le preocupó un poco.

La mirada vivaz de Dash se atenuó, cambiándola por una más seria donde no estaban permitidas las bromas.

Si es que lo estaban siguiendo, puede que no se trate de buenas personas, ya que no había hecho enemigos que lo recuerden. Bueno, nadie con las capacidades para enviar a alguien a dañarlo. Incluso la idea de algo como eso es poco probable, pero para estar seguro tenía que hacer algo.

"¿No quieres una hamburguesa antes de regresar?" Preguntó Dash con su habitual mirada llena de emociones para que Devon no sospechara nada.

"¿Invitas?" Devon no tenía mucho dinero consigo, así que para evitar gastar lo que le quedaba para el taxi le preguntó a Dash con su mirada ligeramente interesada.

"Por supuesto, toma cien dólares, pide los combos mientras yo voy al baño." Dijo Dash mientras desaparecía de la vista de su amiga.

Devon no notó nada extraño y corrió hacia la fila para pedir las hamburguesas en el restaurante dentro del mismo centro comercial.

Mientras tanto, Dash quien había estado percatándose de quien lo seguía, desapareció de su campo de visión y de un momento a otro, se sentó en una banca y cuando vio a esa figura pasar a toda prisa.

"¿Qué quiere ese hombre?"

Cuando Dash miró al hombre que lo había estado siguiendo descubrió que se trataba del Sensei de Kuskre Karate, él mismo Sensei de Marcus y Silva, quien lo había golpeado en la frente de forma ilegal y con odio.

"¿Se le ofrece algo, señor?" Dash, quien había visto un par de policías caminando no muy lejos de él, se acercó de forma tranquila hacia el hombre y preguntó.

Santiago se sorprendió, se dio la vuelta y dijo: "Eres más listo de lo que había pensado, eso facilitará las cosas..."

"Desearía saber más sobre lo que piensa, pero no estoy interesado en ninguno de sus negocios, así que si me deja de molestar como agradecimiento no le avisaré a los policías de allá que me está siguiendo a mí y a mi amiga."

Incluso si fuera una ciudad, Dash no confiaría en ninguna persona con la que antes no habría interactuado. Pero como no quería armar ningún escándalo, quería terminar las cosas por medio del habla.

"Solo quería darte algo, esta es mi tarjeta de presentación... Digamos que soy preparador de peleas además de maestro de Karate, ahora que cerré el Dojo me concentraré en un solo trabajo, pero antes de irme quería dejarte esa tarjeta de presentación para si alguna vez en un futuro quieres pelear y de paso ganar dinero, no olvides llamarme." Santiago le entregó una tarjeta de metal a Dash antes de irse.

"¿Cómo estás seguro de que te llamaré en unos años?" Preguntó Dash mirando la tarjeta que le había dejado Santiago.

"Todo en la vida cambia, tal vez no lo hagas, pero si lo haces ambos podríamos ganar mucho dinero." Dijo Santiago mientras agitaba su mano y se alejaba.

Mirando la tarjeta en su mano, Dash quería tirarla, ya que estaba relacionada con obviamente peleas ilegales, pero sin pensar mucho en eso decidió guardarla y regresar con Devon antes de que ella se percatara de que algo iba mal.

"Qué hombre tan extraño..." Murmuró Dash un poco confundido.

Lo que él no sabía era que Santiago lo había elegido solo para tener algo en un futuro, si Dash sigue entrando, él sabe perfectamente cuando un hombre se convertiría en un depredador. 

Cobra Kai: El guerrero DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora