"¡Oh por Dios, Devon, mira mi hermoso rostro cómo está de demacrado por el golpe de ese salvaje!" Gritó Dash mientras entraba a la habitación de invitados donde Devon se había quedado a dormir.
El grito repentino de Dash despertó a Devon y cuando abrió los ojos vio ese extraño rostro frente a ella, luego debido a la consumían preguntó: "¿Quién eres?"
"Oh... Pensé que amanecí un poco hinchado, pero para que no me conozcas, eso sí que me dolió un poco... Pero no importa, ¿deberíamos de utilizar maquillaje para cubrir esta vergonzosa herida de batalla?" El rostro de Dash estaba muy cerca del de Devon quien apenas se había despertado.
"Me duele todo el cuerpo, pensé que no había resultado tan golpeada como en realidad sucedió..." Devon se sentó en la cama y giró su cabeza para ver cómo Dash se había recostado a su lado con la mirada en el techo.
Ella estaba recuperando la tranquilidad luego de que él ingresara de forma desenfrenada a su habitación, a decir verdad era la única que podía ver esa parte de Dash, ya que ella era lo más cercana a él que tenía como una relación algo más que simples amigos.
Nadie se aburría del otro, cosa que era algo muy especial debido a que pocas veces esto se puede conseguir en una amistad a una edad corta. Muchos niños a cierta edad suelen despreciar relaciones o sentirse avergonzados por cosas insignificantes, pero ellos que eran más maduros que los niños de su edad no se preocupaban por esas cosas.
Dash había estado considerado actuar un poco más acorde a su edad, pero en verdad no podía debido a que frente a Devon no quería mostrar algo que no fuera él mismo.
"¿No deberías de ponerte hielo?" Preguntó Devon mientras miraba su teléfono celular.
"No quiero..."
Dash no se movió de su posición, la verdad es que su cuerpo le dolió debido a que su defensa que era muy buena recibió muchos impactos más fuertes de los que podía recibir y eso se debe a su cuerpo pequeño.
No importa que tan bueno sea en el Karate o Kung Fu, los golpes de personas más grandes que él hasta cierta edad siempre le causarían daño, cosa que debía tener muy presente.
"Oye, ¿crees que nos volvamos famosos o algo así?" Dash miró a Devon y vio cómo ella miraba un video de un gato bailando de forma extraña.
"Sabes que las posibilidades que el Karate vuelve a ser famoso es que nos hagamos virales si alguien sube nuestras luchas a internet, cosa que es poco probable, además, ¿para qué quieres ser famoso?"
"¿Ganar dinero?" Dash miró a Devon y recordó que en estos años los hijos del internet comenzaban a darse a conocer cada vez más.
"¿Ocupa dinero?" Devon no entendió el punto de Dash en este caso.
"Escucha, puede que ahora no ocupemos dinero, ya que toda nuestra crianza es obligación de nuestros padres, pero debemos tener en cuenta que eso no siempre será así y es bueno tener un seguro por si nos corren de cada cosa que no sucedería, pero debemos de estar preparados."
"¿Y crees que la mejor manera es ser famoso? Eso no es tan atractivo como lo estás soñando escuchar, definitivamente no puedes ni siquiera ir al baño sin que te tomen foto, ¿qué de bueno tiene eso además de tener dinero?"
Al escuchar esa pregunta, Dash pensó que Devon tenía un punto y dijo: "Deberíamos de subir videos a internet, nos pondremos máscaras de pollo y les mostraremos a los demás algunos de nuestros mejores movimientos."
Devon lo pensó y creyó que no era una mala idea para perder el poco tiempo que tenían fuera del entrenamiento, así que dijo: "¿Piensas que alguien nos verá?"
Dash asintió y dijo: "Solo reflexiona lo increíble que sería de aquí a diez años cuando alguien vea a unos niños mostrando golpes de Kung Fu o Karate y en un futuro ganar una importante competición nacional, eso sería una locura." Dijo Dash mientras se levantaba de la cama.
"Bueno, pero tendrás que unirte al club de debate de la escuela..." Devon sonrió cuando supo que tenía un arma con qué llamar a Dash a uno de los clubs más satisfactorios a los que ella quería pertenecer.
"Bueno, pero no participaré en el lado que no creía conveniente, ¿estás de acuerdo?"
"Sí, pero mejor ve por hielo..."
Cuando Devon vio a Dash salir de la habitación estaba por lavarse la cara cuando escuchó un grito: "Dash Hale, ¿no te pusiste el hielo que te di anoche?"
"Se derritió mamá, el calor era tanto que incluso creo que me desmayé anoche..."
"Entonces tendré que llevarte nuevamente al hospital para que te revisen ese golpe."
"Esto es como un trofeo, no debes entrar en pánico y llevarme a un hospital donde lo único que me darán serán los desinflamatorios."
Los gritos de Dash en su defensa para que no fuera llevado al hospital eran tan fuertes que se escucharon en toda la casa, Devon quien negó con la cabeza las discusiones murmuró: "Eres quien necesitó en el equipo de debate, muy pocos podrían tener tan buena discusión sobre temas en los que divagamos."
La tarde de ayer luego de venir del hospital no fue nada llamativa, ambos se la pasaron descansando mientras los adultos hablaban de muchas otras cosas aburridas a las que a ellos no les importaron.
Dash la había invitado a juzgar a la consola y en algún momento él se quedó dormido sin ponerse hielo en la herida de su cabeza, por ese mismo motivo es que había amanecido con el rostro ligeramente hinchado y morado.
Durante el resto del día se discutió muchas de las cosas que se tomarían en cuenta para la lluvia de solicitudes para el Dojo Sakura Bushido y se llegó a la conclusión de que ambos buscaban calidad y no cantidad.
No todos tienen la fuerza de voluntad para llevar a cabo los ejercicios que se hacen en Sakura Bushido, así que para no tener que ver rostros nuevos y que desaparezcan al día siguiente, las normas para entrar serían mucho más estrictas.
Después de esa mañana alocada, Dash pasó el día quejándose con Devon quien se la pasaba tomándole fotos a su marca tan vergonzosa de un campeón, teniendo que su reputación como el próximo guerrero dragón se viera afectada.
La historia de una leyenda según Dash, a lo que Devon respondió que era para el documental de su futura leyenda.
ESTÁS LEYENDO
Cobra Kai: El guerrero Dragon
FanficEn las paredes de la habitación de un hospital, donde las sombras de la muerte se entrelazan con los destinos de los que aún quieren vivir, Dash Hale quien sabe que estaba cerca de su final, se ríe con autocrítica al saber que se acercaba la hora de...