"Solo tuvo un ataque de ansiedad, suele confundir algunas de las funciones del cuerpo como respirar. Sí, él se encuentra bien, pero sería mucho mejor que lo llevaran a revisión para estar más seguros."
Dash estaba profundamente dormido, soñando con una vida que era similar a la suya pero muy diferente. Tenía los mismos padres, el mismo rostro y nombre, pero tenía una vida completamente diferente a la que tenía antes de haber dado el último suspiro.
A decir verdad, en esta vida él no tenía esa horrible enfermedad, pero sí que tenía un cuerpo débil según las personas que lo rodeaban. Su mejor amiga o con quien pasaba la mayor parte del tiempo se llamaba Devon Lee, ella era con quien él pasaba sus peores y mejores momentos.
Dash sabía que era con ella la única manera de sentirse feliz, al menos ella no miente como muchos idiotas con los que se ha reunido a lo largo de su vida.
La vida que había pasado junto a sus padres puede sentirse un poco agitada, sobre todo por la forma de actuar con su familia, debido a que ellos eran un poco fríos y serenos en todo momento. Así que, si lo que buscaba es una madre amorosa, definitivamente no la encontraría en casa.
Pero Dash que conocía a sus padres podría entenderlo, antes nunca necesitó del amor de sus padres debido a que murió solo y tampoco es como si de repente necesitara de ese amor, el cual nunca sintió de niño.
Cuando es más joven, o para ser precisos, durante su época de entre nueve a doce años, su madre le dijo: "Vive sin causarle problemas a nadie, si el problema es grande y no puedes manejarlo, simplemente haz lo que creas conveniente."
Nunca había entendido esas palabras, supuso que su madre nunca quiso que las entendiera.
Pero la razón por la que no podía olvidar esas palabras era porque eran las últimas palabras que escuchó de su madre antes de que lo visitara una vez al mes a lo mucho. A Dash le precio ridículo sentir pena o lástima de su propia situación, lo único que creía era que esa es su suerte y moriría de esa manera,
Ahora que murió y despertó en un cuerpo sano, no había mejor acierto que su propio juicio en ese entonces. Quizás por eso, ahora no espera nada de sus padres y lo único en lo que se interesará será en sus propios objetivos.
Murió a la edad de trece años, un niño que prácticamente pasó más de la mitad de sus años en un hospital. La amargura y la soledad nunca se hicieron presentes, pero justo cuando murió fue cuando se sintió solo.
Fue algo vergonzoso, ¿por qué no me di cuenta de que en realidad estaba roto por dentro? Puede que ahora esté feliz, pero aún oculta que está triste.
Había pensado que era un chico fuerte, alguien que había vivido en la amargura y el dolor durante toda su vida. Pero al final tuvo miedo, y ahora deseaba no morir arrepentido de la vida que le había tocado vivir por desgracia.
Dash esta vez, solo por esta vez no quería preguntarse cómo o por qué, había superado esa etapa de su vida durante mucho tiempo, así que lo único que hizo fue agradecer esa suerte que tenía por vivir una vez más.
Tal vez cierto Dios se compadeció de su desgracia y le dio la oportunidad de vivir nuevamente en una vida que es suya y surgida, del que sucedería si su enfermedad nunca antes hubiera existido.
Al menos apreciaría esta vida más que nadie en el mundo, eso cree él. Así que una vez que despierte todo lo que le abrumaba se borraría de su cuerpo, esa era una promesa.
"¿No está muerto, profesora?" Preguntó Devon con una mirada preocupada.
"Señorita Lee, su amigo está bien..."
"Oh, por Dios, no puede morir, él es mi único amigo no idiota dentro de todo ese circo de niños retrasados con dislexia..." Murmuró Devon Lee mientras miraba a Dash quien comenzaba a abrir los ojos.
"¡Está vivo!"
"!¿Estoy vivo?!" Se preguntó Dash al despertar por completo.
"¡Sí, estás vivo, idiota!" Gritó Devon mientras estrangulaba a Dash con un fuerte abrazo.
"Supongo que estaba preocupada por tu único amigo..." Murmuró Dash entre dientes.
"Ja, ja, ja, tengo más amigos de los que aparento... Además, debido a que eres el único que no habla mucho con los demás, prefieren juntarse con un chico que hablar con esas niñas que solo saben hablar tonterías que escuchan de sus madres." Dijo Devon soltando a Dash quien inmediatamente después miró a la chica frente a él.
Ella era su primera amiga, así que Devon apreciaría esta amistad mejor que nadie en la vida. Sonrió al saber que se había conseguido una amiga, y él dijo: "Bueno, desafortunadamente para ti sigo con vida..."
Como si las palabras de Dash fueran normales, Devon sonrió y dijo: "Sí, desafortunadamente... Creo que en estos momentos toda la clase te ama, se suspendió la clase y parece ser que no habrá tarea para el fin de semana."
"Eso es bueno, ¿no?"
"En parte es bueno, también te estoy agradecida..." Dijo Devon mientras se ponía de pie.
"¿Ya te vas?"
"¿Quieres que me quede?" Cuestionó Devon ligeramente confundida.
"Para nada, hablamos luego..." Dijo Dash familiarizado con la personalidad de esta chica.
"Sí, y buena suerte en el hospital..."
"Oh... Definitivamente, no iré a un hospital nuevamente, no es el momento." Murmuró Dash mientras miraba retirarse a su amiga.
"Tienes una buena amiga, señor Hale..."
Dash miró a la enfermera y sonrió, al menos eso era lo mejor para él en estos momentos tan confusos.
No mucho tiempo después, sus padres enviaron a alguien a recogerlo y sabía que las cosas se pondrían un poco complicadas debido al drama que había hecho en la escuela.
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Cobra Kai: El guerrero Dragon
Hayran KurguEn las paredes de la habitación de un hospital, donde las sombras de la muerte se entrelazan con los destinos de los que aún quieren vivir, Dash Hale quien sabe que estaba cerca de su final, se ríe con autocrítica al saber que se acercaba la hora de...