Capítulo 3: Nuevos Comienzos

4 1 0
                                    

El bullicio en el edificio del Real Madrid aumentó considerablemente cuando se anunció que el equipo femenino se trasladaría temporalmente a las instalaciones del equipo masculino. Las instalaciones del equipo femenino estaban en reparación, y esta era la única solución viable. Cuando Jude se enteró de la noticia, no pudo evitar una chispa de alegría, aunque intentó mantener su expresión neutral.

El entrenador del equipo masculino reunió a los jugadores en la sala de reuniones.

-Quiero que le demos una bienvenida cálida y profesional al equipo femenino. Estarán entrenando aquí con nosotros durante un tiempo, así que comportaos como es debido -dijo, mirando a cada uno de los jugadores para asegurarse de que entendieran la importancia de su petición.

Jude asintió junto con los demás, pero en su interior, la anticipación era palpable. Este traslado significaba más oportunidades de cruzarse con Jade, algo que le intrigaba más de lo que quería admitir.

Cuando el equipo femenino llegó, Jude se encontraba entre los jugadores que les daban la bienvenida. Intentaba mantener una actitud casual, pero sus ojos buscaban a Jade entre el grupo. Ella apareció, rodeada de sus compañeras, y apenas le dirigió una mirada antes de seguir adelante.

Antes de que pudieran dispersarse, Olivia, la chica misteriosa que había besado a Jude en la presentación, apareció nuevamente. Esta vez, su enfoque en Jude era inconfundible. Se acercó a él con una sonrisa insinuante.

-Hola, Jude -dijo Olivia, su voz dulce y cargada de insinuaciones.

Jude la miró, tratando de recordar dónde la había visto antes. Olivia había sido una aventura pasajera, algo que él apenas recordaba, pero ella claramente no lo había olvidado.

-Hola, Olivia -respondió, tratando de sonar amable pero manteniendo la distancia. No quería complicaciones, especialmente ahora.

Al día siguiente, los equipos se reunieron en la piscina del edificio para un evento social organizado por el club. Jade, desconocida para la mayoría de los jugadores masculinos, apareció en un elegante traje de baño negro que destacaba sus curvas. Los ojos se volvieron hacia ella con admiración y sorpresa. Jude también llevaba una pantaloneta negra, y la coincidencia no pasó desapercibida para nadie.

El equipo masculino intentó acercarse a Jade, pero ella, consciente de sus intenciones, los ignoró con una elegancia que solo aumentaba su atractivo. Jude la observó desde una distancia, apreciando su forma de manejar la situación. Finalmente, decidió acercarse.

-Te ves muy bien -le dijo Jude, con una sonrisa genuina.

Jade, sorprendida por el cumplido sincero, sonrió suavemente. Era una sonrisa que iluminaba su rostro, una sonrisa que Jude no había visto antes y que le pareció adorable.

-Gracias -respondió Jade, sus defensas bajando ligeramente ante la amabilidad inesperada de Jude.

Sin embargo, la tregua duró poco. Con una chispa de travesura en sus ojos, Jude decidió que sería divertido lanzarla a la piscina. Se acercó y, sin previo aviso, la levantó en sus brazos.

-¡Jude! ¿Qué estás haciendo? -gritó Jade, riendo y pataleando.

-Esto -dijo Jude con una sonrisa antes de lanzarse con ella a la piscina.

El agua salpicó por todas partes mientras ambos caían. Jade salió a la superficie riendo, su enfado olvidado por la espontaneidad del momento. Jude emergió a su lado, riendo también, y por un instante, la tensión entre ellos se disipó por completo.

Los demás jugadores observaron la escena, sorprendidos por el cambio en la dinámica entre Jude y Jade. La química entre ellos era evidente, y aunque ninguno de los dos lo admitiera, la atracción que sentían era innegable.

Jade salió de la piscina, sus ojos brillando de alegría y diversión.

-Supongo que esto significa que estamos en paz... por ahora -dijo, mirándolo con una mezcla de desafío y complicidad.

-Por ahora -respondió Jude, con una sonrisa que sugería que esta paz podría ser temporal, pero era un buen comienzo.

Mientras el evento continuaba, Jude y Jade no podían evitar sentirse más cerca, como si el agua de la piscina hubiera lavado parte de la rivalidad y hubiera dejado algo nuevo y emocionante en su lugar.


El evento en la piscina seguía su curso con juegos, risas y la camaradería creciente entre los equipos masculino y femenino. Después del chapuzón inesperado, Jade se dirigió a la zona de toallas, exprimiendo el agua de su cabello mientras los demás continuaban divirtiéndose.

Jude salió de la piscina con una sonrisa en el rostro, sus ojos siguiendo a Jade de forma instintiva. Sentía que el hielo entre ellos había comenzado a derretirse y, por alguna razón, eso le agradaba.

Mientras Jade se secaba, Lara y Jenna se acercaron a ella, sus rostros llenos de curiosidad y emoción.

-¡Vaya! No esperaba verte reír así con Jude -dijo Jenna, dándole un empujón juguetón.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Lara, con una sonrisa cómplice.

Jade sonrió y negó con la cabeza, restándole importancia al incidente.

-Solo fue un poco de diversión. No tiene nada de especial.

Pero por dentro, Jade no podía ignorar la chispa de emoción que había sentido. La forma en que Jude la había levantado y la risa compartida en la piscina le habían dado un vistazo de una faceta más ligera y divertida de él.

Por otro lado, Jude se reunió con sus compañeros, quienes lo recibieron con bromas y comentarios.

-Vaya, Jude, no sabíamos que eras tan atrevido -dijo Marco, su mejor amigo en el equipo, con una risa.

-¿Te has ablandado con una chica del equipo femenino? -bromeó Lucas, otro compañero.

Jude se rió y sacudió la cabeza, tratando de mantener su imagen despreocupada.

-Solo fue un poco de diversión. Jade es interesante, eso es todo.

La tarde avanzaba, y los entrenadores organizaron una serie de actividades para fomentar la integración entre los equipos. Se llevaron a cabo competiciones amistosas y juegos en la piscina, lo que ayudó a romper aún más las barreras entre los jugadores.

Cuando el sol comenzó a bajar, los equipos se reunieron alrededor de la zona de barbacoa, disfrutando de una cena al aire libre. Jade, Lara y Jenna se sentaron juntas, mientras Jude y sus amigos ocuparon una mesa cercana. A pesar de la distancia física, Jude y Jade no pudieron evitar intercambiar miradas de vez en cuando.

Finalmente, después de la comida, los entrenadores tomaron la palabra para dar algunos anuncios y agradecer a los jugadores por su participación y buen espíritu durante el evento.

-Mañana comenzaremos con un nuevo ciclo de entrenamientos conjuntos. Queremos que ambos equipos se apoyen mutuamente y aprendan unos de otros -dijo el entrenador del equipo masculino, recibiendo asentimientos de aprobación de todos los presentes.

Jade y Jude se encontraron nuevamente cuando el evento estaba terminando. Mientras recogían sus cosas, Jude se acercó a ella.

-Fue un buen día, ¿verdad? -dijo Jude, intentando sonar casual.

Jade lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de desafío y amabilidad.

-Sí, lo fue. Supongo que incluso tú puedes ser divertido a veces.

Jude sonrió, apreciando el pequeño elogio oculto en sus palabras.

-Bueno, tal vez deberíamos intentarlo más a menudo. ¿Qué dices?

Jade se rió suavemente y asintió.

-Quizás. Pero no te acostumbres.

Ambos compartieron una sonrisa antes de despedirse. Mientras caminaban hacia sus respectivas salidas, no podían evitar sentirse intrigados por lo que el futuro les depararía.

La atracción y la rivalidad seguían allí, pero ahora había una nueva capa de curiosidad y respeto mutuo. La chispa había sido encendida, y ambos sabían que el camino por delante estaría lleno de desafíos y sorpresas.



Confesiones SilenciosasWhere stories live. Discover now