Contratiempo

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Izumi

[Actualidad]

Llego a casa toda mojada a causa de la lluvia, al entrar me recibe sonriente y efusiva Mayumi.

— ¡Mamitaaa! -grita eufórica mientras trata de saltar a mis brazos-

Mi pequeña es mi luz de mis ojos y gracias a la ayuda de Sakura he podido sacarla adelante. Se me ha hecho difícil al principio, no pude comenzar a estudiar a tiempo debido que las inscripciones a la universidad yo estaba de veintitrés semanas de gestación y mi barriga estaba un poco abultada, aparte de que quede sin la ayuda económica de mi padres con la que siempre contaba, pero con mi mejor amiga estuvo ahí ayudándome y apoyándome en la crianza de su sobrina-ahijada, somos muy unidas y amo saber si algún día algo me pasará Mayumi estaría en buenas manos.

Hace cuatro años nos mudamos a la Gran Manzana y empezamos nuevamente de cero, Sakura consiguió una beca y ahora está en las pasantías en una empresa muy importante que tiene una cadena hotelera, una de las mejores para no decir la mejor y gracias a ella conseguí una entrevista donde ahora estoy a prueba en uno de los hoteles que abrirá en una semana oficialmente.

— Princesa, no te cuelgues de mamá que ella está toda mojada, y no quiere mojarte el vestido lindo que llevas puesto. -le doy un beso en la frente- Deja me cambio y luego me abrazas todo lo que quieras ¿si? -mi pequeña sólo asiente y corre a la mesa donde está mi amiga y ella comienza a colorear en su libro-

Sakura me mira sorprendida, ppor el hecho que estoy aquí a esta hora y toda mojada. No digo nada, solo voy lo más rápido posible a darme una ducha ligera con agua caliente, sé que mi cuerpo me lo agradecerá después de siete minutos ya estoy cambiándome para salir nuevamente, esta vez iré directamente al hotel donde me pondrá a prueba durante los próximos dos meses, si logro obtener este trabajo podré financiar mi último año de carrera. Si bien en los primeros no pude estudiar, cuando mi pequeña cumplió dos años y obviamente con la ayuda de mi amiga me inscribí a finanzas, realmente soy buena con los números, sino fuese por falta de ingresos ya hubiera culminado mi carrera y buscando un trabajo en lo que realmente me gusta.

Salgo de la habitación y llamo un taxi, en lo que llega, mi amiga se me acerca y me mira sorprendida.

— ¿Qué haces aquí? No me digas que... -la interrumpo-

— No te preocupes, aún no me han despedido -me rio- De echo no me he presentado al hotel, solo fui a ver a mi madre, pero me encontré con mi padre y el me sacó a rastras del hospital y bueno... está lloviendo.

Mi madre fue transferida a uno de los mejores hospitales que hay en Nueva York, hace tres meses y gracias a una enfermera amiga logré escabullirme varias veces para verla, hablar con ella y contarle como va mi vida. Extraño sus consejos y su amor conmigo. Ella aún sigue en estado de coma y por lo que me dijeron los médicos gracias a su nuevo tratamiento han logrado un mínimo avance, pero eso me da la esperanza a que algún día despierta y ella pueda conocer a su nieta.

El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos indicándome que el taxi está afuera.

— Bueno ahora sí me voy, no quiero que me despidan en mi primer día de prueba. -le doy un beso y abrazo a mi pequeña, luego a Sakura- Nos vemos más tarde, las quiero.

— ¡Adiós mamita, te amo!. -grita mi pequeña-

— Adiós amiga, suerte. -dice mi amiga-

Sin más bajo como el viento por las escaleras y me subo al taxi indicándole la dirección a donde tenemos que ir. Aun estoy a punto de llegar puntual, espero que no haya tráfico. Y como la suerte nunca está de mi lado, llegue quince minutos tarde, el gerente general me recibió algo fastidiado pero le expliqué que tuve un inconveniente y que no volvería a suceder nunca más, no muy convencido me dio una última oportunidad, realmente son muy estrictos con el tema de cumplimiento de horario.

Una Noche, Un FrutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora