IzumiMe encuentro frente al frente al señor Uchiha que me observa como si estuviese analizándome mientras una sonrisa se le forma en sus finos labios, lo que me pone realmente nerviosa, la puerta vuelve abrirse y entra el arrogante y pedante Itachi Uchiha. Quién se sienta junto a mi y me mira de forma tan soberbia y con un risa ladina, la que quisiera borrársela de un solo golpe.
— Bien ¿quién me dirá que fue ese escándalo en plena recepción del hotel? -pregunta en un tono serio, pero ambos estamos callados mirando hacia el frente- Vamos, somos adultos y podemos resolver esto de la manera más civilizada. -dice cruzándose de brazos y recostándose en él respaldar de la silla-
— Señor yo... -intento hablar, pero soy interrumpida-
— Lo que pasó padre, es que esta... señorita no respeta su lugar y holgazanea ganando que los demás empleados sigan su ejemplo. -dice de manera arrogante, y es la gota que derrama mi vaso de paciencia-
— ¡¿Qué?! -No lo puedo creer.- Mire señor... -utilizo el mismo tono despectivo que él uso anteriormente- Que usted no sepa lo que es trabajar en equipo no es culpa mía. Ya le dije que sólo estábamos dándonos consejos y algunos tips para mejorar nuestra atención al público, sí bien tuvimos una semana de capacitación, pero nunca esta de más ayudarnos mutuamente y no permitiré que su arrogancia y su supuesta superioridad venga a ensuciar nuestro trabajo y sacrificio sobre todo porque estamos en periodo de prueba y su comentario malintencionado nos puede jugarnos en contra. -me levanto bruscamente de mi asiento- Si usted tiene algún problema con mi desempeño me llama y me lo dice personalmente, y así es como debe comportarse un verdadero jefe... -ambos me miran perplejos por mi exagerada reacción. Pero realmente su actitud de niño rico mandón ya la conozco y no voy a aguantar malos tratos y menos si no lo merecemos.-
— Por favor señorita Uzuki, tome asiento. -dice el señor Uchiha en tono calmado y noto algo de diversión en su rostro-
— Papá ¿como puedes...?
— Retírate Itachi, luego hablamos tú y yo.
— Espero que tomes una buena decisión y la despidas, no pretendo tener una muchachita irrespetuosa en mi hotel. -suelta cuando voy a responderle un gesto por parte del señor me detiene-
— Solo retírate. -dice aún calmado-
Respiro profundo y me cruzo de brazos, sé que he perdido el trabajo y no me importa, porque jamás me he dejado y no dejare que nadie ni por más dinero que tenga me trate de esa forma.
Observo al señor Fugaku que me mira nuevamente sonriente, lo cual me desconcierta un poco, luego baja la mirada a unos documentos que tiene sobre la mesa y lo lee minuciosamente.
— Señorita Uzuki, tiene veinticuatro años cumplidos, está en el último años de finanzas y eres políglota. -me mira- Vaya tienes potencial. -vuelve su vista a la hoja- Dime, ¿qué idiomas hablas? Aquí no lo especifica.
— Bueno, inglés, es mi idioma natal, español lo hablo gracias a mi madre que es de Argentina, y también hablo francés e japonés fluido. Me desenvuelvo bien con el italiano, pero solo un poco. -digo orgullosa, desde niña ame los idiomas y tuve la suerte de que me madre me haya apoyado siempre.-
— ¿Japonés? Vaya, me agradas. -sonríe- ¿Sabes que somos japoneses nosotros? -dice sonriente lo que me desconcierta ya que estoy aquí para hablar del problema qué tuve con su hijo en medio de la recepción del hotel.-
— Lo supuse, debido que su apellido es de ahí. Me disculpara usted, pero quiero saber que pasará de ahora en adelante ¿me despedirá? Porque si es así tendré que irme a buscar otro trabajo, tengo una niña que mantener y... -digo mirándolo fijo-
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Una Noche, Un Fruto
De TodoTodo sucedió en una noche en un prestigioso club en la ciudad de los Ángeles. Izumi una adolescente que creía que declararse su amor a la persona que creía que iba corresponderle, no sucedió. Hasta que en esa noche, encontró a su hermana y su enamo...