VIII

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El aire frío de Winterfell envolvía los muros de piedra antigua, mientras la nieve caía en remolinos suaves y continuos. En los salones de la fortaleza, las llamas ardían en las chimeneas, creando un refugio cálido para quienes se encontraban dentro. Daenerys, Daemon y Rhaenyra se encontraban en una de las grandes salas, observando con atención desde las ventanas cómo Jacaerys y Baelon paseaban juntos por los jardines nevados.

Daenerys, envuelta en un abrigo de pieles blancas, sonrió mientras veía a los jóvenes príncipes reír y hablar animadamente. "Míralos," comentó, sus ojos brillando con satisfacción. "Se complementan de una manera que rara vez se ve. Jacaerys con su energía y entusiasmo, y Baelon con su calma y sensatez. Juntos, son perfectos."

Rhaenyra, a su lado, asintió lentamente. "Es cierto. Siempre he deseado que Jacaerys encontrara a alguien que realmente lo entienda y lo apoye. Y Baelon es exactamente esa persona. Su relación ha florecido aquí, en este lugar tan diferente a nuestro hogar."

Daemon, siempre pragmático, añadió desde su silla cercana al fuego: "Y no solo es una cuestión de afecto. Un vínculo más fuerte entre ellos fortalecerá nuestras casas y nuestra posición. Es una alianza que tiene sentido en todos los niveles."

Daenerys asintió, sus pensamientos alineándose con los de Daemon. "Sí, una unión amorosa entre ellos no solo sería beneficiosa para nosotros como familia, sino que también aseguraría un futuro estable y próspero para nuestras tierras."

Mientras tanto, en los jardines, Jacaerys y Baelon caminaban lado a lado, sus pasos crujientes sobre la nieve. Jacaerys miraba a su alrededor con asombro, disfrutando de la belleza salvaje de Winterfell. "Este lugar tiene algo especial," dijo, su aliento formando pequeñas nubes en el aire helado. "Es tan diferente de lo que estamos acostumbrados, pero me gusta."

Baelon sonrió, sus ojos azules brillando con una luz cálida. "Lo sé. Aquí, podemos ser nosotros mismos, sin las presiones de las expectativas de los demás. Es un lugar donde podemos simplemente estar juntos."

Mientras continuaban su paseo, sin darse cuenta de que eran observados desde el castillo, Daenerys, Daemon y Rhaenyra discutían sus intenciones de acercarlos aún más. "Creo que deberíamos organizar más momentos para que pasen tiempo juntos," sugirió Daenerys. "Actividades que los unan aún más."

Rhaenyra sonrió, recordando su propia juventud. "Podríamos planear una caza en los bosques cercanos, o quizás una fiesta en el Gran Salón. Algo que celebre su relación y los anime a abrirse aún más el uno al otro."

Daemon, siempre el estratega, agregó: "Y no solo eso. Deberíamos hacerles saber que tienen nuestro apoyo completo, que estamos aquí para ellos y que los vemos como una unidad. Eso fortalecerá su vínculo y les dará la confianza que necesitan."

Con estas decisiones en mente, la familia Targaryen se sintió satisfecha. Sabían que estaban tomando pasos importantes para asegurar no solo el futuro de sus hijos, sino también el de su legado. La idea de una unión amorosa entre Jacaerys y Baelon no solo era deseable, sino que también parecía inevitable y natural.

Esa noche, mientras las llamas danzaban en las chimeneas y el viento aullaba fuera de los muros de Winterfell, Daenerys, Daemon y Rhaenyra brindaron por el futuro. Un futuro donde Jacaerys y Baelon estarían juntos

 Un futuro donde Jacaerys y Baelon estarían juntos

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The Dragon Wolf | Jacaerys Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora