Capítulo XVII

49 7 0
                                    

— ¿Minju?

¡Qué calor hacía! Habían tenido que retrasar el viaje un día más por culpa de la herida en su brazo. Le dijo a Chaewon que se encontraba perfectamente bien para seguir, que no se preocupara. La verdad era que su estómago no estaba nada bien, algo que la pelicorto no había dejado de notar. Así pues, aunque a regañadientes, el día anterior se tumbó agradecida de no tener que adentrarse en el desierto. Vomitó gran parte de lo poco que fue capaz de ingerir y Chaewon estuvo pegada a ella en todo momento, no la dejó sola. Nada podría haberla reconfortado más.

Sabía que Chaewon se sentía culpable por lo sucedido. Nada de lo que ella pudiera decirle a la mujer parecía hacerle cambiar de mentalidad. Le había dado diferentes calmantes para probar cuál le iba mejor hasta que dieron con su favorito. Le mojó la frente y el cuello mientras ella vomitaba. Durmió siempre apoyando la cabeza en su regazo. Chaewon, aprovechando su mal estar, hizo algo realmente estúpido. Cuando Minju se enteró que trepó a lo alto de los cocoteros y de los plataneros para conseguirle fruta, quiso estrangularla. La única respuesta que le dio fue que digeriría mejor la fruta. ¡Lo hizo por ella! Fue suficiente para acallarla.

Esa mañana, juraría que hacía más calor que otros días. Sentía la ropa más sudada, pero estaba segura de que no tenía fiebre. Era de lo único que se había librado. Daba gracias por eso, pues había visto a compañeros tener fiebre por heridas más superficiales. Para su suerte, su mayor preocupación era el clima. ¿Por qué demonios hacía tanto calor?

— ¿Minju?

Era la voz de Chaewon, la estaba llamando por segunda vez. Hizo un enorme esfuerzo para abrir los ojos, ya que los sentía pesados y luchó contra sus ojos para poder verla. Ella llevaba muy poca ropa. Los shorts con los que la conoció y un diminuto top rojo, sin sujetador. ¿Por qué estaba tan sexy?

— ¿Chaewon?

— ¿Crees que podremos reiniciar el viaje hoy o necesitas más descanso?

Reiniciar el viaje. Se fijó en su hermosa melena recogida en una coleta alta y la vio estática y sin vida. No había ni un ápice de brisa, nada. Miró al cielo consternada. No vio nubes, solo un sol radiante cuando aún no estaban dentro del desierto.

— Chaewon, creo que no es el día más adecuado para entrar en el desierto... — tenía la boca seca — Hace demasiado calor...

— ¿En el desierto no hace siempre calor?

Su risa le sonó como un canto celestial. Chaewon la ayudó a incorporarse y le dio agua fresca de la cantimplora. Bebió con ansia y miró a su contraria con el terrible presentimiento de que algo malo sucedía. Chaewon estaba muy nerviosa, miraba de un lado a otro temiendo que sucediera cualquier cosa. Su instinto no le fallaba. La mujer le ocultaba algo.

— ¿Ocurre algo?

— Verás, Jeongin y Eunbi ya han empaquetado las cosas y esperan al final de la arboleda para que continuemos...

— Explícales que el clima no es adecuado.

— No es tan sencillo...

Definitivamente, algo sucedía. Se le ocurrió pensar que, tal vez, la idiota de Eunbi se le hubiera rebelado a ella durante su convalecencia. Aunque, de ser así, habría escuchado los gritos. Chaewon no se dejaría pisotear tan fácilmente. Además, había dicho que Jeongin estaba con Eunbi, él nunca se habría puesto del lado de Eunbi estando Chaewon o ella Algo más sucedía si habían hecho las paces para hacerle frente. Aquello parecía parte de un plan.

— Explícame qué ocurre.

— No lo sabemos, Minju. — se retorció las manos — Hay cazas sobrevolando la ciudad...

Love in time of war (2kim G!P)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora