Capítulo XIV

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Al llegar a la cafetería, vio al niño sentado sobre un taburete, tomándose una gran taza de chocolate con tostadas con mantequilla y mermelada de frambuesa. Se sentó a su lado con mirada suplicante. Chaewon tomaba café en ese momento y le ofreció una taza que tomó encantada. No probaba café desde que cayó en esa isla.

― El pan de molde estaba caducado desde hace una semana, pero, al tostarlo, puede ser comestible hasta dos semanas después de su fecha de caducidad. ― comentó mientras le ponía delante el plato repleto de tostadas que ella había preparado ― Si quieres, no te morirás.

No dudaba de su palabra. Tomó un par de tostadas y las untó con mantequilla; la mermelada no le gustaba. Mordió encantada el pan, recordando los desayunos en su propio apartamento. Después, probó el café. Era el mejor café que había probado en toda su vida. Las palabras de su padre resonaron en su cabeza en ese momento. Lo recordó diciéndole que encontraría a la mujer de su vida cuando esta le preparara el café a su gusto sin saberlo de antemano. Miró a Eunha sin poder dar crédito. ¿Ella era la mujer de su vida?

— ¿Dónde está Eunbi? ― preguntó el niño.

La sola mención de la otra mujer fue suficiente para tensar el ambiente.

— Dijo algo de unos cosméticos...

— Típico de ella. ― musitó Chaewon enfadada ― Aunque estamos en guerra, no puede dejar de mirarse en el espejo.

Prefirió quedarse calladita, hacer como que no le importaba en absoluto aunque estuviera muy de acuerdo con ella. Odiaba tener que ser políticamente correcta durante las misiones. A veces, deseaba decirle algunas cosas a los desagradecidos civiles que la tocaban. Eunbi era una de esas civiles que se estaba buscando una reprimenda a pulso. Si su actitud no mejoraba... ¿Qué iba a hacer? Su obligación era rescatarlos con el menor número de daños posibles. Estaba completamente fuera de su jurisdicción insultarlos, pegarlos, castigarlos o incluso decidir no rescatarlos. Solo podía dejar a un civil en tierra hostil si firmaba un documento donde renunciaba a la ayuda de su país. Desearía que Eunbi lo firmara en ocasiones.

Intentando apartar esos pensamientos negativos de su mente, recordó que Chaewon parecía molesta porque su ropa no era adecuada para ese sitio. Vio una sección de moda que, aunque no era ninguna maravilla, podría cubrir sus necesidades básicas.

― Si quieres, hay ropa aquí. Podrías conseguir algo más adecuado para el desierto.

― Tal vez lo haga mientras desayunan. Asegúrate de que se tome toda la leche, ¿ok?

Asintió con la cabeza y la vio marcharse en la dirección que le indicó. Cuando bebió de nuevo de su taza, la cara de susto del niño le llamó la atención. Siguió la dirección de su mirada hasta ver una enorme jarra de cristal llena de chocolate. ¿Pretendía que se bebiera todo eso?

Avanzó entre los pasillos buscando la ropa que Minju le había prometido. Hacía días que rezaba para encontrar una tienda de ropa, algo con lo que vestirse adecuadamente para ese tiempo y para ella. Estuvo a punto de gritar bingo cuando dio con la sección de moda. Atravesó la zona masculina y se detuvo un rato en la de niño para seleccionar algunas prendas para Jeongin. El pobre tenía la ropa llena de agujeros y manchas. Seguro que agradecería algo nuevo y más cómodo. A continuación, se detuvo en la sección de mujeres, donde empezó a rebuscar.

― Estos pantalones largos parecen cómodos... ― palpó la tela color beige ― y el tejido es muy apropiado para este tiempo...

Se quitó los short vaqueros allí mismo, aprovechando que estaba sola y se subió los pantalones para comprobar que la talla fuera la correcta. Le quedaban perfectos. Encontró un top blanco parecido al suyo que también se probó. Bien, estaba conjuntada y todo lo quedaba bien. Su siguiente paso fueron los zapatos. Se le cocerían los pies con unas playeras y no quería volver a ver unas sandalias en un tiempo largo. Se decidió por unos tenis de tela muy cómodos y flexibles con una suela lo bastante gruesa como para no agujerearse con facilidad.

Love in time of war (2kim G!P)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora