Capitulo trece

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Capítulo 13 Llegue/ Me voy

Lucas

Llevaba toda la mañana intentando encontrar una entrada, estaba exhausto, la montaña era alta, kilómetros cuesta arriba, cada vez me parecía mas largo el camino, intentaba evitar a todas las personas posibles, no solo era caminar cuesta arriba , sino ir escondiéndome y verificando que nadie me seguía, estaba frío, no quería estresarme mas y que todo se saliera de control, eso siempre traía problemas. al llegar me dirigí hacia un costado, agarre el teléfono de mi bolsillo derecho, coloque uno de los pocos chips que me quedaban y marque un numero que sabia perfectamente de memoria.

-Hola, quien habla.- contestaron al instante. Su voz era inconfundible.

-Hola amor, soy Lucas. - dije.

-Amor, el número siempre sale desconocido, por eso pregunto quien eres, deberíamos tener palabras clave-resonó una risa dulce-¿Estas bien? Cuéntame todo, te hecho mucho de menos.

-Sarita, tranquila, estoy bien, sigo intentado encontrar a la comunidad pero es complicado, pensé que sería más fácil, pero es tan difícil, me siguen todo el tiempo, pasar desapercibido fue un gran caos.

-Escucho tu voz y las ganas de abrazarte, besarte me invaden. Se que es complicado, pero ya estás más cerca.

-Siempre sabes que decir, justo en el momento exacto, me das fuerzas, quiero aprender y estar a salvo, para poder protegerte a ti y al resto, me haces falta.- conteste

-Queda menos amor- dijo con una voz calmada.

-Necesito que le preguntes a la abuela: ¿como hago para darme cuenta de la entrada? hay muchas estructuras celtas, no se por cual debo entrar ni como se activa, no puedo estar mucho tiempo aquí, esta muy alejado y casi no hay gente, es un lugar perfecto para que venga a por mi. -Tardare un poco ¿Como hacemos ?

-Te llamaré en quince minutos desde otro número, ya me quedan pocos chips, es difícil obtenerlos.

-Vale, cuídate amor.

El tu..tuu de la llamada apareció seguidamente, Sara con apuro se dirigió a lo de Luna, su abuela siempre estaba, seria fácil, quedaba a unos pocos minutos de su casa. Luego de una pequeña charla, se sentó en el patio a esperar la llamada. Al pasar unos minutos el teléfono sonó.

-Amor, dime que tienes repuestas.

-Cariño, si, tu abuela me a contado qué hay muy pocas enteras y que una de esas es, es decir la que tenga techo, no era tan difícil has visto- su voz sonaba emocionada.

-¿De verdad? Las veo si.

-Si cariño, dice que una vez dentro se activa, fíjate que no te vea nadie, ya que no manejas tus poderes bien no podrías ocultarse de otra forma, si alguien te ve habría que hacer mucho para borrar esos momentos y es preferible evitarlo. ¡Has llegado cariño!

-No puedo creerlo, de verdad, te amo, intentaré contactarme en unos días, cuídate. Los veré pronto.

-Te amo, hoy y siempre, cuídate.- la llamada termino, Sara agarro su móvil, lo presiono contra su pecho y respiro aliviada.

Mire todo el paisaje, era hermoso, busque, había dos casitas enteras, me acerqué a la más pequeña, entré y nada pasaba, no tenia piso, el techo era de paja, su estructura era de piedra y redondas, comencé a tocar todo lo que había dentro lo cual era muy poco, pase las manos por las paredes, nada, nada pasabas. Salí y me dirigí a la otra, no había nadie, estaba todo en silencio, se sentía el ruido del viento resonando, al estar a un metro de distancia mi marca comenzó a escocer, cuanto más me acercaba más la sentía, respire hondo y atravesé la puerta, una luz iluminó toda la pequeña casa celta absorbiéndose a mi completamente en ella.

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Me desperté, tomé el móvil y vi la hora, era temprano, las 8:00 para ser más exactos, abrí las ventanas, la luz entro iluminado el cuarto, hacia lindo día. Ordene la habitación, dejé todo en su lugar, tenía ganas de ducharme para luego preparar el desayuno para los dos, quería decirle que iba a escucharlo, que me contara lo que sucedió, creía realmente que todo debía tener una explicación, lo había visto, su mirada, él no era un asesino a sangre fría, tenía que haber alguna explicación, quería que la hubiera. Exprimí el jugo de naranja y lo coloqué en la heladera así se enfriaría un poco para luego, tortitas juego y salsa de chocolate, quizás con eso arreglaría el no haberlo escuchado en la noche, y dejar que sintiera que era la peor persona del mundo, aunque yo ni sabía que había pasado. Me dirigí al cuarto a buscar algo del armario de su hermana, un vestido fresco, por suerte había un paquete de ropa interior sin abrir, excelente. Pase por el pasillo en silencio no quería despertarlo, lo llamaría al salir de ducharme. Me quité la ropa y abrí la ducha, el agua comenzó a salir con mucha presión, sentí a lo lejos como la puerta del cuarto se abría y cerraba, en mi cabeza empecé a sentir la voz de Adam, cierra la ducha, cierra la ducha ahora, escóndete y has silencio. Así lo hice, apague la ducha enseguida, me coloque el vestido apurado y me acurruque en el armario, sentía gritos de fondo.

-¿Dónde está tu madre?- decía una voz fuerte.

-No lo sé, de verdad no lose-salía de la boca de Adam

La discusión se extendió por varios minutos, eran gritos tras gritos, mi corazón comenzó a acelerarse, respire una y otra vez hondo, aguanta por favor, ya queda poco, retumbo en mi cabeza. Me acurruque más, envolví mis piernas con mis brazos, tenia miedo, los gritos y la discusión era cada vez más fuere, de repente sentí algo que me paralizo. Un ruido fuerte recorre mi sistema auditivo.

-Este no dirá nada, será mejor así, sino estaremos recorriendo países en busca de un fantasma, le diremos al jefe que se resistió, un forcejeo, un accidente.

-Estará feliz de todas formas, un hijo por otro.

Fue lo ultimo que dijeron esos dos hombres, sentí como el cerrar de la puerta retumbo en el silencio del día, intenté controlar mi respiración. Salí del armario, entreabrí la puerta y miré hacia el pasillo, no había nadie, Salí despacio, asustada, lo que vi esperaba no haberlo visto nunca. Mis lagrimas comenzaron a salir sin control, corrí hacia él.

- ¿Estas bien? Responde, por favor. - grite.

Nada salía de su voz, su respiración era inexistente, no sabía que hacer, que medico vendría en el medio de la nada. Mi teléfono comenzó a sonar, era mi abuela.

-¿Luna que ha paso?¿Que paso?

-Abuela, me estaba bañando, todo paso tan rápido, tan rápido, no sé qué hacer- repetí varias veces.

-¿Qué paso? Ve al grano Luna.

-Adam esta muerto- Conteste titubeando.

Luna ( La comunidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora