Capitulo Ocho

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                                Capitulo 8 "Medidas desesperadas"

Subí las escaleras de casa, rápidamente entre en mi habitación, por suerte a esta hora no había nadie, me tire en mi cama e intente pensar como podría hacer para que apareciera, hacerme daño era la primera opción pero estaba intentado pensar en algo menos arriesgado. Mil pensamientos, ninguna idea. Luego de unos veinte minutos decidí cambiarme la ropa para comenzar, busque ropa cómoda, siempre veía en la mayoría de las películas ropa de estilo cuero o tacos, realmente me cuesta caminar con tacos o sin tacos, me imagino corriendo o intentando escapar de algo y puedo decir con absoluta certeza que no va hacer falta que un tercero me haga daño, yo sola sin ayuda seré capaz de darme un porrazo incluyendo un pie torcido. Me decidí por unos vaqueros negros flexibles, una remera manga corta gris y una chaqueta deportiva negra , con all star negras obviamente, estaba un poco oscura, pero la ropa negra es genial, me eche un vistazo en el espejo y baje las escaleras. La verdad era que no se me había ocurrido nada, casi todo lo que pensaba era probable que saliera realmente mal. Pero no había vuelta tras, algo debía de hacer. Cogí las llaves del coche, deje una nota en la encimera "Vuelvo en un rato, debo entregar unos trabajos de la facultad"

Me subí al coche y pensé donde podría levantar velocidad, es una locura se me venia a la mente una y otra vez, pero situaciones desesperadas merecen medidas de igual magnitud. A la mente enseguida se me vino "A-3" me quedaba a unos treinta minutos de donde vivía pero a esta hora no iría mucha gente por esas zonas, es un lugar donde uno puede alcanzar una mayor velocidad.

Ring ring ring... Sonaba mi móvil, leo la pantalla "Abuela ,llamada entrante". Joder pensé .

-Hola, dime-Intente sonar calmada

-Luna ¿Que vas hacer? No cometas una locura hay otras formas.

-¿De que hablas abuela? No haré nada-Rápidamente conteste.

-Lo siento, algo me hace pensar en ti, quizás son los años, la preocupaciones.

-Si, me pasara algo si no entrego estos trabajos, me pasara que reprobare el año y no quiero, no te preocupes, estoy bien e intento ser normal por un día, hablamos mas tarde, estoy conduciendo-Corte sin dar pie a una respuesta, no quería escuchar mas nada, no me gustaba mentir, en verdad lo detestaba, escuchar su preocupación me angustiaba, pero realmente no veía otra forma, quizás fuera caprichoso, arriesgado, el ya y ahora, pero lo necesitaba.

Había conducido un rato y me estaba acercando. Al llegar a donde quería, comencé a acelerar, quede en un velocidad media, esperando a ver la zona despejada, cuando vi que no estaba muy concurrido, comencé a aumentar la velocidad, cien marco el indicador de velocidad, ciento veinte, esto comenzaba a gustarme, ciento cincuenta, mis pulsaciones comenzaron a aumentar, ciento ochenta, se empezaba anotar la velocidad, el coche rozaba sus ruedas en el asfalto, sentía su movimiento, mi volkswagen gol era nuevo pero no se si alcanzaría mas de doscientos, no solía andar a esta velocidad, estaba asustada y el corazón me iba a mil. Seguí, no lo pensé dos veces, mi pie apretó un poco mas, doscientos cinco, el coche temblaba un poco, un poco mas me dije, doscientos ocho, el miedo comenzó a entrar dentro de mi, me dije una y otra vez aparece, aparece. El coche parecía que se iba a desarmar, comenzaba a oler los líquidos del coche. De la nada aprecio, en el asiento del copiloto.

-¿Que haces? Estás loca, baja la velocidad- Repetía una y otra vez exaltado. Se le veía diferente. Estaba vestido con unos jeans azules y una camiseta gris justa, estaba despeinado, como recién levantado. Sonreí y baje la velocidad, solo un poco, no quería que se marchara, fui precavida, lo noto al instante que algo pasaba, no estaba bajando la velocidad demasiado.

-Bájala mas ¿Porque sonríes? Puedes hacerte daño o dañar a alguien mas- gritaba con los ojos bien abierto, el amarillo era hermoso-mira hacia adelante- dijo.

-Prométeme que si bajo la velocidad no te iras.

- ¿De que hablas?

-Prométemelo- repetí, mi voz era firme y mi petición clara.

-Lo prometo, lo prometo- respondió al instante con cara de asombro.

Comencé a bajar la velocidad de a poco, el auto dejo de temblar, se sentía mucho mejor su andar, mis pulsaciones mejoraron, encendí el intermitente hacia la derecha y me dirigí hacia el costado, ninguno de los dos dijo palabra alguna hasta que el auto se detuvo, al bajar tenia ganas de besar el piso, pero realmente no era el momento adecuado para hacerlo, ya bastante enojado debería de estar y con razón, como para que yo hiciera algo así.

-Tu, tu estas loca, en que pensabas, es un completa locura lo que haces- Dijo a gran velocidad- sus palabras dieron en mi una tras otra, tenia razón, lo se, no estaba en mis intenciones negarlo.

-Lo siento, vale, no quería morir ni hacer daño a nadie, necesitaba hablar contigo y no sabia de que otra forma hacerlo. Lo siento- repetí varias veces.

- ¿Que quieres de mi?- respondió respirando hondo y acomodándose la camiseta.

-Quiero saber que te sucedió, te recuerdo en la estación de tren, de donde eres ¿Porque estamos conectados de esta forma? ¿Porque me buscan?¿Porque buscaban a mi hermano?

-En tiendo que tengas preguntas, realmente lo entiendo, pero no tengo porque responderte, te has puesto en peligro, a ti y al resto de las personas de la carretera, por resolver dudas, deberías pensar mas y ser menos impulsiva.

Realmente ahora si me sentía mal, no sabia como hacer ni como detener lo que iba a pasar, no pude hacerlo, unas lagrimas bajaron por mi mejilla, lo intente evitar pero no pude.

-Lo siento, se que un lo siento no soluciona nada, pero realmente lo siento, fue impulsivo, peligroso, inmaduro. Agache la cabeza y tome mi brazo nerviosa.

-Tranquila. dijo acercándose a mi.

No parecía para nada arrogante, ni creído, ni nada, solo un chico, con miedos y preocupaciones, se podían notar sus ojeras, a pesar de tener un cuerpo realmente bien, se podía notar su delgadez, sus manos estaban heridas, sus nudillos rojos.

Estaba frente a mi, mirándome, poso su mano en mi hombro y volvió a repetir-Tranquila.

-Gracias! - dije mirando el suelo y reculando hacia atrás.

-No te conozco, dejando de lado esta conexión no se quien eres, no tengo porque contarte cosas de mi vida, no me siento cómodo haciéndolo, entiendo que tengas preguntas pero no puedo darte todas las respuestas. - hablaba calmado y haciendo pausas.

-Ya se que no tienes que responderme nada, pero me gustaría que lo hicieras, mi abuela me ha contado un poco, pero hay cosas que no me dice, "ya llegara el momento adecuado" repite, pero no puedo despertar mas días sin saber nada.

-Lo primero que tienes que hacer es dejar de ponerte en peligro, lo que me sucedió es algo que no puedo decirte ahora, a tu otra pregunta, sobre esta conexión, no tengo idea, intente investigar, pero nadie sabe que sucede, nunca había sucedido algo así. Luego, el hecho de el porque te buscan, es simple, no te quieren a ti, quieren tu poder, nos cazan, cual animales, si naces con un nivel tres en adelante, ya eres uno mas que cazar.

No sabia que decir, hablaba triste, pausado, quería saber mas, estaba totalmente paralizada, me iban a cazar, que harían conmigo, escaparía toda mi vida acaso.

-Si se les da este poder, te dejan en paz, es decir no quiero escapar toda mi vida, ni si quiera se a donde ir. - dije asustada.

-Mira no lo se, vale, intenta estar a salvo y con tu abuela por ahora.

Vi como su pie se giraba y sabia que venia ahora, iba a desaparecer, pero antes de que eso pasase, pude llegar a tocar su mano.

Luna ( La comunidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora