Maia y su padre, siempre han sido ellos dos contra el mundo.
Solo hasta que su padre decidió seguir su vida y casarse con una italiana preciosa que conoce en uno de sus tantos viajes.
Su padre le promete una vida mejor junto con el cariño materno qu...
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Salgo del coche de Nicolas con una sonrisa divertida mientras él me sigue con cara de pocos amigos de camino al edificio donde practicaremos la entrada a la boda.
Estos días han sido muy calmados, fui a recoger mi nuevo horario que me daba más tiempo libre, jugamos a las sirenas con Mikaela, Nicolas volvió a quedarse a dormir en mi casa, aprendí bastante italiano y sus comentarios subidos de tono no se han reducido a pesar de mis quejas.
Todo iba bien y ambos estábamos emocionados por la boda hasta que, de camino hacia aquí, Athea le mandó un mensaje a Nicolas con las listas de parejas para la entrada de damas y hombres de honor.
Resulta que Nicolas no tenía plaza para ser un hombre de honor y a mí me tocaba estar de pareja con mi tío.
Es el hermano de mi madre y mi padre lo invitó porque, tras su muerte, se hicieron casi mejores amigos. Claus no tiene ningún problema con que mi padre se vuelva a casar, de hecho, cuando ambos superaron su muerte juntos, tío Claus quería que mi padre se volviera a enamorar, así que está ansioso por asistir a la boda.
El problema es que Nicolas no sabe que es mi tío y, aunque no lo admita, está celoso de que le haya tocado conmigo.
— No entiendo como Thea te ha dejado a cargo de nosotros.
— No fue ella. La encargada está enferma y me ofrecí como voluntario.
Me giro y camino de espaldas para ver su expresión de frustración que no se va de su cara, — ¿y por qué?
— No me fío de ese Papá Noel. Deja de caminar así, te vas a caer.
Ruedo los ojos y esquivos sus brazos que tratan de agarrarme, — se llama Claus, no seas malo. Y no me voy a caer, soy una experta en ir de espaldas, como Mate.
— ¿Te has visto Cars? — me mira sorprendido intercalando la mirada entre el suelo y yo. — Y me da igual como se llame.
— Pues claro, demasiadas veces.
— È incredibile, mi piaci ogni giorno di più.
— Lo mismo opino. ¿Hemos llegado ya?
— Sí, estrellita.
Me giro y estoy justo frente a un edificio enorme y decorado de dorado por fuera. Entramos y nos encontramos a mucha gente reunida en diferentes grupos.
— Buongiorno. — Nicolas llama la atención de todos que se giran de inmediato a mirarnos, — las damas y los hombres de honor de la boda de Athea y Nestos que pasen a la sala 8.
Tras decir eso varias personas y yo seguimos a Nicolas al interior de una sala preciosa decorada en colores dorados y blancos. Nicolas se sube a un pequeño escenario al fondo de la sala y pide silencio antes de hablar delante de todos.
— Antes de nada, soy Nicolas... — comienza a presentarse y a explicar que hablará en inglés y así todos lo entiendan, y los que no lo entiendan que me pregunten a mí o Nicolas, — bien, separaos por grupos, las chicas a un lado y los chicos al otro.