El Día Después

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Al día siguiente, Max, Bobby y PJ se dirigieron a la universidad. El sol brillaba intensamente y el campus estaba lleno de vida, pero Max notó que sus amigos parecían diferentes.

- Ugh, mi cabeza me está matando - se quejó Bobby, frotándose las sienes con una mueca de dolor.

- Sí, yo también me siento fatal - añadió PJ, con una expresión de cansancio.

Max frunció el ceño. - ¿De verdad tomaron tanto anoche?

-Creo que nos pasamos de la raya con el alcohol anoche - dijo Bobby, sacudiendo la cabeza. -Nunca había sentido una resaca tan intensa. Siento que mi cerebro está a punto de explotar-

-Yo también me siento fatal- añadió PJ, frotándose las sienes con una expresión de agotamiento. -No sé qué demonios nos pusieron en esos tragos, pero siento como si alguien estuviera martillando dentro de mi cabeza. Cada vez que intento recordar algo de anoche, todo se vuelve borroso. La fiesta fue genial, pero definitivamente estamos pagando el precio ahora-

Max negó con la cabeza y luego sonrió con un tono de burla.- Eso les pasa por beber como si no hubiera mañana. No sé qué esperaban después de mezclar todo lo que encontraron-

Bobby hizo una mueca y respondió con sarcasmo -Gracias por el apoyo, Max. Muy útil. No todos podemos ser tan moderados como tú-

PJ asintió, todavía frotándose las sienes. -Sí, sí, ya lo sabemos. Fue una mala idea. No necesitamos un sermón ahora mismo. Solo necesitamos que esta resaca desaparezca-

Max sonrió y negó con la cabeza, pero decidió dejar el tema. Mientras avanzaban por el campus, su mente seguía en otra parte. Se dio cuenta de que Bradley no estaba en ningún lado. Normalmente lo vería en algún momento del día, pero hoy no había ni rastro de él.

Al principio no le dio mucha importancia, pero entonces tuvo un flashback de la noche anterior. El beso de Bradley, la intensidad del momento, y la confusión que siguió... todo volvió a inundar su mente. Recordó cómo Bradley lo había empujado detrás de los arbustos para evitar ser vistos. Las palabras de Bradley resonaron en su mente, susurrando sus inseguridades y deseos.

Max se detuvo de golpe, haciendo que Bobby y PJ se giraran hacia él con curiosidad.

- Max, ¿estás bien? - preguntó PJ.

- Sí, sí - respondió Max rápidamente, tratando de recomponerse. -Solo estaba pensando en algo-

Bobby lo miró con escepticismo pero no insistió. -Bueno, tenemos que ir a clase. Nos vemos luego-

Max asintió distraídamente y se dirigió a su aula, pero su mente seguía reviviendo los eventos de la noche anterior. ¿Dónde estaba Bradley? ¿Por qué no había aparecido hoy? La incertidumbre creció en su interior, y supo que no podría concentrarse hasta averiguar qué estaba pasando.

En clase, mientras el profesor hablaba, Max no podía evitar que su mente divagara. Cada vez que cerraba los ojos, veía el rostro de Bradley bajo la luz de la luna, sentía el calor de su beso. ¿Qué significaba todo esto? Y sobre todo, ¿dónde estaba Bradley?

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Mientras Max observaba el caos de la fiesta, sintió de repente un tirón en el brazo. Giró para encontrarse con Bradley, quien lo estaba jalando hacia las escaleras de la fraternidad con determinación. Sin decir una palabra, Bradley lo miró con ojos intensos, comunicando silenciosamente su deseo de alejarse de la multitud y encontrar un lugar más tranquilo para ellos dos. Sin dudarlo, Max siguió a Bradley, confiando en su instinto y ansioso por un momento a solas con él.

Mientras seguía a Bradley, Max se mantuvo alerta, consciente de la posibilidad de que alguien los viera juntos. Caminaban con paso rápido entre la multitud de personas alcoholizadas y poco conscientes, esquivando cuerpos tambaleantes y risas estruendosas. El lugar estaba impregnado con el penetrante olor a alcohol y humo de marihuana, creando una atmósfera densa y cargada. Cada vez que alguien se cruzaba en su camino, Max se encogía ligeramente, esperando pasar desapercibido y llegar a su destino sin levantar sospechas.

Bajo la Misma Estrella.  (Maxley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora