CAP 5; Tatuaje.

40 4 0
                                    

-para ser tu primer día no estuviste mal. ¿Qué te pareció a ti?-preguntó el rubio cuando finalmente terminaron de limpiar las mesas.

-me encanto, me sentí cómodo y a gusto.-

-es bueno saberlo. Ve a cambiarte, limpiare el mostrador y después te llevaré a casa.-

-de acuerdo.-el pelinegro se alejo y el rubio sonrió ampliamente, claro que Erick se sentia cómodo, ese era el ambiente en el que siempre quiso estar.-¡JASPER!-se escucho un grito.

El rubio fue el primero en correr hasta los vestidores, detrás de él venía el ruso.

-¿Qué suce...?-ni bien había entrado y el pelinegro ya se le había colgado como se tratase de un mono.

-¡Hay una araña enorme!-señalo el insecto que caminaba por el piso.

-okey cálmate.-

Dimitri entró y aplastó a la pobre con el recogedor de basura.-listo.-

-usualmente no aparecen...-

-¿Hay más?- cuestionó asustado.

-por supuesto que no.-hablo sujetando al estudiante y ayudándolo a ponerse en pie. -usualmente no aparecen más que en tiempos de calor.-

-llamare al exterminador, haré una cita para mañana a primera hora.-Dimitri paso de lado con el recogedor y el cuerpecito del animal

-si, gracias.-

Jasper recordó entonces que Erick odiaba esas fechas en el pueblo, pues por lo regular casi todas las casas eran invadidas por dichos e insectos.

-olvide por completo que te...-corto la frase al darse cuánta de lo que estuvo a punto de decir, «asustan las arañas .» Erick lo miro curioso.-que tenía que llamar al exterminador.-

Erick se sonrojo de vergüenza, evito mirar al pelirubio.-perdona por gritar tu nombre, fue lo primero que pensé.-

Jasper le miro sorprendido, notando está vez que el chico no llevaba camiseta, paso saliva y se dio media vuelta.-no te preocupes. Termina, te espero en el estacionamiento.-

Jasper no pudo evitar recordar las veces que aquel cuerpo fue suyo, las veces que recorrió aquella dulce piel con besos y caricias.

-el exterminador llegará a las seis.-habló a sus espaldas Dimitri.

Jasper suspiro y lo miro con una sonrisa falsa. -si. Yo lo recibiré, puedes llegar a la misma hora de siempre.-

-gracias. Con permiso.-

-descansa.-

«Vamos Jasper, no puedes estar pensando en cosas como esas. Diablos. No se cuanto pueda aguantar.»

-estoy listo.-escucho la dulce voz de Erick.

-bien. Vámonos.-inconscientemente abrió la puerta del copiloto para Erick, antes solía hacerlo, así que fue más un reflejo.

***

-por aquí está bien.-indico el pelinegro y el rubio se detuvo.

-¿Aquí vives?-preguntó aún sabiendo la respuesta.

-por ahora sí. Esta es la casa de mi abuela.- tomó su mochila y abrió la puerta, aún sin bajar del auto.-gracias por traerme, ¿mañana a la misma hora?-

-si.-

-bien. Por cierto, gracias también por ayudarme con la tarea.-

-cualquier cosa con la que necesites ayuda puedes decirme.-

¿Recuerdos? «YAOI.» EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora