CAPÍTULO 4.

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-pues no me gustaría.-sentenció la pelinegra mientras cerraba su casillero con fuerza.-si trabajas no tendrás tiempo para estar conmigo. Sería escuela trabajo, y trabajo escuela.-

Erick sonrió y abrazo a la chica por los hombros.-eres la mejor chica que conozco, claro que haré espacio para estar contigo.-

-con eso no me vas a convencer.-

-hum, podria cobrarte menos.-

-hecho.-ambos rieron y fueron a tomar sus clases.

***

El rubio atendía a los clientes mientras cierto pelinegro entraba algo nervioso.

-Dimitri, ¿Podrías atender? Llegó el chico nuevo.- rápidamente el ruso sustituyó al rubio, quién se acercó a Erick con una enorme sonrisa.

-lo siento si llegué tarde, tuve un examen de recuperación en álgebra.-

-descuida, quedamos en que tus estudios serían primero.-ambos sonrieron, uno encantado y el otro algo nervioso.-ven conmigo, te enseñaré lo que debes hacer dentro, afuera es fácil, solamente tienes que limpiar y atender a los clientes.-

***

Mientras Erick trabajaba en su primer día, su madre se encontraba limpiando la casa, y la abuela estaba en el jardín.

-¿Erick te ha llamado? Es tarde ya debió haber vuelto del colegio.-habló la mujer desde la puerta del jardín.

-volvera hasta tarde, está trabajando.-

-¿Trabajando? No me dijo nada.-

-tal vez porque siempre quieres tenerlo bajo tu control.-

Frunció el ceño.-solamente quiero cuidarlo.-

-no mientas, tienes miedo a que recupere la memoria. Por eso están aquí, en el pueblo hubiera sido fácil recordar, pero no aquí.-

-estamos aquí para cuidar de ti.-

-jamas te preocupaste por mi, siempre contratabas enfermeras. Que casualidad que ahora están aquí, justo cuando mi nieto perdió la memoria.-la anciana se sentó y miro de frente a su hija.-dime, ¿tienes miedo que recuerde  a la persona que más ha amado en este mundo? ¿Tienes miedo a que Erick se sienta atraído nuevamente por los hombres? ¿Por eso insistes tanto con Ximena?-

La mujer salió y quedó de frente con su madre, se inclino y la miro con soberbia.-por lo visto no estás tan mal como dice el doctor, preocúpate por tomar tus medicinas, yo me encargo de mi hijo.-

***

Toda la tarde Jasper estuvo junto a Erick, para Erick era extraña la comodidad que sentía junto al rubio, para Jasper era la oportunidad perfecta para poder comenzar de nuevo.

Pensó en las palabras de Daniela, claro que reconocía todo el daño que le había hecho a ese dulce chico, se lamentaba por no haber podido arreglar las cosas antes.

-¿Tienes tareas?-preguntó acercándose al pelinegro.-no hay gente, puedes dedicarte a hacerla.-

El pelinegro nego.-un amigo me ayudara mañana en la escuela.-

"Amigo" esa palabra logro hacer que la molestia en el rubio apareciera, apretó el trapo que tenía entre sus manos y lo miro con una sonrisa falsa.

-¿Amigo?-

-compañero.-corrigió.-no soy bueno en ciertas materias, así que necesito ayuda de otras personas para entender ciertos temas.-

-yo podría ayudarte. Muéstrame tus libretas.-

Ambos se sentaron en una de las mesas, Erick saco sus libretas y le explicó al rubio que era lo que no comprendía, este comenzó a explicarle y ayudarle, logrando hacer que el de ojos violetas comprendiera las materias.

-si no entiendes algo puedes decirme. Soy bueno en todas las asignaturas.-dejo de lado el bolígrafo.

-¿Tu estudias?-

-no, la escuela nunca fue de mi agrado. Pero mis padres me brindaron una educación estricta.-

-¿Y te gusta trabajar en la cafetería?-

Jasper sonrió.

-si tu pregunta es si pienso quedarme aquí para siempre, la respuesta es no. Siempre he querido viajar en coche por las carreteras, llegar a lugares maravillosos y no preocuparme por encajar en algún lugar.-

-¿Y tus padres que piensan?-

-mi madre es abogada, y mi padre tiene varias cadenas de hoteles, centros comerciales y alguno que otro pequeño local como este. Ellos están bien mientras no haga escándalos ni de de que hablar.-

El estudiante no pudo evitar soltar una pequeña risa.-no pareces un hijo de padres millonarios.-

-¿Te estás burlando?-pregunto juguetón.

-hablo en serio, las personas de estatus alto tienen a sus hijos en pedestales... Pero tu no. Al menos hoy he visto que le pones tu empeño a este lugar, le tienes aprecio.-

-yo jamás imaginé trabajar en una cafetería.-le miro con ternura.-pero una persona demasiado importante para mí influyó en esto.-

-¿Tu novia?-

-algo así. Su sueño siempre fue tener un lugar en donde las personas se sientan cómodas. Siempre pensó en los demás antes que en él.-

-¿Que paso con esa persona?-

-me olvidó.-esta vez la mirada del rubio logro remover algo en su interior, comenzó a sentirse nervioso. Jasper se puso de pie.-aunque lo prefiero, a decir verdad me comporte como un idiota y le hice daño. Termina la tarea, le ayudaré a los chicos con los clientes.-

Erick se quedó mirando sus libros, fue entonces que un recuerdo volvió a su cabeza, estaba sentado sobre la alfombra de alguna habitación, un chico dormía a su lado con una libreta sobre el rostro, la camiseta un poco alzada dejaba ver el tatuaje de una hermosa flor de loto en un costado de su abdomen.

"-me gustan las flores.-
-¿Flores? ¿Qué eres? ¿Una chica?-
-pueden gustarme las flores aún siendo hombre.-
-jaja no te enfades. ¿Qué flores te gustan?-
-las de loto. Me tatuaría una, pero se que mamá va a matarme.-
-entonces me la tatuare para ti.-"

-aqui tienes.-Jasper le entrego una malteada de  fresa y un pastel de chocolate blanco.

Erick lo miro y por un segundo su corazón le dijo que ese era el chico que necesitaba recordar, sacudió la cabeza alejando ese pensamiento.

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¿Recuerdos? «YAOI.» EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora