Maldito Choi Seungcheol.
Era lo que se llevaba repitiendo desde que conocía a aquel individuo. Todo su vida había sido un martirio tenerlo cerca y parecía que eso nunca iba a acabar.
La sangre del de cabellos blancos quemaba todo su ser del enojo, se había rehusado a subir al auto de Choi, su casa no estaba tan lejos, podía llegar pronto, quizás en unos treinta minutos ya estaba en su cama descansando sin tener que preocuparse por prender una estúpida fogata y aquel cometa, ¡El cometa!
Había olvidado la verdadera y única razón importante por la que había ido a ése estúpido campamento de un día de ése arrogante chico. Su mirada subió al cielo y se sentó en una banqueta, acomodando su mochila para recostarse en el pasto de un jardín de la casa de alguien. Sus grandes ojos reflejaban aquel astro que cruzaba por los cielos como un pájaro en pleno vuelo.
Claramente, Jeonghan no se imaginaba que iba a terminar su noche recostado en el césped de una casa ajena, usando su mochila de almohada como si fuera un indigente. Sus ojos pesaban a medida que los minutos pasaban y aquel cometa en el cielo se desvanecía, ¿Realmente era capaz de dormirse ahí?, su mente estaba tan agotada de pensar y reproducir aquella escena entre Choi y él que ni siquiera de dió cuenta cuando cayó en un profundo sueño.Su cuerpo era sacudido con fuerza, haciéndolo gruñir con evidente molestia cuando fue despertado, el techo estaba algo raro, lleno de estrellas y su cama no era tan suave como de costumbre, pero es que no estaba en su cama, estaba en la maldita calle.
- Hannie, despierta... vamos, ¿Qué diablos haces en la banqueta de mi casa?, mierda que me has dado un susto horrible.
Jeonghan tardó unos segundos en reconocer aquel rostro y aquella voz, hasta que una pequeña sonrisa coqueta se hizo en sus labios y sus delgados brazos rodearon el cuello del contrario.
- Joshu... ¿acaso esta es tu casa? - preguntó dejando salir una pequeña risa, abriendo sus ojos para mostrarle aquellas perlas oscuras que tenía por ojos. Sus manos se aferraron un poco a él, tomándolo de soporte para levantarse del piso y subiendo su mochila a su hombro.
- Vamos adentro, estás loco de remate, ¿cómo terminaste fuera de mi casa si estabas en esa estúpida reunión? - Las manos de Jisoo rodearon la cintura del mayor, sosteniéndolo con fuerza para que no se cayera hasta que entraron a la casa de Joshua.
Los padres de Hong Jisoo nunca estaban, siempre era él en casa y eso lo había hecho saltarse etapas de su adolescencia por el deber de mantener todo en casa en total orden. Todo estaba en su lugar, sin una partícula de polvo y aquella casa a diferencia de la de Yoon, era mucho más grande. Subieron juntos a la habitación del menor y el rubio inmediatamente volvió a acomodarse, esta vez en la gran cama del joven.
- Choi Seungcheol me ha sacado de la reunión. Espetó sin más, haciéndose bolita en la cama.
Jisoo se caracterizaba por ser una persona realmente paciente, pero nadie se metía con su Jeonghan. Estaba consciente de toda la situación entre ambos varones y hasta ese momento se mantenía al margen ya que era algo que a él realmente no le constaba, pero Joshua tenía un presentimiento de todo eso, solo que no sabía decir si era bueno o malo.
- Si, me echó.
Joshua se acomodó en su cama de manera en la que quedó de frente al rubio, sus miradas se encontraron y Joshua atisbó de nuevo algo raro.
- No te he contado la verdad de por qué lo odio y lo odiaré siempre.
- No, y usualmente te diría que no me importa, pero ésta vez es diferente, así que habla.
Jeonghan soltó un suspiro largo, iba a ser una historia larga, no le gustaba nada revivir aquello, ¡Pero vamos! No era algo tan horrible, ¿No?
— Seungcheol y yo éramos amigos en el kinder, si a eso se le puede llamar amigo, nosotros simplemente jugábamos en el recreo. — y compartían el desayuno — un día, como varios días atrás, la mamá de Cheol — su mirada subió rápidamente de nuevo a la de Joshua cuando se dió cuenta de que lo había llamado "Cheol"— Choi Seungcheol, llegó enojada por una queja que le había dado la profesora y le pegó enfrente de todos a la salida del jardín de niños.
— ¿A la salida del jardín de niños?, ¿Ahí en la puerta? — preguntó Jisoo para corroborar la imágen que se había hecho en su cabeza.
Jeonghan asintió, susurrando un leve "mhum".
— Al día siguiente él no volvió a hablarme y se volvió un presumido, siempre con ese Lee Seokmin, me reemplazó así sin más, siempre llevaba las cosas que ni siquiera habían salido al mercado y decía "Hannie, siéntate conmigo y mira lo que me ha comprado mi papi".
El rubio sintió su estómago revolverse y apretó una de las almohadas de la cama de su mejor amigo.
— Éramos unos niños, lo sé. Pero él era mi mejor amigo y yo quizás me sentí tan... traicionado por él, simplemente nunca volvimos a ser amigos.
Joshua atisbó nuevamente algo en los ojos de Jeonghan pero no dijo nada, otra vez.
— Y hoy, hoy él creyó que de nuevo éramos esos niños jugando en el recreo, no se lo pude permitir.
— Jeonghan... quizás no deberías de dejar que el odio llene tu corazón por cosas que están tan en el pasado, habla con él, quizás en el fondo siguen siendo esos dos niños que nunca arreglaron las cosas, ¿no crees?
El ángel suspiró, encogiéndose de hombros a la par que su cuerpo se acurrucaba ligeramente al de Joshua, sus ojos se cerraron y poco a poco fue cayendo en los brazos de Morfeo.
— Después de todo, Josh... Quisiera que él se acercara y me pidiera una disculpa.
— No sabes si te pedirá una disculpa si no hablas con el, Han.
Los brazos de Joshua rodearon el delgado cuerpo de su mejor amigo y dejó un beso en su cabeza, dejándolo descansar.
— Lo odio, Josh. Lo odio más que a nadie en el mundo y me voy a vengar de él.
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The Problem Of Yoon Jeonghan.
Fanfictionjeonghan odia a cheol, pero, ¿será más fuerte el amor que el odio?