3. (J)

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Al día siguiente, Jeonghan se levantó sintiéndose un poco raro, más sin embargo ignoró aquello y se dispuso a hacer su rutina habitual.

Se levantó de su cama, dejando la estúpida tarjeta dentro de su mochila, no tenía tiempo de lidiar con aquello ahora, solo quería llegar a la escuela con sus amigos y platicar de.. bueno, algunas cosas.

Una vez se bañó y vistió, salió de su cuarto y bajó para encontrarse con Jeongyeon y su madre, sonrió al ver a las dos féminas, y se acercó primero a la señora Yoon para dejar un beso en su mejilla, dándole los buenos días. Se sentó al lado de su hermana, tomando sus palillos para comer un pedazo de su kimbap.

- ¡Jeonghan!, Mamá te dará el tuyo, grosero - dijo la Yoon menor, haciendo una mueca de desagrado al tener a su hermano mayor comiendo de su desayuno, así que alejó rápidamente su plato del rubio.

El mayor solo rió, dejando un beso en la cabeza de la menor, tomando el plato que su mamá le extendía.

Su teléfono pitó dos veces, dando la notificación de un mensaje, el cuál rápidamente miró, frunciendo el ceño al ver el contenido de dicha notificación.

- Creo que me he quedado sin apetito, ¿Podrías pasarme un tupper mamá?, Lo llevaré a la escuela - dijo Jeonghan, acercándose a la cocina para guardar su kimbap y meterlo a la mochila.

Jeonghan sentía en ese momento que iba a vomitar del odio que sentía en aquel preciso instante y quizás alguien más no lo hubiese entendido, pero para Jeonghan era algo importante.

- ¿Estás bien, amor? - la señora llevó su mano a la pálida mejilla de su hijo, acariciando está al verlo tenso.

- Son solo tonterías, estaré bien mamá, te veré después del trabajo.

Pero la señora Yoon no conocía a Jeonghan de hace un día, lo llevó nueve meses en la barriga y llevaba casi 18 años con él fuera de ella, conviviendo, conociendolo y amándolo, lo suficiente para saber que Yoon Jeonghan estaría de mal humor el resto del día.

Cuando los dos Yoons salieron de la casa, comenzaron su trayecto a la preparatoria, platicaban en todo el camino, aunque Jeonghan estuviera ahora un poco enojado, Jeongyeon sabía cómo tratar a su hermano y alivianar un poco su humor.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, hyung? - dijo la menor, desviando su mirada al piso

- Si, Gyeon, ¿Que pasa?

- ¿Conoces a Hansol? - preguntó la chica, pasando sus cabellos cortos y castaños por detrás de su oreja, sintiendo sus mejillas tornarse calientes.

- Lo conozco, ¿Por qué? - preguntó el mayor, mirando a su hermanita, suspiró profundamente y detuvo su caminar, haciendo que ella lo mirara - Gyeon, Hansol no.

La boca de la menor se abrió ampliamente dispuesta a reclamar.

- ¿Porque es amigo de Seungcheol?, Por favor Jeonghan, no metas a sus amigos en tus peleas tontas con Choi, si tienen un problema arreglenlo entre ustedes dos solamente.

- No lo vas a entender, Jeongyeon, tú y ese chico son muy diferentes, ¿Crees que te hará caso por ser inteligente?, Despierta, lo que esos chicos buscan es un gran won gigante con patas, y que yo sepa, nuestra familia no es ni será el cuarto de millonaria de lo que es la de él, así que ahórrate el esforzarte por conseguirlo y por involucrarme porque mi respuesta es no.

La pobre chica Yoon se acercó, soltando una fuerte palmada sobre la mejilla de su hermano.

- El día que te des cuenta de que no todo en la vida es el dinero ni el odio, serás próspero. - sostuvo con todas sus fuerzas sus lágrimas, pasando sus manos por su falda escolar, mirando al mayor fijamente. - No vuelvas a menospreciar todo lo que hacen mamá y papá para tenernos aquí, ni vuelvas a hacerlo conmigo, porque no seré un Won con patas como tú quieres, seré mucho más que eso, Yoon Jeonghan.

The Problem Of Yoon Jeonghan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora