★彡『 Dᴏɢᴅᴀʏ x Cᴀᴛɴᴀᴘ 』彡★ //El Cambio De Mi Historia//

CAP 7

Narra el narrador;;

-"Oh no... ¿Eso es una mano?"

Catnap miraba fijamente la figura borrosa que se extendía hacia él en la oscuridad de su pesadilla. La mano parecía emerger de las sombras, brillante y etérea, como si no perteneciera a este mundo. Su mente, atrapada en el vórtice del sueño, se aferraba a la esperanza y al miedo en igual medida.

"¿Eso es una salvación?" pensó Catnap, su mente luchando por comprender lo que veía. La mano parecía ofrecerle algo más que una simple salida; parecía prometerle paz y alivio del tormento constante que lo perseguía cada noche.

"¿Eso es una señal de su dios?" La idea de una intervención divina cruzó su mente, dándole una pizca de esperanza en medio del terror. ¿Podría ser que finalmente alguien, o algo, viniera a rescatarlo de las profundidades de su propio subconsciente?

"¿Él es su dios?" La figura se volvía más clara, y Catnap sentía que su corazón se llenaba de una mezcla de reverencia y temor. ¿Podría este ser realmente un ser divino, destinado a sacarlo del abismo en el que había caído?

"¿Qué tal que sí? O puede que no..." La duda se entrelazaba con la esperanza, creando un torbellino de emociones en su mente. Era difícil discernir la realidad de la ficción en el estado nebuloso de su sueño.

"¡Pero eso parece! ¿Él será nuestro salvador?" La figura ahora parecía casi tangible, y Catnap se encontraba extendiendo su propia mano, tratando de alcanzar la salvación que se le ofrecía.

"¡Sí! ¡Es nuestro salvador!" La certeza repentina lo golpeó, llenándolo de una calidez que hacía tiempo no sentía. La figura era su salvador, su redentor en la noche interminable de sus pesadillas.

"La oscuridad es nuestra salvación," susurró la voz en su mente, una voz que era tanto suya como ajena, eco de las profundidades de su subconsciente. La idea de encontrar consuelo en la oscuridad era extrañamente tranquilizadora.

"Dulces sueños~" La voz se desvaneció con una dulzura inquietante, y Catnap sintió que la pesadilla comenzaba a disolverse, llevándose consigo las imágenes perturbadoras y el terror.

Catnap despertó de nuevo de sus pesadillas, pero esta vez no estaba solo. Se encontraba en la cama de Dogday, quien había decidido cuidar de él durante la noche. Dogday había hecho esta promesa después de que Catnap le salvara la vida cuando se lastimó gravemente en un accidente con Kickin.

Dogday, siempre el protector, había decidido que no podía permitir que su amigo sufriera solo. Sabía lo que significaba estar atrapado en la oscuridad de la mente, y estaba decidido a ser la luz para Catnap. No más noches solitarias llenas de terror para su amigo; él estaría allí, vigilando y asegurándose de que Catnap estuviera a salvo.

Además, esta decisión tenía un doble propósito. Dogday ya no tendría que ir a la casa de Catnap para espiarlo en sus actividades diarias como un obsesionado. Ahora podía estar cerca de él de manera legítima, cuidando de su bienestar y asegurándose de que nunca más se sintiera solo o desamparado.

Catnap, al despertar, se sintió reconfortado por la presencia de Dogday. Sabía que, aunque las pesadillas aún podrían regresar, tenía a alguien a su lado para enfrentarlas. Dogday, con su lealtad inquebrantable y su amor incondicional, era la verdadera salvación de Catnap. Con él, las noches ya no parecían tan oscuras y el miedo no era tan paralizante.

Así, en la calidez de la cama de Dogday, Catnap cerró los ojos una vez más, esta vez con la tranquilidad de saber que no estaba solo. Dogday se quedó despierto un poco más, asegurándose de que su amigo estuviera profundamente dormido antes de permitir que el sueño lo reclamara también.