CAP 10

352 21 24
                                    


Narrador que narra xd;;

El intruso siguió avanzando por la escuela, sus pasos resonando en los pasillos vacíos y oscuros. El ambiente era opresivo, con sombras alargándose en las esquinas y susurros lejanos llenando el aire. De repente, un sonido extraño interrumpió el silencio: risas, agudas y desquiciadas, que rebotaban en las paredes.

Se detuvo, su corazón latiendo con fuerza. Las risas cesaron abruptamente, reemplazadas por una voz que parecía venir de todas partes y de ninguna al mismo tiempo.

—Jajaja, parece que Dogday no hizo bien su trabajo... a Catnap no le gustará eso... Y al Prototipo menos... ¡pero ya qué! Ahora lo intentaré yo y llevaré tu cuerpo a Theodore como ofrenda. ¡Jajajaaaaa!

El intruso sintió un escalofrío recorrer su espalda. La voz pertenecía a una mujer, una figura desgarrada y grotesca que emergió de las sombras. Su nombre era Miss Delight, una de las devotas seguidoras de la mano metálica conocida como Prototipo 1006.

Cuando el intruso la vio, Miss Delight se quedó inmóvil, sus ojos fijos en él con una intensidad aterradora. El intruso trató de desviar la mirada, esperando encontrar una salida, pero en el momento en que lo hizo, ella se abalanzó sobre él con una velocidad y fuerza inhumanas.

El intruso intentó huir, pero Miss Delight lo alcanzó rápidamente, causándole heridas con su arma llamada Barb El dolor era insoportable, pero el instinto de supervivencia prevaleció. Con una fuerza que no sabía que tenía, logró liberarse y escapar, aunque estaba gravemente herido. Sus pasos tambaleantes lo llevaron lejos de Miss Delight, buscando desesperadamente un lugar seguro.

En su huida, se dio cuenta de que no podía regresar por el camino que había venido. Pasar por el patio de Catnap, donde los mini critters acechaban, no era una opción. En cambio, se adentró en un pasillo desconocido, resolviendo una serie de puzzles que parecían interminables.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, llegó a una puerta gigante. En el centro de la puerta había una tuerca en forma de sol. Con manos temblorosas, la quitó, y la puerta se abrió lentamente con un chirrido siniestro.

Al cruzar el umbral, el intruso se encontró en una habitación inquietante. Aunque había restos de juguetes desechados por el suelo, no había la violencia gráfica que temía encontrar. En cambio, los restos de juguetes eran un testimonio silencioso de los horrores que habían sucedido allí. La escena era una mezcla de abandono y descuido, un recordatorio de los horrores que habitaban la fábrica de Playtime Co.

El intruso avanzó con cautela, su respiración entrecortada resonando en el espacio cavernoso. Cada paso parecía llevarlo más cerca de los secretos oscuros de la fábrica. La luz parpadeante de las lámparas colgantes proyectaba sombras inquietantes sobre las paredes.

De repente, una voz conocida rompió el silencio.

—No deberías estar aquí —dijo ollie por el teléfono—. Este lugar... es peor de lo que imaginé.

El intruso asintió, su mirada recorriendo los restos esparcidos por el suelo. —Necesito detener esto. Necesito destruir al Prototipo 1006.

Corresponde y dice. —Entonces debemos continuar. No estamos lejos. Pero debes tener cuidado. Aquí, los límites entre lo real y lo irreal son delgados. No confíes en tus sentidos.

Con esas palabras en mente, el intruso siguió a
Ollie a través de la habitación, cada paso un recordatorio del peligro que acechaba en cada esquina. Sabía que el camino hacia el Prototipo 1006 estaría lleno de obstáculos, pero también sabía que no tenía otra opción. Debía enfrentarse a sus miedos y derrotar al monstruo que había creado este infierno.

Mientras avanzaban, las voces y los susurros parecían intensificarse, una cacofonía de tormento y desesperación que resonaba en su mente. Pero con ollie a su lado y una determinación renovada, el intruso se preparó para la confrontación final, sabiendo que el destino de todos los atrapados en la fábrica dependía de su éxito.

Con Dogday;;

Este estaba alimentando a "sus" pequeños mini critters con los cuerpos de los juguetes ya destruidos, observando con una extraña mezcla de cariño y sadismo cómo los pequeños devoraban los restos. Los mini critters eran su creación, su legado, y cada día se aseguraba de que estuvieran bien alimentados.

Regresó a sus aposentos, una sala oscura llena de monitores y equipos de vigilancia, cuando algo en una de las pantallas captó su atención. Se detuvo en seco, sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa cruel se formó en su rostro.

Allí, en una de las cámaras, vio al...

O mejor dicho, al...

Tan...

Buscado...

Intruso...

El corazón de Dogday latía con una furia renovada. Su querido Catnap no había logrado atrapar al intruso debido a sus heridas y debilidad. Pero Dogday no era débil. Dogday era implacable.

—¡ESTÁS MUERTO, INTRUSO! —gritó, su voz resonando en la sala.

Se armó rápidamente, cogiendo su hacha con una determinación feroz. Los mini critters parecían sentir su emoción, moviéndose nerviosamente a su alrededor mientras él se preparaba para la caza. No había espacio para el error. No había lugar para la piedad.

Dogday salió de la sala, avanzando con pasos decididos por los oscuros pasillos de la fábrica. Sabía exactamente a dónde iba el intruso y cómo atraparlo. Con cada paso, su mente se llenaba de pensamientos sobre Catnap, su querido y precioso Catnap, quien ahora estaba herido y débil. La idea de que el intruso pudiera haberlo lastimado más de lo que ya estaba lo enfurecía aún más.

Mientras se acercaba a la última ubicación conocida del intruso, sus ojos brillaban con una mezcla de odio y anticipación. No dejaría que nadie escapara. No esta vez.

—Voy a encontrarlo, —murmuró para sí mismo—. Y cuando lo haga, no habrá lugar en esta fábrica donde pueda esconderse.

El intruso, mientras tanto, seguía moviéndose por los pasillos, tratando de encontrar una salida y recuperarse de sus heridas. El humo rojo había empezado a disiparse, pero el miedo y la confusión seguían presentes en su mente. No sabía que Dogday estaba tras él, implacable y decidido.

De repente, escuchó un sonido a lo lejos, el eco de pasos pesados y rápidos. Su corazón se aceleró cuando se dio cuenta de que alguien lo estaba persiguiendo. Giró una esquina, buscando desesperadamente un lugar donde esconderse.

Dogday avanzaba, cada vez más cerca, sus ojos escaneando cada rincón y cada sombra. Sabía que el intruso no podía estar lejos. Estaba tan cerca de atraparlo, tan cerca de vengar a Catnap y demostrar que nadie, absolutamente nadie, podía desafiar la fábrica y vivir para contarlo.

—No puedes esconderte para siempre, —gruñó Dogday, su voz reverberando por los pasillos—. Esta es mi casa. Aquí, soy el cazador y tú eres la presa.

El intruso finalmente encontró un pequeño hueco en la pared y se metió, tratando de controlar su respiración y mantenerse en silencio. Escuchó los pasos de Dogday acercándose, el sonido del hacha arrastrándose por el suelo, y supo que su tiempo se estaba acabando.

Dogday se detuvo justo fuera de su escondite, olfateando el aire como un depredador a punto de dar el golpe final. Sonrió, sabiendo que la victoria estaba al alcance de su mano.

////////

hola putas/os/es

Creo que ya saben quién se va a morir

★彡『 Dᴏɢᴅᴀʏ x Cᴀᴛɴᴀᴘ 』彡★ //El Cambio De Mi Historia//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora