CAPÍTULO III: Entre Dos Mundos

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"Comprender es descifrar, y entender es tender hacía lo mismo."

-Beatriz de Vicente.

El jueves fue sin dudas uno de los días más nublados.

La partida de Aline había dejado un vacío entre sus conocidos, y el nuevo homicidio avivó aún más el murmullo entre los habitantes. Spencer sabía del cambio sin necesidad de haber salido a las calles o haber ido escuela. Sus migrañas regresaron, como suele suceder cuando se siente sobrecargado por algo.

El día anterior fue un día agitado; descubrir el cuerpo junto con Aaron, la llegada de la policía, los forenses, y la incómoda interacción con la sargento Prentiss durante el interrogatorio como uno de los testigos principales dejaron en ceros su batería social.

Hubo momentos en los que temió que Hotchner mencionara la meticulosa y rápida evaluación que realizó en el cuerpo del nadador, pero este no dijo nada, lo cual fue bueno, ya que la policía los dejo ir después de dar sus declaraciones.

A las afueras de la escuela, Aaron aseguró que seguirían en contacto, Reid por supuesto no le creyó. ¿Quién seguiría en contacto con alguien que trató a un muerto como si nada? (aparentemente). Exacto, nadie.

El sujeto de seguro pensaba lo mismo que Emily, y no lo culparía, sin embargo, su comportamiento no fue impulsado por la morbosidad; más bien, fue una mezcla de su innata curiosidad, su habilidad para procesar información rápidamente y la incomodidad emocional al intentar comprender la situación desde su perspectiva objetiva; los golpes, el cuello marcado, y la extraña flecha tallada en el pecho se mostraban fluidas como diapositivas, una tras otra, mientras que su verduga más personal continuaba martillando su cabeza en un intento de hacerle recordar la gravedad de lo acontecido.

No obstante, su mente a veces se desviaba a la extraña interacción con Hotchner, el recuerdo vivido de como lo había seguido por Instagram luego de su 'acoso' era casi irreal, no podía creer que algo así sucediera.

Debatió consigo mismo dos horas más antes de revisar su cuenta.

Al ingresar, encontró el "like" de Aaron y el ícono que indicaba que tenía un nuevo seguidor.

Sus mejillas se colorearon involuntariamente, tosió, tratando de tranquilizarse, y de paso se regañó por reaccionar de esa manera. La idea de que Aaron mostrará interés en sus fotografías lo hacía sentir raro, y halagado...

Otra lucha interna se desencadeno antes de que le diera 'seguir' a la cuenta.

Un ruido externo a sus recuerdos atrajo su atención, despacio, apartó la mirada del teléfono para ver la cabeza de su madre asomarse por la abertura de la puerta antes de que decidiera entrar por completo.

-Quería ver si estabas presentable- llevaba puesta un pijama, así que estaba tan presentable como se podría estar en casa. Cuando iba a señalarlo, Diana acarició su cabeza con ternura en un intento de transmitirle todas las palabras de amor que se le ocurrieran con tan solo ese gesto, luego, lo tomó suavemente de la barbilla para hacer que mirará su sonrisa. Reid se sintió un poco aliviado, aunque la sensación incómoda persistía-Emily y Penélope vinieron a verte.

-Oh...Claro. Está bien.

-Pen parece molesta, dice que no has contestado sus mensajes.

-Yo, uh... No. ¿Perdón? - Diana negó divertida con la cabeza.

-No pasa nada, ella entenderá. Solo está preocupada, palomita. Les diré que suban, ¿te parece? - asintió, vio cómo se retiraba, dejando la puerta abierta para que los escalones siendo subidos con urgencia llenarán la ausencia de ruido fuera de su habitación. Tal como lo supuso, la rubia llegó primero, abalanzándose hacía él cuando apenas estaba poniendo un pie fuera de la cama. Ella lo llenó de tanto afecto y de tantos besos que, al terminar el exceso afectuoso, era capaz de sentir en cada centímetro de su rostro rastros del labial rojo que portaba ese día.

La Sombra de la ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora