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Terminaría con canas.

Siempre que Ashary estaba cerca siempre terminaba consumido por el estrés. Y este mismo era el que tenía a Lyon totalmente agotado. Tanto que ni siquiera había asistido a la cena y solo había ido a la cama. Era como si por más que se esforzase nunca, pero nunca podía cruzar la barrera para superar al otro.

Y eso... eso lo frustraba. Terminaba pensando todo el tiempo en cómo superarlo, en cómo ser mejor... en como recibir, aunque fuera una sola vez el reconocimiento del mismo Ashary que le había ganado.

Algo que sentía que estaba muy lejano. Es como si Ashary fuera perfecto.

Incluso había valorado que su padre veía más como un heredero al mismo Ashary que él que era su propio hijo y príncipe heredero. Es que solo había que escucharlo alabarlo, mucho más que a él. No podía negar que Asha sería un rey ideal para su reino, aunque no era tan popular como pudiera parecer. Quizás por su forma de ser... quizás por su posición.

Lyon se removió en la cama e ignoró las palabras de Charles cuando entró en la noche diciendo que dejara de hacer una rabieta de cachorro. Él hablaba así porque no entendía como se sentía. Competir para siempre quedar en el segundo lugar era tan... tan...

En medio de sus pensamientos se dejó vencer por este y se quedó dormido, ni siquiera escuchó cuando Charles le volvió a hablar tras salir del baño.

***

Había oscuridad sobre él, a su alrededor, solo podía escuchar el sonido del agua alrededor de sus pies. ¿Qué demonios?

Lyon siguió avanzando lentamente, como si su cuerpo se sintiera pesado, sin un rumbo fijo, tampoco sabía por qué caminaba, solo lo hacía por inercia hasta que su alrededor se fue aclarando levemente dejando ver el líquido alrededor de sus pies.

Rojo... espeso... sangre.

Un escalofrío lo recorrió y cerró los ojos. No debía alterarse, no era la primera vez que la veía, solo que tanta era una exageración. Miró de un lado a otro, no había nada, absolutamente nada hasta que... entrecerró los ojos.

Había algo flotando en aquel mar de sangre. Tragó en seco y corrió hasta allí.

Era el cuerpo de alguien boca abajo, su cabeza hundida completamente, solo dejando ver la espalda con una enorme herida que la atravesaba diagonalmente. Se arrodilló con las manos temblantes y agarró los brazos del cuerpo inerte y lo giró.

No, no, no. Resonaba en su cabeza mientras la sangre corrió del rostro de aquella persona dejando a la vista...

-Ah- Lyon se sentó de golpe en la cama, con el cuerpo empapado en sudor, jadeando y temblando.

Charles abrió los ojos por reflejo y se incorporó sobre su codo. Su mirada resaltaba por encima de la oscuridad de la habitación digna de la madrugada.

-¿Otra vez ese sueño?- le preguntó sabiendo la respuesta. Solo había uno que lo ponía en ese estado aún después de dos años tras aquel suceso.

Lyon lo miró de reojo por debajo de su cabello húmedo por el sudor. Le costó un poco calmarse. Como siempre el recuerdo del rostro de Ashary ensangrentado, y los ojos blancos casi perdiendo la vida lo seguían atormentando como el día en que todo había ocurrido. Y no importaba si habían pasado dos años este volvía a cada rato.

-Necesito bañarme y tomar un poco de aire- dijo levantándose y corriéndose el cabello hacia atrás.

Charles no le dijo nada. Sabía que en ese momento Lyonhart necesitaba estar solo.

-Si necesitas algo solo avísame- y aunque se recostó en la cama no se durmió del todo. No podía acompañar al príncipe, pero eso no significaba que bajaría la guardia.

***

Aún después del baño y de salir al exterior Lyon no estaba calmado del todo. Su corazón todavía latía en su pecho de una forma extraña.

No tenía la mejor relación con Ashary, pero el solo pensar que el chico desaparecería por completo de su lado lo hacía sentir aún peor. Y esa herida... esa herida que debía estar en su propio cuerpo, no en la piel blanca de Asha.

Se pasó la mano por el rostro. Ah, su cabeza era un caos total. Él que tenía que pensar en tantas cosas y estaba ahí enfocado en su mayor rival que...

De pronto una mano se puso sobre su boca y fue tirado hacia una esquina tirándolo contra una pared. Tan rápido y desorientado que no le había dado tiempo a reaccionar, hasta que.

-SHHHH- escuchó el sonido de que hiciera silencio de la misma persona que aún le cubría su boca frente a él. La impresión vino después cuando se dio cuenta de quién era.

¿Ashary?

El rubio lo enfocó por unos segundos con sus orbes rojizos bajando el dedo de sus labios y girando un poco su cuerpo mirando por el costado de la esquina. Como si estuviera verificando algo. Y Lyon no se movió, aunque en su cabeza bailaban varias preguntas.

Entrecerró los ojos cuando Asha se volvió a enderezar y lo miró nuevamente. La mano sobre sus labios se retiró lentamente.

-¿Qué haces aquí? Casi arruinas todo- le murmuró tan bajo Ashary que Lyon, un poco más y no lo escuchaba.

Este último se pasó inconscientemente la lengua por sus labios, como si hubiera un nuevo sabor sobre ellos, antes de hablar.

-Yo estaba caminando, más bien, que haces tú aquí-

-SHHHH- Ashary volvió a poner su mano sobre los labios de él- No hables alto, acaso queires que nos oigan- parecía algo nervioso y más cuando se inclinó hacia el costado de nuevo mirando por el borde.

No se dio cuenta que apretaba su cuerpo contra el de Lyon como si esto los ocultara aún más. Y otra vez... a Lyonhart le llegó ese olor que había sentido antes, solo que esta vez algo palpitó dentro de él.

Sus orbes se fueron iluminando lentamente y enfocándose en la piel del cuello desprovisto de Ashary, estirado ahora por la posición que tenía. Allí, el olor era más intenso y él solo quería llegar a él, olerlo de forma más cercana. Incluso comenzó a salivar.

Y fue inclinando su cabeza hacia allí, llamado por ese olor.

-Oye ¿qué haces?- Ashary se había enderezado y tirado de su cabeza hacia atrás alejándolo de la fuente de ese dulce olor.

El movimiento fue tan rápido que Lyon reaccionó. Si ¿qué estaba haciendo? Se lo preguntó, es que incluso no entendía que estaba pasando, que estaba haciendo allí escondido como si hubiera hecho algo junto a Ashary. Si lo atrapaban de seguro sería regañado, pero una maldición saliendo de la boca de Asha lo hizo tensarse, sobre todo por la expresión en el rostro de este.

Fue entonces que Lyon se corrió un poco y pudo ver por el borde de la pared comprendiendo un poco la situación. Había un grupo de al menos cinco alumnos junto a alguien más alto que parecía un profesor. Por la forma en que estaban parecían que estaban en algo misteriosos. Y uno de ellos caminaba hacia donde estaban ellos dos.

Por la reacción de Ashary supo que no debían ser atrapados y su instinto le decía que debía ponerlo a salvo. Así que antes que este protestara rodeó la cintura de Ashary y lo apretó contra su cuerpo y aplicó todo lo aprendido en sus años de entrenamiento.

Su cuerpo era mucho más ágil y fuerte de lo que aparentaba, por lo que no le resultó complicado trepar la pared sosteniendo a Ashary y ocultarse en una sección pequeña del techo, donde apenas cabían dos personas arrodilladas pero que la oscuridad borraba todo rasgos de ellos.

Aún así no lo soltó, ocultó el cuerpo del rubio con el suyo apretándolo contra él dándose cuenta que la cintura de Asha era mucho más delgada de lo que recordaba y cabía perfectamente en su brazo. 

Mi odioso duque omega ( trilogía corta Palacio de Cristal I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora